Un gran Rom¨¢n, maltratado por el palco
Novillada accidentada, con Posada y Rom¨¢n que acabaron en la enfermer¨ªa
Dos de los cuatro novilleros acabaron en la enfermer¨ªa. Posada con una cornada en la pierna izquierda, de la que sangraba con abundancia, y Rom¨¢n por una luxaci¨®n en el hombro izquierdo. Posada mat¨® al novillo que le hiri¨® y por su pie pas¨® a manos de los galenos; Rom¨¢n hizo una primera visita a los doctores en plena lidia de muleta, volvi¨® al ruedo pero de inmediato se le reprodujo la lesi¨®n. Regres¨® a la enfermer¨ªa, de la que ya no sali¨®.
Mas como las desgracias dicen que nunca vienen solas, a Rom¨¢n ya la tarde se le puso cuesta arriba cuando el presidente, en lamentable decisi¨®n, le neg¨® en el tercero un triunfo de dos orejas, dejando el premio en una. A ese tercero, gran novillo de Ricardo Gallardo, due?o y se?or de Fuente Ymbro, le hizo Rom¨¢n una faena que roz¨® lo antol¨®gico. Mano baja, trazo largo, muletazos cosidos en trenza, y una gran impresi¨®n de torero poderoso, t¨¦cnico y de calidad. M¨¢s redonda sobre la mano izquierda, por donde el novillo desnud¨® tambi¨¦n toda su clase. El tel¨®n de labor tan completa se alz¨® con muletazos rodilla en tierra, a una y dos manos, hasta sacar al bravo animal fuera del tercio. Y se baj¨® el tel¨®n con unas bernardinas, combinadas por ambos pitones, ligadas con improvisada trincherilla a una mano y el remate final de una limpia arrucina, de nuevo con la muleta montada. Obra que coron¨® con una gran estocada, volc¨¢ndose sobre el morrillo, con salida trompicada al tiempo que el novillo rodaba sin puntilla. Gran novillo, que mereci¨® algo m¨¢s que la ovaci¨®n a t¨ªtulo p¨®stumo; y gran faena, que mereci¨® ser mejor valorada desde un palco que no pareci¨® muy al tanto de lo que acababa de suceder.
Fuente Ymbro / Puerta, Leal, Rom¨¢n, Posada
Ocho novillos de Fuente Ymbro. Bien presentados. Excelentes primero y tercero, deslucidos segundo y sexto, inc¨®modo el cuarto y manejable el resto. Cumplieron en varas.
Antonio Puerta: pinchazo ¨Caviso-, otro pinchazo y m¨¢s de media -2? aviso- (saludos); media tendida ¨Caviso- y estocada (saludos); entera ¨Caviso- (vuelta al ruedo).
Juan Leal: estocada desprendida (palmas); dos pinchazos y estocada (silencio).
Rom¨¢n: gran estocada sin puntilla (oreja, petici¨®n de la segunda y dos vueltas); lesionado en el 7?, remat¨® el novillo Puerta.
Posada de Maravillas: entera (ovaci¨®n al retirarse a la enfermer¨ªa).
Plaza de Valencia, 9 de marzo. 1? de Fallas. Casi media. Posada fue asistido en la enfermer¨ªa de una cornada en el tercio medio de la pierna izquierda, de 12 cent¨ªmetros, de pron¨®stico reservado. A Rom¨¢n le asistieron de una luxaci¨®n en el hombro izquierdo, que se le redujo e inmoviliz¨®. El festejo dur¨® tres horas y trece minutos.
De s¨¦ptimo salt¨® un feucho novillo, muy estrecho de sienes, que no dijo nada en los dos primeros tercios. Con el ambiente a favor y la impronta de venganza hacia el palco, tanto por parte del torero como del p¨²blico, Rom¨¢n fue directo al grano. Tanta entrega la pag¨® y cuando la faena comenzaba a tomar cuerpo, una voltereta con ca¨ªda sobre el hombro izquierdo frustr¨® la operaci¨®n revancha. Con claros s¨ªntomas de lesi¨®n, Rom¨¢n pas¨® a la enfermer¨ªa. Unos minutos de espera por si el valenciano pod¨ªa volver a la arena y Antonio Puerta que se tiene que hacer cargo del novillo. Ya metido Puerta en harina, Rom¨¢n que aparece en el ruedo y vuelve a tomar muleta y estoque. Pero se reproduce la lesi¨®n, y tras unos muletazos de quiero y no puedo entr¨® a matar una vez. No pudo seguir y es de nuevo Puerta quien esta vez acaba definitivamente con tan rocambolesca historia.
Cuatro novillos, cuatro, entreg¨® Antonio Puerta a las mulillas: los dos suyos y los segundos de Rom¨¢n y Posada. Con los que el sorteo le depar¨®, se vio a un torero muy seguro, s¨®lido, con oficio y coraje. Al bravo primero, al que salud¨® de rodillas a porta-gayola, lo lig¨® con la derecha con la mano muy baja. Por ese lado puntu¨® alto la faena. Sobre la izquierda los naturales salieron m¨¢s de uno en uno que en racimo, pero tambi¨¦n a mano baja y con mando. Se alarg¨® demasiado y el novillo, bravo y noble que no tontaina, le sorprendi¨® en un descuido, se lo ech¨® encima y lo estamp¨® contra las tablas. Del trance sali¨® Puerta mareado, pero sano y salvo para lo que pudo ocurrir. En el quinto no se lo pens¨® para comenzar la faena de rodillas y en el platillo. Algo distra¨ªdo el novillo, que amag¨® con rajarse, no impidi¨® ver de nuevo a un Puerta consistente y due?o de su voluntad. Remat¨® con brevedad al que lesion¨® a Rom¨¢n, y al octavo, el m¨¢s flojo de todos, lo tore¨® m¨¢s efectista. Con la reserva de gasolina acabada, el de Fuente Ymbro termin¨® muy corto. Tambi¨¦n se pas¨® de rosca el torero, que en este novillo recibi¨® el cuarto aviso de los que coleccion¨® en la tarde.
Juan Leal tropez¨® con el lote m¨¢s deslucido. Protest¨®n y berre¨®n el segundo, solo le dej¨® brillar en el pase cambiado de inicio. Sin entrega, el novillo no dio m¨¢s que para que Leal mostrara actitud. El sexto tambi¨¦n protest¨® y se defendi¨®, con cabeceo continuo y tendencia a quedarse en las zapatillas del torero. M¨¢s voluntad en Leal. No hab¨ªa otra cosa que rascar.
El ¨²nico novillo que mat¨® Posada de Maravillas fue inc¨®modo. Le consinti¨® Posada, que como pudo le llev¨® bien toreado, con expresi¨®n muy art¨ªstica. Buenos apuntes. En una de esas el novillo hizo por el torero y de un pitonazo seco le levant¨® los pies del suelo. Vol¨® alto Posada y cay¨® herido. Con la sangre asomando por su pierna izquierda, Posada acab¨® con el novillo como bien pudo y por su pie pas¨® a la enfermer¨ªa. No volvi¨® a salir.
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