De la esperanza de la ¡®Primavera valenciana¡¯ al escepticismo actual
Un a?o despu¨¦s del movimiento estudiantil la desmovilizaci¨®n es ahora mayoritaria

El 15 de febrero de 2012, despu¨¦s de varios d¨ªas de protesta contra los recortes en educaci¨®n, protagonizados por los estudiantes en el centro de la ciudad de Valencia, la polic¨ªa intervino deteniendo a varios alumnos del instituto Llu¨ªs Vives. Hab¨ªa estallado la Primavera valenciana. Las manifestaciones se sucedieron durante diez d¨ªas. Un a?o despu¨¦s, el resultado de los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los estudiantes (¡°el enemigo¡±, seg¨²n una desafortunada expresi¨®n del entonces Jefe Superior de Valencia, Antonio Moreno) es dif¨ªcil de calcular.
Agust¨ªn Arenas, fundador de la Asociaci¨®n Jur¨ªdica Primavera Valenciana (AJPV) contabiliza 117 procedimientos contra los manifestantes, 42 de ellos procesos judiciales en marcha y el resto, expedientes sancionadores u otros procedimientos administrativos. Ricardo Cano, abogado de la Asamblea por las Libertades y contra la Represi¨®n, integrada por diversas entidades c¨ªvicas y pol¨ªticas, eleva la cifra y habla de 120 expedientes sancionadores que ellos manejan ¡ªy que est¨¢n a punto de pasar en la jurisdicci¨®n contencioso administrativa¡ª, adem¨¢s de una docena de denuncias por lesiones contra la polic¨ªa.
¡°Es dif¨ªcil cuajar algo s¨®lido porque estaba mal visto tener ideolog¨ªa¡±
Aunque los protagonistas de la Primavera fueron los estudiantes de bachillerato de los diferentes institutos de Valencia, ¡ªcon especial protagonismo de los del Llu¨ªs Vives, que es donde comenz¨® todo¡ª, hubo tambi¨¦n mayores de edad que se sumaron a las protestas, como J. C., ingeniero t¨¦cnico de 26 a?os y estudiante de Educaci¨®n Social.
Un a?o m¨¢s tarde sus reflexiones sobre lo conseguido en aquellas jornadas desprende un cierto escepticismo. ¡°En parte nos han desmovilizado, era lo que quer¨ªan¡±. Rechaza que la Primavera valenciana fuera solo una cuesti¨®n de defensa de la Educaci¨®n y dice que si unos chicos de instituto se plantan ante la polic¨ªa, es por algo m¨¢s. ¡°Se trata de algo global, relacionado con la falta de participaci¨®n en pol¨ªtica, los recortes sociales, la estrategia de acabar con los logros del movimiento obrero¡±, argumenta. Pero cree que es dif¨ªcil que cuaje un movimiento s¨®lido ¡°porque durante mucho tiempo tener ideolog¨ªa ha estado mal visto¡±. Respecto al aniversario, no cree ¡°que sea un d¨ªa a celebrar, sino de lucha en la calle¡±.
J. C. fue el primer mayor de edad detenido de la larga lista generada entre el 15 y el 25 de febrero. Era mediod¨ªa cuando lleg¨® con amigos: ¡°Alucin¨¦ c¨®mo los chavales del Llu¨ªs Vives se organizaban y llevaban la iniciativa¡±. Recuerda que hubo cortes de calles, c¨®mo se sum¨® la manifestaci¨®n y el tap¨®n que se produjo en la calle Bail¨¦n, ya cerca de las dos. Intentaron ¡°poner calma entre los chavales y la polic¨ªa, porque estaban cayendo los unos encima de otros¡± y J. C. dijo a un agente: ¡°No me empujes porque puedes hacer da?o a los chicos de atr¨¢s¡±. Todo se precipit¨®: ¡°Mientras me ped¨ªan la identificaci¨®n me estaban tirando al suelo¡±. Al poco estaba esposado y no tard¨® en acompa?arle su amiga, que ¡°intentaba estirar¡± de ¨¦l. Los trasladaron en veh¨ªculo Zeta a las dependencias policiales de la Gran V¨ªa, donde estuvieron ¡°m¨¢s de una hora estacionados, solos, con las ventanillas cerradas y al sol¡±.
Sab¨ªan qu¨¦ hacer si se enfrentaban a una situaci¨®n as¨ª: ¡°Si te movilizas tienes que tomar precauciones¡±. En los calabozos, J. C. recuerda haberse encontrado con otros seis detenidos. En 24 horas solo tomaron zumo y galletas. Le llevaron a dormir a Zapadores, tras haber hablado con su abogado ¡°ya de noche, esposado¡±.
