De Guindos, tercer ¡®ministro¡¯ de Botella fulminado por el ¡®caso Madrid Arena¡¯
El delegado de Medio Ambiente y Movilidad "ha cumplido con su palabra" de dimitir F¨¢tima N¨²?ez, tambi¨¦n imputada hoy, sigue como concejal de Carabanchel
Antonio de Guindos, un gestor afable y eficaz, al¨¦rgico a la pol¨ªtica y encargado durante un a?o de la mitad del presupuesto del Ayuntamiento de Madrid, ha dimitido esta tarde como delegado de Medio Ambiente y Movilidad. Unas horas antes hab¨ªa sido imputado por su presunta responsabilidad en la tragedia que cost¨® la vida a cinco j¨®venes en la fiesta de Halloween celebrada en el pabell¨®n Madrid Arena.
"Ha cumplido con su palabra", ha explicado el portavoz municipal, Enrique N¨²?ez. De Guindos asegur¨® el pasado 3 de diciembre, durante su comparecencia ante la comisi¨®n de investigaci¨®n pol¨ªtica sobre la tragedia: "No suelo tener mucho apego a los cargos que ostento, y a este en concreto es al que menos. Pero solo dimitir¨ªa si me imputara la justicia o lo decidiera la alcaldesa".
La alcaldesa, Ana Botella (Partido Popular), no s¨®lo no lo ha decidido sino que ha intentado durante todo el d¨ªa convencer al delegado de que al menos aplazase su decisi¨®n hasta conocer el recurso de su abogado a la imputaci¨®n. Botella, que intent¨® cerrar la crisis pol¨ªtica desencadenada por la tragedia con la declaraci¨®n de Guindos ante la comisi¨®n, ha perdido ya a un tercio del Gobierno que dise?¨® tras sustituir al frente de la alcald¨ªa a Alberto Ruiz-Gallard¨®n en diciembre de 2011.
Curiosamente, las dos salidas anteriores fueron de responsables municipales que no han sido imputados pero s¨ª culpados de la tragedia. Sin embargo, Botella s¨®lo ha peleado por mantener a Guindos, que s¨ª lo est¨¢, pero es su amigo, su n¨²mero dos cuando era concejal de Medio Ambiente (2007-2011), y hermano del ministro de Econom¨ªa. Adem¨¢s, al no ser concejal, su marcha es definitiva y completa.
Esa insistencia por mantenerlo por parte de Botella, cristalizada en conversaciones constantes durante todo el d¨ªa, ha provocado que la rueda de prensa anunciando su marcha fuera precipitada y casi sobre la marcha, cuando el Palacio de Cibeles hab¨ªa apagado ya todas sus luces. Eso s¨ª, fiel a sus costumbres, ni Guindos sali¨® a explicar su "decisi¨®n personal", como la calific¨® el portavoz municipal, ni Botella compareci¨® para aclarar este episodio m¨¢s de una crisis que parece imposible de frenar y que ha acabado con su cr¨¦dito pol¨ªtico en apenas tres meses.
El Ayuntamiento, en cualquier caso, ha recalcado que cree en la total inocencia de Guindos y del resto de imputados hoy, entre ellos la concejal F¨¢tima N¨²?ez, que mantendr¨¢ no s¨®lo su acta sino tambi¨¦n su responsabilidad como encargada del distrito de Carabanchel. Tampoco ha anunciado el Ayuntamiento que vaya a relevar a Emilio Monteagudo, inspector jefe de la Polic¨ªa Municipal.
"Nada tiene que ver lo sucedido dentro de lo sucedido fuera. Es lo que seguiremos defendiendo", ha explicado Enrique N¨²?ez para distinguir la presunta culpa del organizador, Miguel ?ngel Flores, que vendi¨® supuestamente el doble de entradas de lo permitido; y la de los controladores de aforo y guardas de seguridad que deb¨ªan vigilar el recinto; de la tarea de la Polic¨ªa Municipal en los alrededores de pabell¨®n. Guindos era esa noche delegado de Medio Ambiente, Movilidad y Seguridad (esta ¨²ltima competencia se la retir¨® Botella hace unas semanas); F¨¢tima N¨²?ez era concejal de Seguridad. Ambos mandaban sobre Polic¨ªa Municipal y Samur.
Lo sucedido aquella noche, y la gesti¨®n pol¨ªtica que de ello ha hecho Botella, se ha llevado ya por delante a cuatro miembros del Gobierno municipal. El primero fue Pedro Calvo, que dimiti¨® el 13 de noviembre, tras se?alar el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 51 de plaza de Castilla que iba a ser imputado como responsable pol¨ªtico de alquilar el pabell¨®n municipal al organizador de la fiesta de Halloween en la que perdieron la vida cinco j¨®venes. Calvo sigue siendo concejal, y a¨²n no ha sido imputado.
