?Qui¨¦n necesita un pacto?
No se puede mejorar la imagen exterior si no hay disposici¨®n a romper con el pasado
Las facturas de los tel¨¦fonos m¨®viles del Ayuntamiento de Torrevieja ya est¨¢n manos del fiscal. Los socialistas han denunciado ante la Fiscal¨ªa del Alicante lo que consideran un mal uso de estos aparatos: el a?o pasado, Torrevieja gast¨® en ellos 400.000 euros. Lo escandaloso del asunto no es, sin embargo, la cifra del dispendio, sino el empleo que los concejales dieron a sus m¨®viles: llamadas a n¨²meros er¨®ticos, a sorteos de televisi¨®n, descargas de internet, compra de servicios pornogr¨¢fico... ?C¨®mo llegan unos concejales a este punto? Es decir, ?por qu¨¦ unas personas elegidas para gobernar la poblaci¨®n malgastan de ese modo el dinero de los ciudadanos?
Quienes conozcan lo sucedido en Torrevieja durante los ¨²ltimos a?os, no se habr¨¢n sorprendido con esta historia de los tel¨¦fonos m¨®viles. El asunto muestra una absoluta continuidad entre la manera de gobernar del anterior alcalde, Hern¨¢ndez Mateo, y el actual gobierno municipal. Es cierto que Torrevieja tiene hoy menos dinero para gastar, y ha debido abandonar obras como el pabell¨®n de ba?os de Toyo Ito y otras fantas¨ªas. Pero el clima moral del Consistorio sigue siendo el mismo. No se ha querido romper con el pasado y se repiten los hechos que trasladan al ciudadano una imagen de corrupci¨®n en la pol¨ªtica.
Hace unos d¨ªas, le¨ªamos los informes de Transparencia Internacional, donde la Comunidad Valenciana figura en los ¨²ltimos lugares entre las regiones espa?olas. No podemos decir que la noticia sorprendiera, porque todos sabemos c¨®mo hemos llegado a ese punto. Durante a?os, los gobiernos valencianos se entregaron a una serie de malas pr¨¢cticas que favorecieron la corrupci¨®n, hasta convertirla en algo corriente. El secreto en las decisiones que se tomaban, la opacidad sobre lo tratado, la trampa que sortea la ley y la burla, fueron pr¨¢cticas habituales de nuestros gobernantes. Todo eso es bien sabido pero, a d¨ªa de hoy, nadie se ha hecho responsable de esas actuaciones que parecen archivadas en el limbo. D¨ªas atr¨¢s, escuch¨¢bamos a la diputada Alicia de Miguel afirmar que ¡°El Consell del Partido Popular ha trabajado, trabaja y seguir¨¢ trabajando por la transparencia¡±. Pero, mientras pronunciaba esas palabras, ve¨ªamos c¨®mo la Consejer¨ªa de Sanidad se negaba a facilitar las facturas de los pagos a Over Marketing. Ponemos el ejemplo de esta empresa como podr¨ªamos poner otros muchos. ?De verdad cree Alicia de Miguel que podemos confiar en la "firmeza y determinaci¨®n del presidente Fabra a favor de la transparencia"?
No dejamos de escuchar voces que reclaman un pacto para afrontar los problemas de imagen que sufre la Comunidad Valenciana. No son escasos los problemas que arrastra la imagen de la Comunidad: la prensa y las televisiones extranjeras nos ponen, una y otra vez, como ejemplo para explicar las causas de la crisis del pa¨ªs. Aspir¨¢bamos a ser conocidos en todo el mundo por nuestra grandeza, pero la fama nos ha llegado de la mano de nuestras miserias. ?Bastar¨ªa un pacto para que esa impresi¨®n cambiara en los ojos de los extranjeros? Me temo que ser¨ªa insuficiente. Un pacto, si no va acompa?ado por obras, por hechos que demuestren su car¨¢cter pr¨¢ctico, es bien poca cosa. Y, ?c¨®mo iba nadie creer en un pacto cuando no vemos una voluntad clara de romper con ese pasado que nos ha conducido al estado actual? ?Por qu¨¦ deber¨ªamos poner nuestro nombre junto al de los que hicieron de la mentira, de la corrupci¨®n, del enga?o, una forma de gobernar, a la que no han renunciado de una manera expl¨ªcita?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.