Una empresa pulveriza 3.000 palmeras a causa del picudo y la crisis econ¨®mica

Un sonido a serrer¨ªa y un fuerte olor tropical anticipan la escena. Hace poco que ha empezado en un vivero de Sagunto (Valencia) la que es, posiblemente, mayor destrucci¨®n de palmeras en la historia reciente de Espa?a: m¨¢s de 3.000 ejemplares, la mayor¨ªa de ellos de la especie Phoenix canariensis. La imagen resulta dantesca. Una enorme m¨¢quina excavadora, a la que se ha a?adido un potente rotovator, ataca las palmeras (que miden varios metros) desde la copa y las pulveriza en cuesti¨®n de pocos minutos hasta la base.

El gerente de Subtropical Valencia, Vicente Villanueva, culpa de la hecatombe a la estricta legislaci¨®n contra el picudo rojo, la plaga que est¨¢ asolando la poblaci¨®n europea de palmeras, que estar¨ªa "asfixiando al sector". Pero en el trasfondo de la decisi¨®n, que abocar¨¢ a la empresa a cerrar un vivero que se extiende desde cerca de la autov¨ªa A-7 hasta cerca del mediterr¨¢neo, se halla tambi¨¦n la crisis. Petro, el ¨²ltimo empleado del vivero, cuenta que despu¨¦s de a?os de esplendor, las ventas de la firma, que ten¨ªa en Europa y Oriente Medio sus principales mercados, empezaron a caer en 2010. El ¨²ltimo pedido, unos 70 ejemplares con destino a Catar y Arabia Saud¨ª, se produjo hace ya casi cinco meses.

"Esto es un desastre, un crimen", se lamenta Petro, ingeniero agr¨®nomo ucranio que lleva ocho a?o trabajando en el vivero y perder¨¢ su empleo cuando la pulverizaci¨®n haya concluido. Solo est¨¢ previsto que se salven las 600 palmeras que est¨¢n en macetas. El resto, que crecen hasta donde alcanza la vista rodeadas de campos de naranjos, ser¨¢n convertidas en polvo.

La Asociaci¨®n Profesional de Flores, Plantas y Tecnolog¨ªa Hort¨ªcola de la Comunidad Valenciana se ha puesto de parte del vivero en su cr¨ªtica a la normativa contra el picudo, un cole¨®ptero volador que anida en la copa de las palmeras y las roe por dentro hasta matarlas. Su secretario, Vicente Peris, explica que la Administraci¨®n impone a los viveros "costos¨ªmos tratamientos" para prevenir la plaga y estrictas revisiones cada pocos meses que impiden la rentabilidad del negocio ante una crisis como la actual. Y todo ello, considera Peris, en vano, porque la extensi¨®n del picudo, que se reproduce en palmeras plantadas tanto en terrenos privados como p¨²blicos, hacen in¨²til la medida.

Petro contempla el avance de la m¨¢quina con nostalgia, al tiempo que afirma que pr¨¢cticamente ninguna de estas Phoenix canariensis est¨¢ infectada, aunque algunas s¨ª lo est¨¦n: "puede que tres o cuatro de todos estos miles".