La Generalitat autoriz¨® la venta fraudulenta que llev¨® a la quiebra a IAT

Los hechos que desembocaron en la quiebra de la fundaci¨®n Instituto de Alta Tecnolog¨ªa (IAT) ¡ªcuyo coste para las administraciones p¨²blicas ascender¨¢ a hasta 4,6 millones de euros¡ª se hubieran evitado con un mayor control de la entidad por parte del Protectorado de Fundaciones, el organismo de la Generalitat ¡ªdepende del Departamento de Justicia¡ª que debe velar por la viabilidad de las fundaciones. Esta es una de las principales conclusiones del informe sobre IAT hecho por la Sindicatura de Cuentas, que confirma las graves irregularidades cometidas en la entidad.

IAT es una fundaci¨®n, ahora en concurso de acreedores, formada en 2001 con el objetivo de instalar y gestionar un centro puntero en investigaci¨®n y docencia en el diagn¨®stico por imagen. Pese a que estaba formada por tres hospitales p¨²blicos ¡ªCl¨ªnic, Vall d¡¯Hebron y Mar¡ª y una empresa privada ¡ªel grupo CRC¡ª, la fundaci¨®n siempre estuvo dirigida por la empresa, que tom¨® numerosas decisiones ¡°perjudiciales para la [propia] fundaci¨®n y siempre en beneficio, muy lucrativo para CRC¡±, seg¨²n el informe del administrador concursal. La Sindicatura coincide con el administrador en considerar que la gesti¨®n de los m¨¢ximos ejecutivos de CRC e IAT ¡ªCarlos Sanpons y Norberto Galido¡ª estuvo plagada de ¡°irregularidades, algunas de las cuales pueden dar lugar a hechos perseguibles administrativa y judicialmente¡±.

Entre otras irregularidades, la decisi¨®n clave que lastr¨® el futuro de IAT fue la venta en 2008 de su principal activo ¡ªun ciclotr¨®n, varios tom¨®grafos...¡ª a una empresa del grupo CRC, grupo empresarial cuyos m¨¢ximos ejecutivos eran a su vez los m¨¢ximos directivos de la fundaci¨®n IAT.

Seg¨²n la Sindicatura, esta decisi¨®n ¡°vaci¨® de contenido el objeto fundacional de IAT y puso en peligro su misma continuidad ya que la incapacit¨® para cumplir sus fines fundacionales¡±. Seg¨²n la legalidad vigente, una fundaci¨®n jam¨¢s deber¨ªa adoptar una decisi¨®n que ponga en peligro su propio futuro. Para evitarlo est¨¢n en primer lugar los patronos ¡ªque representaban a los hospitales p¨²blicos¡ª y en ¨²ltimo t¨¦rmino el Protectorado de Fundaciones, que deben velar por su viabilidad. Ninguno de los dos niveles de control funcion¨® en este caso.

Seg¨²n la Sindicatura, ¡°IAT comunic¨® al Protectorado antes de su formalizaci¨®n¡± la intenci¨®n de venta de los equipos m¨¦dicos. El Protectorado, tras ¡°solicitar nueva documentaci¨®n y aclaraciones¡±, acab¨® por ¡°el 24 de febrero de 2009, en una carta con asunto ¡®autorizaci¨®n de venta¡± avalando la operaci¨®n y d¨¢ndose por enterada de la misma.

La Sindicatura admite, sin embargo, que la negligente gesti¨®n de IAT hizo que el acuerdo de venta adoptado en una sesi¨®n del patronato de IAT de diciembre de 2007 no fuera ¡°protocolizado en escritura p¨²blica ni inscrito en el Registro de Fundaciones¡±.

La Sindicatura ¡ªque critica la opacidad de CRC y el hecho de que la empresa le haya impedido el acceso a documentaci¨®n rel?evante¡ª tambi¨¦n cuestiona que en la venta que acab¨® arruinando a IAT estuvieran en ambos lados de la mesa los m¨¢ximos directivos de CRC, uno en representaci¨®n de la empresa y y otro en representaci¨®n de la fundaci¨®n. Este hecho, permitido por los hospital p¨²blicos, supone ¡°un posible conflicto de intereses¡±.

Los laxos controles sobre IAT permitieron que el grupo CRC ¡ªahora tambi¨¦n est¨¢ en concurso de acreedores¡ª cargara sobre la fundaci¨®n m¨¢s de tres millones de gastos propios. Todo ello ha producido un agujero de 5,75 millones de euros, de los cuales 4,64 corresponden a administraciones p¨²blicas.