Stravinski, la rebeli¨®n
Est¨¦vez y Pa?os coreograf¨ªan la revuelta campesina sobre la partitura del compositor ruso
La consagraci¨®n de la primavera, una obra compuesta espec¨ªficamente para ballet, hab¨ªa sido objeto de m¨²ltiples lecturas, pero nunca de una que tuviera la mirada flamenca. Y no es que Est¨¦vez y Pa?os hayan alterado la hermosa partitura, sobre la que edifican una compleja y lograda composici¨®n coreogr¨¢fica, pero s¨ª que, antes de llegar a ella, en una primera parte, configuran una atm¨®sfera que es flamenca en su ra¨ªz, apegada a la tierra y a sus labores, con los cantes que les son propios y que son mayormente flamencos. Sin ella, la segunda parte, que ocupa la composici¨®n de Stravinsky, no tendr¨ªa sentido. Como, probablemente, la introducci¨®n naufragar¨ªa como obra aislada sin la complementaci¨®n que le sigue. De la oposici¨®n dial¨¦ctica de ambas piezas surge una obra de tintes ¨¦picos, trabada y cohesionada por medio de un trabajo que se imagina ¨ªmprobo y que llega a reunir a docena y media de artistas en el escenario.
Expresar con danza las duras labores de los jornaleros en el campo no debe ser cosa f¨¢cil si se quiere abordar con la veracidad que aqu¨ª se ha pretendido. Trabajos como la siega, la trilla o el vareo se trasladan a la escena a trav¨¦s de composiciones coreogr¨¢ficas muy esforzadas y de gran exigencia f¨ªsica para los bailarines. Vienen asociadas, adem¨¢s, a los cantes que les acompa?an, por lo que llegan a ser muy reconocibles. La dureza de esas coreograf¨ªas es expresi¨®n de las que son propias de esas labores y, de tal manera, contribuyen a la creaci¨®n de una atm¨®sfera asfixiante de trabajo y explotaci¨®n que prepara lo que habr¨¢ de llegar. En esta primera parte hay que hacer menci¨®n expresa al cante, bien elegido y ensamblado, muy fiel a la tradici¨®n, pero tambi¨¦n con referencias a cantaores legendarios, mayormente de Jerez. Se hizo, adem¨¢s, siempre a palo seco, excepto en una ronda de seguiriyas en la que los tres cantaores se acompa?an a la guitarra y en unos tonos no precisamente f¨¢ciles.
El final de la primera parte anticipa lo que llegar¨ªa con la segunda: la rebeli¨®n. Es el momento de la revuelta y de adaptar la creaci¨®n coreogr¨¢fica a la exigencia de una dif¨ªcil partitura. El resultado es explosivo por momentos y muy expresivo, trasladando tensi¨®n narrativa y emoci¨®n. En los movimientos corales hay una fluidez natural y las simetr¨ªas se rompen ante el dictado de una m¨²sica que fue en su d¨ªa de vanguardia. La sincron¨ªa de la danza con ella es casi milim¨¦trica y los hechos narrativos encuentran respaldo y acomodo en los m¨²ltiples giros de la obra musical. Es especialmente hermoso el paso a dos de Rosana Romero y Valeriano Pa?os: amor y ternura, incertidumbre y miedo ante el inevitable final de los acontecimientos. La conclusi¨®n, con la represi¨®n y la muerte como protagonistas, y con Canales, Est¨¦vez y Pa?os en primer plano, no por predecible es menos bella.
'La consagraci¨®n' Est¨¦vez/Pa?os y Compa?¨ªa
Direcci¨®n, idea original y coreograf¨ªa: Rafael Est¨¦vez y Valeriano Pa?os. Artista Invitado: Antonio Canales. Colaboraci¨®n especial (coreograf¨ªa y baile): Antonio Ruz. Bailarina principal: Rosana Romero. Bailarines: Sara Jim¨¦nez, Macarena L¨®pez, Carmen Manzanera, Ver¨®nica Llavero, Ana Latorre, Andoitz Ruibal, Daniel Morillo, Jes¨²s Perona y Manuel Ram¨ªrez. Cante: Rafael Jim¨¦nez Falo, Sandra Carrasco, David El Galli e Israel Fern¨¢ndez. M¨²sica: Flamenco popular, folclore, Igor Stravinski. Teatro Villamarta de Jerez (C¨¢diz), 1 de marzo de 2013
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