El juez ve ¡°trato de favor¡± al t¨ªo constructor de Bustos en Sabadell
Melqu¨ªades Garrido influ¨ªa en el reparto de las adjudicaciones, seg¨²n los Mossos
Que Melqu¨ªades Garrido, el t¨ªo constructor del alcalde de Sabadell, es un hombre con poder e influencia es vox populi en el municipio. Que gracias a su relaci¨®n de parentesco con su sobrino, el socialista Manuel Bustos Garrido, obtuvo ¡°trato de favor¡± del Consistorio es lo que ahora acredita el juez del caso Mercurio.Un auto judicial que figura en la causa subraya que ¡°un grupo de empresas vinculadas¡± a Garrido ¡°estar¨ªan recibiendo trato de favor en la adjudicaci¨®n de obras¡± no solo por parte del Ayuntamiento de Sabadell, sino de otros como el de Sant Quirze.
En la resoluci¨®n, dictada en noviembre de 2010 ¡ªa los nueve meses de iniciarse las investigaciones¡ª, el juez denuncia la ¡°injerencia¡± del presidente del gremio local de constructores en ¡°la adjudicaci¨®n de obras, que estar¨ªan dadas de antemano¡± y por ese motivo acuerda intervenirle el tel¨¦fono. El magistrado bas¨® su decisi¨®n en la denuncia inicial de Nicol¨¢s Giner, un arrepentido que hab¨ªa trabajado como chico de los recados del exconcejal del PP Jordi Soriano, presunto intermediario en el cobro de comisiones entre diversos empresarios y cargos pol¨ªticos del Consistorio, seg¨²n la tesis de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. En aquella denuncia, Giner explic¨® que Garrido se val¨ªa de su cargo como presidente del gremio para ¡°acordar el reparto de obras p¨²blicas¡± en la localidad con empresarios afines.
Las conversaciones entre algunos implicados ratificaron esa hip¨®tesis, seg¨²n el juez. Uno de los empresarios imputados, Jos¨¦ R¨ªos, habla con Soriano sobre la ¡°preponderancia¡± de Garrido en las adjudicaciones. Ambos bromean sobre el hecho de que la plaza de Espa?a de Sabadell, una vez reformada, deber¨ªa pasar a llamarse ¡°plaza del tiet¡±, o sea del t¨ªo, en alusi¨®n a su v¨ªnculo con Bustos. En otra conversaci¨®n, los hermanos Rafael y Jordi Rojas, tambi¨¦n imputados, explican que ¡°el ¨¢rea de recalificaciones y todo eso se lo llevar¨ªa el t¨ªo del alcalde¡±, en contraste con otros asuntos que quedar¨ªan en manos de Soriano, al que ten¨ªan a sueldo.
Otras muchas conversaciones aluden a la supuesta capacidad de influencia de Garrido. El empresario R¨ªos, por ejemplo, hace ¨¦nfasis en el ¡°chantaje¡± que ejerce el presidente del gremio sobre el parque agrario, uno de los proyectos bajo sospecha. Seg¨²n el informe policial en el que se basa el auto, el tiet se vali¨® de sus v¨ªnculos para ¡°discernir en ciertas adjudicaciones qui¨¦n es el destinatario final¡±.
El juez ha levantado la parte del sumario que afecta a la trama de empresarios; la de los pol¨ªticos sigue bajo secreto. En dos a?os, el exconcejal del PP recibi¨® 800.000 euros de empresarios, supuestamente, para influir a su favor en la adjudicaci¨®n de obras. Por ahora no hay pruebas que acrediten que esas mordidas ¡ªde hasta 120.000 euros, seg¨²n la fiscal¨ªa¡ª fueran a parar a manos de cargos electos. Bustos y tres concejales est¨¢n imputados por diversos delitos contra la administraci¨®n p¨²blica.
Los caminos, al menos en lo que toca al cobro de comisiones, se acaban en Soriano. Lo pone de relieve la conversaci¨®n de un empresario, Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez, con su secretaria. Le explica que ha comido con un ¡°personaje¡± ¡ªSoriano, seg¨²n los Mossos¡ª interesado solo en ¡°ganar dinero¡± porque ¡°le quedan cuatro a?os¡± en pol¨ªtica. Gonz¨¢lez le respondi¨®: ¡°Mete el cazo, si yo gano t¨² ganas¡±.
