Del ideal a las necesidades b¨¢sicas

La crisis ha provocado un cambio en el esp¨ªritu de las manifestaciones. ¡°Las reivindicaciones simb¨®licas como la libertad o la solidaridad, que en los tiempos de bonanza han tenido mayor relevancia¡± han dado paso a la defensa y exigencia de ¡°necesidades b¨¢sicas como el sueldo, la vivienda, la ense?anza. Son movilizaciones de ra¨ªz material que tienen que ver con la supervivencia de las personas¡±, explica Rafael Ajangiz, profesor titular de Ciencia Pol¨ªtica y de la Administraci¨®n y especialista en movimientos sociales y pol¨ªticas p¨²blicas de la UPV. Reivindicaciones con amplio eco y apoyo gracias a la empat¨ªa, al hecho de tener bastantes probabilidades de conocer a una persona en paro, o con problemas para pagar su vivienda. Lo que deriva en ¡°solidaridad y b¨²squeda de alternativas [a problemas concretos]¡±. ¡°Por ejemplo, se est¨¢n produciendo ocupaciones de casas propiedad de los bancos para crear comunas de mujeres.

Un sector especialmente desprotegido¡±, detalla el profesor. ¡°Es una especie de l¨®gica de justicia social b¨¢sica. No es una revoluci¨®n, no se trata de cambiar el mundo y darle la vuelta al calcet¨ªn, simplemente exigir lo b¨¢sico, lo que es de sentido com¨²n¡±, argumenta el profesor para explicar la base de las nuevas protestas. En un momento de recortes generalizados en todos los sectores diversos movimientos sociales, especialmente Stop Desahucios, centran sus cr¨ªticas en los bancos ¡°como expresi¨®n m¨¢s clara de la injusticia. Ellos han sido rescatados y siguen privilegi¨¢ndose¡±. Un objetivo que puede variar o sumar otros, como por ejemplo, ilustra Ajangiz, ¡°las empresas energ¨¦ticas¡±.