Tensar la cuerda
El Partido Popular no ha mostrado ning¨²n reparo en defender esa ley que pone a los ciudadanos una soga al cuello
El t¨¦rmino escrachar se puso de moda en Argentina en los a?os noventa cuando algunas asociaciones de derechos humanos la utilizaron para identificar a militares de la Dictadura que se hab¨ªan escaqueado por la puerta de atr¨¢s. La pr¨¢ctica consist¨ªa en concentrarse cerca de su casa y mediante consignas y pancartas, avisar a la poblaci¨®n del barrio del ilustre personaje que ten¨ªan por vecino. Esta forma de denuncia p¨²blica tambi¨¦n se utiliz¨® en el Chile de Pinochet y en los Balcanes contra los acusados de genocidio. Pero hasta ahora nunca se hab¨ªa empleado para condenar los cr¨ªmenes contra la humanidad de la econom¨ªa financiera. Y claro.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca dice que ha retomado esta acci¨®n para identificar a los diputados del PP que se oponen a la daci¨®n en pago, porque consideran que dar la espalda a los ciudadanos desahuciados en estas circunstancias es un delito. De lesa humanidad, concretamente.
A ustedes el m¨¦todo puede parecerles mejor o peor. A todos nos han ense?ado de ni?os que se?alar con el dedo est¨¢ feo. A m¨ª, si les soy franca, me gusta m¨¢s bien poco. Prefiero el himno de la alegr¨ªa. Pero hay otras canalladas que me gustan bastante menos.
Seg¨²n las encuestas, la PAH goza de la simpat¨ªa de gran parte de la poblaci¨®n incluido el 89% de los votantes del PP y otros fieles, cristianos, ateos y medio pensionistas. Es decir, cuenta con un apoyo, hoy por hoy, muy superior al de cualquier partido pol¨ªtico u organizaci¨®n sindical habida o por haber. La iniciativa legislativa que present¨® al Parlamento y que el gobierno ha intentado desactivar, tiene detr¨¢s m¨¢s de un mill¨®n y medio de firmas. Sus abogados son los h¨¦roes de nuevo cu?o. Cada vez que consiguen parar un desalojo la gente se pone en pie y aplaude como en el cine, porque a todos nos gusta que ganen los buenos aunque sea en los telediarios.
Ya sabemos que la ley hipotecaria espa?ola no tiene equivalente en ning¨²n pa¨ªs democr¨¢tico y que ha sido impugnada por el Tribunal Europeo por considerarla feroz e injusta. Ya sabemos que los intereses de demora que aplica pueden llegar a duplicar la cantidad final que queda por pagar, lo que supone una vuelta a la ¨¦poca de la esclavitud y los sacrificios humanos, pero dando un rodeo. 31.000 familias valencianas se encuentran en ese brete. Ya sabemos que estamos todos muy cabreados. Con lo cual las alternativas de buena conducta se reducen considerablemente, por lo que conviene no tensar m¨¢s la cuerda.
El Partido Popular no ha mostrado ning¨²n reparo en defender esa ley que pone a los ciudadanos una soga al cuello, pero al se?or Esteban Gonz¨¢lez Pons y al se?or Gil L¨¢zaro no les gusta que se lo echen en cara. O sea, que se lo escrachen. Es l¨®gico. Siempre resulta m¨¢s agradable que te pregunten por tus gustos musicales. Dentro de su mismo partido hay concejales de infanter¨ªa que se la juegan para parar un desahucio a telefonazo limpio hasta que lo consiguen. Tambi¨¦n hay que decirlo.
Pero los pol¨ªticos de altos vuelos acostumbran a ver la paja en el ojo ajeno, antes que la viga en el propio. Ellos no consideran que poner en la calle a una enferma de alzheimer o a un padre de familia con una mujer en paro y un beb¨¦ en camino, por utilizar ejemplos concretos, sea una forma de violencia atroz se mire como se mire. En su opini¨®n lo realmente grave es que la gente vaya a afearles la conducta a la puerta de su casa. Puede.
Yo personalmente creo que las leyes emp¨ªricas tienden a cumplirse en defensa propia. O sea, que crece el temor a las consecuencias, en general.
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