El ¨¦xito se deber¨ªa medir ¡°en el Producto del Bien Com¨²n no en el PIB¡±
Christian Felber postula el valor de la dignidad humana frente al af¨¢n de lucro en una Nau llena
Un profesor le pregunt¨® a un alumno qu¨¦ quer¨ªa estudiar. Este le contest¨® que ?tica y Econom¨ªa. El profesor le inst¨® a que se decidiera entre una de las dos. Para Christian Felber, profesor de Econom¨ªa en la Universidad de Viena, no son nada incompatibles. Cont¨® la an¨¦cdota-chiste para anticipar por d¨®nde iba a transitar su discurso, que postula anteponer el valor de la dignidad humana al af¨¢n de lucro y la competitividad inherentes al sistema capitalista. En s¨ªntesis, el licenciado austriaco en Filolog¨ªa Rom¨¢nica y bailar¨ªn de danza contempor¨¢nea aboga por cambiar el Producto Interior Bruto (PIB) como medida del ¨¦xito (o fracaso) de la econom¨ªa de un pa¨ªs por el "Producto del Bien Com¨²n".
No en vano, Felber es la punta de lanza del movimiento Econom¨ªa del Bien Com¨²n y autor del libro, del mismo nombre (editado en Espa?a por Deusto), que ha cosechado un ¨¦xito importante. El paraninfo y el aula magna de la Nau Centre de Cultura de la Universitat de Val¨¨ncia se quedaron peque?os. El p¨²blico abarrot¨® las salas la tarde del martes para escuchar la conferencia del dirigente austriaco de Attac, organizada por Amnist¨ªa Internacional, en el seno de Claustre Obert, espacio de debate creado por la instituci¨®n acad¨¦mica y EL PA?S.
Si el objetivo de la econom¨ªa no es obtener "beneficios y dinero", sino satisfacer las necesidades de la gente, estas pasan por "implementar los Derechos Humanos". El sistema econ¨®mico tiene como "meta principal el af¨¢n de lucro" y como forma de relacionarse "la competitividad". Estas son las reglas del juego, pero el sistema capitalista de mercado no es un "programa gen¨¦tico, ni biol¨®gico, sino pol¨ªtico", y por tanto, se puede cambiar.
El sistema capitalista de mercado no es un programa gen¨¦tico, ni biol¨®gico, sino pol¨ªtico, y por tanto, se puede cambiar.
Cambiar para que la actividad econ¨®mica sirva al bien com¨²n, apunt¨® el ambi¨¦n estudioso de la sociolog¨ªa y la psicolog¨ªa. El objetivo, por tanto, es adaptar la econom¨ªa real capitalista a los principios constitucionales, que recoge, entre otras, la "Constituci¨®n de Baviera". Frente a la competitividad, la cooperaci¨®n, y tambi¨¦n valores como la confianza, la honestidad, la responsabilidad, la solidaridad, la generosidad y la compasi¨®n, entre otros. Algunos de estas virtudes fueron sugeridas por el propio p¨²blico, cuando Felber pregunt¨® por "los valores que permiten florecer las relaciones humanas". Valores que se contemplan en las constituciones de los pa¨ªses democr¨¢ticos, como la dignidad, la solidaridad, la justicia, la sostenibilidad ecol¨®gica y la democracia. Estos son las variables que conforman el balance del bien com¨²n.
El profesor de Viena se mostr¨® como un consumado comunicador y divulgador, ir¨®nico y sol¨ªcito. de hecho, propuso que la comunicaci¨®n deber¨ªa ser materia de estudio en la educaci¨®n, al igual que la emoci¨®n o la sensibilidad del cuerpo. En un castellano muy fluido y correcto, explic¨® que "la rueda ya est¨¢ inventada", que las tesis de la Econom¨ªa del Bien Com¨²n siempre han estado ah¨ª, pero que es momento de ponerlas en marcha. Abog¨® por crecer poco a poco, empezar por la unidad m¨ªnima, por los municipios; por "comunidades de energ¨ªa" que transmitan los valores de la Econom¨ªa del Bien Com¨²n; por las empresas que se comprometan a regirse por los indicadores de ese movimiento.
Un millar de empresas amigas
Son ya 1.000 empresas de 15 pa¨ªses y unos miles de personas los que se han unido a esta especie de cooperativismo constitucional que a¨²na ¨¦tica y econom¨ªa. El prop¨®sito es que los administraciones valoren y concedan ventajas a las empresas que cumplen con los requisitos. Entre otras iniciativas, Felber ha propugnado que los sueldos no puedan superar 20 veces el salario m¨ªnimo o un impuesto sobre la propiedad del 1%, como posible f¨®rmula para reducir la deuda p¨²blica en Espa?a.
La receptividad del p¨²blico se hizo patente en su elevada participaci¨®n, formulando preguntas o haciendo comentarios. El vicerrector de Cultura, Antonio Ari?o, ejerci¨® de moderador, y la representante de Amnist¨ªa Internacional, Blanca Garrigo, ley¨® un carta suscrita tambi¨¦n por Greenpeace y Intermon-Oxfam. Record¨® que hay 1,8 millones de hogares espa?oles sin ingresos y critic¨® las penurias que produce la pol¨ªtica de austeridad. Tambi¨¦n incidi¨® en que con los ingresos anuales de las cien personas m¨¢s ricas del mundo se podr¨ªa erradicar la pobreza "cuatro veces".
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