Al d¨ªa siguiente, J. C. ocupar¨ªa su tercera celda, la de los juzgados, donde pas¨® unas horas. ¡°No puede ser casual que cogieran a uno de cada sindicato estudiantil importante¡±, recuerda que comentaron en ese tiempo.
Con 18 a?os, Andreu prepara ex¨¢menes de la carrera de Sociolog¨ªa alejado del ruido urbano, pero hace un a?o fue el primer menor de edad detenido en el inicio de las protestas. Estudiaba Bachillerato cuando la polic¨ªa lo detuvo el 15 de febrero de 2012 junto a su instituto, el ya c¨¦lebre Llu¨ªs Vives de Valencia. Era mi¨¦rcoles.
Un alumno dice que ahora tiene una visi¨®n diferente de los pol¨ªticos
¡°Nos hab¨ªamos concentrado en la calle los d¨ªas anteriores al salir de clase¡±, recapitula. ¡°Pero ese d¨ªa notamos que hab¨ªa mucha m¨¢s polic¨ªa¡±. A pesar de ello, se sentaron en mitad de la calle X¨¤tiva con los panfletos que ten¨ªan para repartir. ¡°Protest¨¢bamos por los recortes; la educaci¨®n deber¨ªa ser lo ¨²ltimo en recortar¡±, afirma. Recuerda que los agentes empezaron a increparles para que se levantaran. Que les cog¨ªan por un punto del cuello que hace da?o y que un polic¨ªa ¡°se puso hist¨¦rico¡± porque dec¨ªa que le hab¨ªan cogido la gorra.
El ambiente se hab¨ªa caldeado y la gente gritaba. Vio c¨®mo a una amiga la alzaban por brazos y piernas y le pegaban. ¡°Mi reacci¨®n natural fue apartar al polic¨ªa¡±, recuerda y al instante se vio rodeado por agentes que le pusieron las esposas. ¡°Fue todo un poco confuso, pero hay v¨ªdeos de amigos que te lo recuerdan, porque todos comenzaron a grabar¡±. Luego, el tiempo solo en el furg¨®n, ¡°no tanto como otros amigos que pasaron ocho horas¡±; el ambulatorio y la comisar¨ªa de Zapadores. Le soltaron sobre las 19.30. Lola, su madre recuerda la vuelta a casa, con numerosas muestras de solidaridad de su instituto y otros institutos. Para entonces la mecha ya estaba encendida y tanto las protestas como las detenciones se fueron ampliando los d¨ªas 16, 17, 20, 22 y 25.
¡°Fue una vivencia muy negativa¡±, recuerda Julio, profesor del Llu¨ªs Vives
A partir de entonces fue ¡°con cuidado¡±, sobre todo tras ver ¡°c¨®mo iban a por una amiga porque la hab¨ªan visto en otras manifestaciones¡±. ¡°Ahora tengo una visi¨®n diferente de los pol¨ªticos, de la polic¨ªa y de una parte del periodismo¡±. Su elecci¨®n de carrera ¡°tiene que ver con lo que pas¨®¡±. T¨ªtulos como Sociolog¨ªa, Econom¨ªa o Pol¨ªticas ¡°se pueden aplicar a lo que est¨¢ pasando, se est¨¢n cargando el estado de bienestar¡±. El caso de Andreu fue archivado nueve meses despu¨¦s, como la mayor¨ªa de los asuntos de menores. Pero ahora tiene pendiente otro por pintadas, la madrugada del 25.
¡°Fue una vivencia muy negativa¡±, recuerda Julio, uno de los profesores del Llu¨ªs Vives que dejaron la asamblea que celebraban en ese momento para ver qu¨¦ pasaba. ¡°Los chicos se enfrentaron a una polic¨ªa que desconoc¨ªan, pero yo s¨®lo vi en ellos resistencia pasiva frente a actitudes de antidisturbios¡±. Le cost¨® mucho ser informado y puso una denuncia. Luego vinieron d¨ªas ¡°muy tensos¡±, estaban ¡°rabiosos, indignados¡±, dice el profesor, ¡°y ten¨ªamos que calmarlos¡±. ¡°Sobre todo a los m¨¢s peque?os¡±, corrobora Imma, otra profesora. ¡°Nos desbord¨®¡±, a?ade, y por eso agradecieron el apoyo de Mar¨ªa, ¡°una psic¨®loga del 15-M que lleg¨® dos d¨ªas despu¨¦s de Madrid para organizar unos talleres¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.