Acci¨® Ecologista-Agr¨® reivindica su rigor al cumplir 25 a?os
Sentencias y proyectos avalan su trayectoria independiente
Un concejal de Valencia les asegur¨® que en Espa?a nunca ser¨ªa posible extender la recogida selectiva de basura. Que no casaba con la mentalidad de por aqu¨ª. Corr¨ªan los a?os ochenta. Los contenedores de distintos colores eran una realidad en numerosas ciudades alemanas y europeas. Y los miembros de Acci¨® Ecologista-Agr¨® intentaban trasladar a los responsables pol¨ªticos la necesidad de reciclar. Hoy, nadie lo duda y los diversos contenedores forman parte del mobiliario urbano; y, cuando faltan, los ciudadanos protestan, al margen de las estimaciones sobre si la conciencia ecol¨®gica ha calado lo suficiente.
Los activistas tambi¨¦n advert¨ªan de los riesgos del cambio clim¨¢tico o defend¨ªan el uso de la bicicleta, cosas de cuatro alternativos, ecologistas o antiguos hippies. 25 a?os despu¨¦s, el cambio clim¨¢tico tiene su agenda propia en la ONU y el servicio de Valenbisi cuenta con m¨¢s de 100.000 usuarios. No es que Acci¨® Ecologista-Agr¨® estuviera integrada por infalibles augures, ni que sus reivindicaciones y denuncias no fueran compartidas por otros colectivos y ciudadanos, pero s¨ª merece aprovechar una efem¨¦ride como el 25 aniversario de la fusi¨®n entre las dos asociaciones (Acci¨® y Agr¨®) para recordar la labor desarrollada. El pasado viernes lo celebraron.
¡°Empezamos como colectivo antinuclear. Quer¨ªamos extender el valencianismo identitario y el ecologismo¡±, explica Maties Riera sobre Acci¨® Ecologista, que compart¨ªa sede con Agr¨®, "un grupo m¨¢s de naturalistas y bi¨®logos". Coincid¨ªan en muchas acciones y la uni¨®n fue una consecuencia l¨®gica. ¡°Adem¨¢s de antinucleares, siempre nos significamos como conservacionistas de las zonas h¨²medas, de la Albufera, del Marjal del Moro, del de Pego, algo que tampoco se entend¨ªa muy bien en aquellos ochenta¡±, apunta V¨ªctor Navarro, en la Casa Verda, sede actual de Acci¨® Ecologista-Agr¨® ubicada a pocos metros del Portal de Valldigna, en El Carme. La revitalizaci¨®n de este barrio valenciano era otra de sus reivindicaciones y la raz¨®n de sus cr¨ªticas a la Universitat de Val¨¨ncia cuando decidi¨® ampliarse en el actual campus de Tarongers ¡ª¡°Lo que era huerta¡±, apostilla Navarro¡ª y no en el casco antiguo ¡ªdonde se ha instalado buena parte de la Universidad Cat¨®lica, recientemente.
Un hito para Acci¨® fue la querella contra la central t¨¦rmica de Andorra y la lluvia ¨¢cida que afectaba a 23 poblaciones. ¡°Se lleg¨® a un acuerdo para reducir la contaminaci¨®n y se conden¨® a Endesa a correr con los gastos¡±, recuerda otro hist¨®rico, Joan Llinares. El cierre del vertedero de Basseta Blanca, la querella contra el alcalde de Pego por el enterramiento del marjal de Pego, la sentencia del Tribunal Supremo por el Plan Rector de Uso y Gesti¨®n de l'Albufera o la m¨¢s reciente por la urbanizaci¨®n con campo de golf en una zona h¨²meda de Benic¨¤ssim son otras de las actuaciones de Acci¨® que fructificaron. Han firmado tambi¨¦n convenios de custodia del territorio, como el del marjal de Almenara, y se encargan del uso medioambiental del recuperado Tancat de la Pipa en L'Albufera.
¡°Independencia y rigor. Yo creo que eso define nuestra forma de actuar¡±, se?ala Navarro. Nunca han pedido ni recibido ayudas ¡ª¡°bueno, una minucia alguna vez por publicar en valenciano nuestros boletines¡±, a?ade¡ª. Son un millar de asociados y nunca han solicitado el voto a ninguna candidatura. Consideran que los partidos pol¨ªticos muestran conciencia medioambiental s¨®lo cuando est¨¢n en la oposici¨®n y declinan pronunciarse sobre los motivos por los que no ha cuajado una formaci¨®n pol¨ªtica ecologista. Ese es otro cantar.
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