Uno de los protagonistas del sumario es R¨ªos, que se siente apartado y amenaza con desvelar una presunta grabaci¨®n comprometedora. La advertencia lleg¨® a o¨ªdos de Bustos, que organiz¨® una reuni¨®n entre ¨¦l y tres responsables del ayuntamiento, incluido el jefe de la polic¨ªa local. Lo que R¨ªos consider¨® una ¡°encerrona¡±, el alcalde, al declarar como imputado, lo vio como una forma de investigar los hechos.
Un informe de los Mossos relata un sinf¨ªn de irregularides y constata c¨®mo los augurios del arrepentido Giner sobre ciertas adjudicaciones se iban cumpliendo. Soriano es, para los investigadores, el ¡°cerebro de la trama¡±, act¨²a en ¡°beneficio propio¡± y no duda en informar a regidores del PSC ¡ªcon los que mantiene un contacto fluido¡ª sobre el sentido de su voto en los plenos municipales, pese a estar te¨®ricamente en la oposici¨®n.
Los presupuestos de las obras del cementerio municipal ¡ªotro proyectos investigado¡ª est¨¢n ¡°falsificados¡± e ¡°inflados¡±, a?ade la polic¨ªa. Esos 60.000 euros extra lo destinaron los hermanos Rojas, seg¨²n los Mossos, como ¡°contraprestaci¨®n, en forma de publicidad¡±, al CE Sabadell. Otro negocio millonario, el del movimiento de tierras, tuvo en vilo a Guillem Ustrell, propietario de unos terrenos que esperaba la autorizaci¨®n para vender su parcela a Decathlon ¡°por siete millones¡± para construir all¨ª una ciudad deportiva. Seg¨²n los Mossos, un cargo del consistorio, Daniel Criach, informaba a Ustrell sobre sus asuntos.
El sumario respira una rivalidad extrema entre los empresarios en la lucha por obtener adjudicaciones. Cada uno intenta hacer valer su influencia en el consistorio ¡ªapodado seg¨²n los casos como la Casa Gran, el Palau o Ayuntamiento SA¡ª y algunos admiten haber pagado comisiones. Como Enrique Vilella, que propone a un socio pagarle ¡°otros 3.000 euros¡± a Soriano, pero no m¨¢s, hasta que pruebe su influencia. Tras explicarle a su socio que un ¡°pol¨ªtico¡± le ha confirmado la firma de una p¨®liza de 20 millones por las obras del plan E, a?ade que en la Fira de Sabadell hay ¡°un tejemaneje que eso no lo pilla cualquiera¡±. ¡°Aqu¨ª embadurna todo dios¡±, le dice su interlocutor. ¡°Ah¨ª est¨¢ la gracia (...) Est¨¢ todo corrompido¡±, contesta Velilla.
Bustos llama a Soriano
El sumario revela el contenido de dos llamadas de Bustos a Soriano. En la primera conversaci¨®n (julio de 2010), el alcalde le pregunta por una carta que ha escrito y en la que Soriano se siente v¨ªctima de una ¡°percepci¨®n popular¡± seg¨²n la cual se est¨¢ ¡°enriqueciendo con comisiones ilegales¡±. El exconcejal alega que solo ha actuado en inter¨¦s de la ciudad. Y que si hubiera cobrado, sus hijos no estar¨ªan en el paro. Bustos le pregunta si es su t¨ªo, Melqu¨ªades Garrido, quien est¨¢ vertiendo esas injurias. Soriano lo niega.
En la segunda llamada, de septiembre, el alcalde se interesa por las preguntas que un periodista de Intereconom¨ªa ha hecho a Soriano sobre su t¨ªo. Este le cuenta todo con todo detalle en la charla. Al final, el edil le indica que d¨¦ al periodista el correo de su esposa, Montse Costa. Pero le advierte de que no debe decirle que es su mujer, sino solo la directora de Presidencia del Ayuntamiento.
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