Hacer de la necesidad virtud

Es pr¨¢cticamente lo mismo, pero m¨¢s recogido. La reciente gira por teatros de Fito Y Fitipaldis, que tocaba a su fin en Valencia, es acorde con su propio concepto del rock and roll: ortodoxo, escrupulosamente sumiso ante la tradici¨®n y academicistamente corp¨®reo, exhibiendo m¨²sculo esc¨¦nico sin apenas resquicio para la sorpresa. As¨ª que si, por una parte, es l¨®gico que nadie pueda esperar a estas alturas grandes piruetas estil¨ªsticas de su parte, tampoco cabe por otro lado encontrarlas en un espect¨¢culo al que, m¨¢s all¨¢ de una ligera rebaja de octanaje el¨¦ctrico (acrecentada por la incorporaci¨®n de elementos poco usuales en sus shows, como mandolina, contrabajo o clarinete) y alguna puntual recuperaci¨®n del pasado, cabe calificar de m¨¢s de lo mismo. Factor acentuado por una sequ¨ªa que se prolonga desde hace tres a?os, fecha de publicaci¨®n del continuista Antes de que cuente diez.

Y ese m¨¢s de lo mismo, en su caso, implica un vigoroso show de rock para todos los p¨²blicos que va ganando tiempo en espera de eso que llaman inspiraci¨®n (incurriendo en alg¨²n ligero y puntual lifting de pasajes ya entrados en a?os), sustentado por una excepcional banda que, pr¨¢cticamente, podr¨ªa interpretar el mismo repertorio noche tras noche con los ojos vendados. Porque no otra cosa cabe esperar de secuaces tan taimados como Carlos Raya y sus guitarras (al servicio tambi¨¦n de Quique Gonz¨¢lez, M Clan o nuestros Se?or Mostaza), Joserra Semperena y sus teclados (21 Japonesas, Duncan Dhu o Quique Gonz¨¢lez), Javier Alzola y su sempiterno saxo o el valenciano Alejandro ¡°Boli¡± Climent con su bajo (Se?or Mostaza, M Clan), todos ellos ya con varios galones en su recorrido como Fitipaldis. Dos horas de rythm and blues y rock and roll con regusto a FM de las de antes, acomodado desde una ¨®ptica que har¨ªa bien en entender la m¨²sica popular como una cuesti¨®n evolutiva y m¨¢s que solvente si nos atenemos a sus grotescos competidores en las listas de ventas de nuestro pa¨ªs. Y servidas en las mejores condiciones sonoras posibles. Huelga decir que todo el mundo, ganado para la causa ya de antemano, sali¨® encantado.