Deseos como obras de arte
La comisaria internacional Rosa Mart¨ªnez vuelve a CaixaForum
Deseo poder ir a la universidad. Deseo que me ames con pasi¨®n. Deseo que mi papa encuentre trabajo. Deseo dejar de ser mediocre. Deseo no perder nunca la capacidad de desear. Son algunos de los 60 deseos, algunos pr¨¢cticos y otros m¨¢s metaf¨ªsicos, imprimidos sobre 10.000 lazos de colores, parecidos a los que venden como amuletos en la iglesia de Bonfim en Salvador de Bah¨ªa, que componen la instalaci¨®n de la artista brasile?a Rivane Neuenschwander. La obra forma parte de la exposici¨®n Qu¨¦ desear,segunda entrega del ciclo que Rosa Mart¨ªnez, organiza en CaixaForum Barcelona, con obras de la colecci¨®n de arte de la Fundaci¨®n La Caixa, en di¨¢logo con pr¨¦stamos muy escogidos.
En este caso la pieza invitada es la de Neuenschwander, que la artista ha actualizado con nuevos deseos, reunidos durante talleres con escuelas y colectivos en riesgo de exclusi¨®n. De las casi 600 aspiraciones formuladas, eligi¨® las 60 que conforman un mural en permanente transformaci¨®n, ya que los visitantes pueden llevarse la cinta cuyo deseo comparten. Seg¨²n el planteamiento del ciclo, tambi¨¦n hay una obra invitada de otra ¨¦poca, en esta ocasi¨®n la reproducci¨®n de La mari¨¦e mise ¨¤ nu par ses c¨¦libataires, m¨ºme de Duchamp, una de las cartograf¨ªas paradigm¨¢ticas sobre las din¨¢micas del deseo, que Mart¨ªnez utiliza ¡°para hablar del deseo como espacio de proyecci¨®n de fantas¨ªas y motor de la voluntad¡±. La referencia a uno de los padres de la vanguardia contin¨²a con Los solteros (a partir de Marcel Duchamp) de Sherrie Levine, que la artista convierte en esculturas biom¨®rficas, acentuando su car¨¢cter sexual, pero que a la vez desactiva, usurpando un papel habitualmente masculino.
¡°El deseo tiene mucho contenido para proyectar¡±, afirm¨® Rosa Mart¨ªnez, que por ello ha dibujado un espacio expositivo completamente distinto al que acogi¨® el primer cap¨ªtulo del ciclo Qu¨¦ pensar. Todas las barreras arquitect¨®nicas han sido eliminadas para acoger ocho obras, en su mayor¨ªa de grandes dimensiones. Algunas son realmente extraordinarias. Ante todas L¡¯amour fou, una enorme tela figurativa y mat¨¦rica del mejor Barcel¨®, el de principio de los 80. La obra, que plasma el car¨¢cter orgi¨¢stico de la literatura y la comida, condensa y actualiza todos los g¨¦neros cl¨¢sicos de la pintura: el interior, el paisaje, el autorretrato y el bodeg¨®n. Tambi¨¦n rinde su personal homenaje a las vanguardias ¡°con un t¨ªtulo que hace referencia a la fuerza instintiva y ciega sobre la que teoriz¨® el surrealista Andr¨¦ Bret¨®n¡±. El poder f¨¢lico impregna tambi¨¦n Sombras en el agua de Liu Jianhua, una escultura mural que reproduce en cer¨¢mica blanca el skyline de diversas ciudades. ¡°La agresividad y soberbia de la arquitectura contempor¨¢nea oculta los lados oscuros y las miserias, que Liu Jianhua plasma en las sombras proyectadas por la pieza¡±, indica la comisaria.
Igualmente blanca es la pared embarazada de Anish Kapoor, una pieza que proporciona una experiencia cinem¨¢tica y fenomenol¨®gica, ya que aparece y desaparece seg¨²n el punto de vista del espectador. Del estado de expansi¨®n, creaci¨®n y potencialidad de When I'm pregnant, a la brutal realidad de Luisa II de Pepe Espali¨², una de las obras que reflejan el drama personal del Sida y la lacra del estigma social. ¡°Luisa era amiga suya, activista y victima de la enfermedad. Desde que fue diagnosticado Espali¨² convirti¨® su arte en un instrumento de concienciaci¨®n¡±, explic¨® Mart¨ªnez, que cerrar¨¢ su ciclo con Qu¨¦ hacer.
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