En el descampado hay varios animales. Mar¨ªa Jos¨¦ Vargas (al fondo de la imagen) tuvo que abandonar su piso protegido por impago y se trajo al pitbull "que es manso porque lo cri¨® un gato". El perro tiene la cara llena de ara?azos.LUIS SEVILLANO"Quiero informarme si voy a ser realojado", ha dejado escrito el marido de Felisa (con 26 a?os y la cara tapada en la imagen) en una carta al Instituto de Realojamiento e Integraci¨®n Social. Ella y dos de sus hijos son pelirrojos. La mujer que sujeta al m¨¢s peque?o es una familiar que viene de Ja¨¦n.LUIS SEVILLANOEn el descampado, las casas siempre est¨¢n abiertas, como en una calle de pueblo en la que las familias est¨¢n continuamente haci¨¦ndose visitas. En la imagen, una de las mujeres prepara torrijas.LUIS SEVILLANOa Mar¨ªa Jos¨¦ Vargas la echaron de un piso de Sanchinarro por impago. Cobra 300 euros de subsidio y deb¨ªa pagar 250 de alquiler, asegura. Su hijo Carlos acaba de conseguir un trabajo de conserje. "Estoy emocionado", dice en la puerta de la chabola. Para su hija peque?a querr¨ªa algo mejor: "Estar¨ªa bien que fuera m¨¦dico o abogada".LUIS SEVILLANOMar¨ªa Jes¨²s Vargas (con jersey de rayas) en el sal¨®n de su casa con dos de sus hijas y un nieto. Ocuparon una f¨¢brica que hay junto al descampado. Ya se ha mudado tres veces. "Por lo menos esta vez no nos tiran en invierno", se consuela.LUIS SEVILLANOFelisa Cort¨¦s Vargas est¨¢ casada con un marroqu¨ª y tambi¨¦n vive en el asentamiento. Posa con su hijo en el sal¨®n, que tiene la decoraci¨®n de una t¨ªpica casa de Marrakech.LUIS SEVILLANOAntonio Cort¨¦s tiene 57 a?os y 11 hijos. Vive en una de las chabolas centrales. Su mujer, Adoraci¨®n Vargas, est¨¢ en un piso. "Soy una gitana 'light", dice ella para explicar que se salt¨® las costumbres y se separ¨® del marido. De fondo, suena Camar¨®n en la televisi¨®n.LUIS SEVILLANO (Con Camar¨®n de fondo)Nicolasa Cort¨¦s se cas¨® con un dominicano. Tiene dos hijos. Lleva en los brazos a la peque?a Cristal Janelli, de nueve meses. "El nombre es m¨¢s grande que la ni?a", bromea.LUIS SEVILLANOEn este asentamiento, con una docena de chabolas, viven tres generaciones de Vargas, mayoritariamente mujeres. La mayor¨ªa ha recibido una notificaci¨®n del juzgado y el Ayuntamiento confirma que la orden de desalojo es firme.LUIS SEVILLANOLos terrenos en los que han levantado las chabolas son propiedad de una promotora y forman parte de la operaci¨®n Chamart¨ªn, un plan urban¨ªstico para ampliar la Castellana hacia el norte.LUIS SEVILLANO
