Agentes contra se?oras con paraguas
El subdelegado del Gobierno dirigi¨® a pie de obra el despliegue policial ante el congreso del PP de Pontevedra
El PP consigui¨® su objetivo de tener un congreso provincial de Pontevedra relativamente tranquilo, pero le cost¨® trabajo. La presi¨®n de los afectados de las preferentes empieza a agobiar, de modo que los dirigentes populares se curaron en salud y trasladaron la cita desde Pontevedra a un recinto aislado de m¨¢s de 400.000 metros cuadrados en Silleda y organizaron un despliegue de Guardia Civil m¨¢s propio de una reuni¨®n del G-20. En torno a un millar de personas, en su amplia mayor¨ªa jubilados, sortearon el mal tiempo y se apostaron, por grupos, junto a las varias entradas del lugar, tan lejos del edificio donde los populares le¨ªan sus discursos que dentro apenas oyeron sus m¨¢s de tres horas de bocinazos.
?Los primeros manifestantes llegaron a las instalaciones de la Semana Verde algo despu¨¦s de las 10 de la ma?ana, tras comprobar que en las cercan¨ªas del lugar los coches de la Guardia Civil asomaban en cada cruce. En la entrada principal, las lecheras, los agentes con porra y casco y el subdelegado del Gobierno en persona, Antonio Coello, controlaban la entrada principal, donde lleg¨® a haber reunidos hasta 40 agentes y una veintena de veh¨ªculos policiales. Los manifestantes descubrieron que toda esa v¨ªa de acceso les estaba vedada, y que donde no hab¨ªa vallas hab¨ªa fuerzas de seguridad al quite. El grupo inicial, de poco m¨¢s de un centenar de personas, opt¨® por subir a una loma, relativamente cercana al edificio principal pero separada por un talud.
Comenz¨® el griter¨ªo mientras segu¨ªa llegando gente en los autobuses de las plataformas. Cada grupo tend¨ªa a quedarse con los de su comarca, haciendo la guerra por su lado, hasta que los de Vigo propusieron ir bloqueando las entradas al recinto. La maniobra requer¨ªa una caminata larga, que los agentes, apoyados tambi¨¦n por la polic¨ªa nacional y un helic¨®ptero, vigilaban a distancia. ¡°No corras, que no escapan¡±, le dec¨ªa una mujer de Panx¨®n a su marido mientras recorr¨ªan uno de los trechos, al tiempo que explicaba con un punto de orgullo c¨®mo la indemnizaci¨®n que ahora ten¨ªa inmovilizada en preferentes la hab¨ªa recibido despu¨¦s de que un perro le mordiese el cr¨¢neo.
¡°Ni quita ni acciones, queremos soluciones¡±, rimaban los afectados, que a medida que se iban encendiendo sustitu¨ªan los c¨¢nticos por amenazas. ¡°?Lume con eles! ?Al pared¨®n!¡±, se lleg¨® a o¨ªr. Pero el enfado no lleg¨® a explotar, quiz¨¢s porque el contacto entre afectados y dirigentes populares, siquiera visual, fue m¨ªnimo. ¡°Yo a los guardias civiles qu¨¦ les iba a hacer, si a m¨ª no me han hecho nada¡±, comentaba m¨¢s tarde un afectado de O Saln¨¦s. Una comitiva se uni¨® m¨¢s tarde al grupo procedente de Pontevedra, donde hab¨ªan participado en una manifestaci¨®n, prevista con anterioridad y que se mantuvo a pesar del cambio de planes del PP. En el momento de mayor afluencia hab¨ªa en torno a un millar de personas, que dieron para m¨¢s momentos de tensi¨®n, como el g¨¦lido intercambio de miradas entre una mujer con bolso y paraguas que negaba con la cabeza y un agente con boina, a trav¨¦s de la valla que otros manifestantes agarraban con nerviosismo.
Uno de los pocos incidentes lo protagoniz¨® uno de los portavoces de la plataforma de Vigo, Jos¨¦ Manuel Est¨¦vez, que acostumbra llevar un cencerro a los actos y ayer insist¨ªa en pedir calma. Est¨¦vez logr¨® colarse por el extremo opuesto a la entrada principal a trav¨¦s de un agujero en la valla. Fue interceptado mucho antes de acercarse al auditorio donde depart¨ªan los pol¨ªticos. Se llev¨® un porrazo en la mano y le rompieron el meg¨¢fono, seg¨²n asegura, pero no le llegaron a detener. Un rato despu¨¦s, cuando los manifestantes empezaban a marcharse, el subdelegado del Gobierno comentaba con algunos agentes:
¡ª ?Al del cencerro lo hab¨¦is detenido?
¡ª No
¡ª Pues ese es un cabr¨®n
En el interior, Feij¨®o iba terminando su discurso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Silleda
- Participaciones preferentes
- PP
- Provincia Pontevedra
- Manifestaciones
- Congresos pol¨ªticos
- Galicia
- Fondos inversi¨®n
- Protestas sociales
- Subdelegaciones del Gobierno
- Malestar social
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Mercados financieros
- Problemas sociales
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Finanzas
- Sociedad