El 9 de enero, Botella destituy¨® a su vicealcalde, Miguel ?ngel Villanueva, que abandon¨® de inmediato el acta de concejal. A Villanueva se le acus¨® en determinados medios de ser amigo del organizador de la fiesta, Miguel ?ngel Flores, imputado por haber duplicado presuntamente el aforo m¨¢ximo del recinto con hasta 20.000 personas. La Fiscal¨ªa, sin embargo, considera que no hay ning¨²n indicio en contra de Villanueva.
Tras la marcha de Villanueva, Botella desgaj¨® las competencias de Seguridad para crear un ¨¢rea independiente, corrigiendo as¨ª su primera decisi¨®n como alcaldesa. Al frente puso a Enrique N¨²?ez. De Guindos sigui¨® como delegado de Medio Ambiente y Movilidad. F¨¢tima N¨²?ez era hasta la tragedia su n¨²mero dos como responsable de Seguridad. Tras la remodelaci¨®n, perdi¨® ese cargo para convertirse en concejal de Carabanchel. El juez ha imputado adem¨¢s al director general de Emergencia, Alfonso del ?lamo, responsable directo del Samur; y a Emilio Monteagudo, inspector jefe de la Polic¨ªa Municipal.
Botella deber¨¢ ahora reformar de nuevo su Gobierno. Ser¨¢ la tercera remodelaci¨®n en cuesti¨®n de un a?o y el cuarto Ejecutivo municipal que tiene la ciudad desde que el PP ganara las elecciones en mayo de 2011. Los pilares de Botella son ahora el propio Enrique N¨²?ez, que adem¨¢s de delegado de Seguridad es portavoz del Gobierno (antes de la tragedia, era concejal del distrito Centro); y Concepci¨®n Dancausa, primera teniente de alcalde, delegada de Hacienda y, desde la ¨²ltima remodelaci¨®n, encargada tambi¨¦n de Econom¨ªa y Empleo.
De Guindos, N¨²?ez y Monteagudo han centrado la mayor¨ªa de cr¨ªticas sobre la actuaci¨®n del Ayuntamiento antes y durante la tragedia. El Ayuntamiento sab¨ªa desde el 6 de octubre que se iba a celebrar una fiesta de Halloween en el Madrid Arena, a la que asistir¨ªan al menos 7.000 personas. Pero no avis¨® al Samur hasta apenas unas horas antes, por lo que estos tuvieron que improvisar ¡°sin tiempo suficiente¡±, sobre la marcha, su despliegue, a medida que fueron recibiendo alertas sobre intoxicaciones et¨ªlicas y otras incidencias en esa ¨¢rea.
As¨ª lo reconoci¨® durante la comisi¨®n de investigaci¨®n el director de Emergencias, Alfonso del ?lamo, ahora imputado. Entre las las 0.09 y las 2.40 de esa noche, el Samur tuvo que acudir a atender a 10 j¨®venes, algunos de ellos menores de edad, por intoxicaciones et¨ªlicas o heridas; y al menos tres fueron hospitalizados. A las 2.28, viendo la profusi¨®n de avisos recibidos, se enviaron dos unidades a la zona, que fueron las que actuaron luego con rapidez.
El fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, ha se?alado que de las grabaciones difundidas de c¨®mo se atendi¨® a la primera llamada de auxilio (de forma incorrecta y maleducada, por parte de un t¨¦cnico en pr¨¢cticas) no se puede deducir responsabilidad penal: ¡°La actuaci¨®n fue absolutamente correcta¡±.
La actuaci¨®n de la Polic¨ªa Municipal tambi¨¦n ha despertado serias dudas. Primero, porque s¨®lo hab¨ªa agentes durante la fiesta en el exterior, y no muchos, y no entraron al recinto hasta despu¨¦s de ocurrida la tragedia. Adem¨¢s, no evitaron que miles de j¨®venes realizaran botell¨®n en la zona. ¡°No era nuestra prioridad¡±, afirmaron los mandos policiales.
¡°Nadie quiso que hubiera muertes, pero aquella noche casi nadie cumpli¨® con su deber, ni la empresa de vigilantes, ni la Polic¨ªa Municipal, ni el organizador, ni el Samur", afirmaron fuentes de la investigaci¨®n judicial a EL PA?S hace un mes.
"Es incomprensible que en un espect¨¢culo de esa envergadura no hubiera ambulancias preparadas dentro del recinto, ni que se hubiese habilitado un pasillo para, en caso de emergencia, como sucedi¨®, las ambulancias pudieran entrar y salir. Tampoco se entiende la dejaci¨®n del Samur, la inacci¨®n de la Polic¨ªa Municipal ante el botell¨®n que celebraron cientos de j¨®venes en el exterior del pabell¨®n, pero dentro del recinto. Aquello fue la ley de la selva¡±, a?adieron.
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