La indefensi¨®n del catal¨¢n
Treinta a?os despu¨¦s de la ley que deb¨ªa protegerlo, el catal¨¢n es minoritario en muchos ¨¢mbitos
Termina el mes de abril con una nueva interlocutoria del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a en contra del modelo educativo catal¨¢n de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica. Y, una vez m¨¢s, han salido a la palestra las veleidades pol¨ªticas de magistrados toscos y altaneros deseosos de protagonismo medi¨¢tico. ?Hasta cu¨¢ndo debemos soportar la influyente insensatez de togados que pretenden imponer sus criterios ideol¨®gicos sobre la l¨®gica pedag¨®gica contrastada y admirada por las autoridades educativas europeas? ?Cu¨¢ndo terminar¨¢ la transici¨®n democr¨¢tica en el poder judicial?
Afortunadamente, cuando alg¨²n alto tribunal dicta una interlocutoria o sentencia en este sentido, todos los partidos pol¨ªticos catalanes (excepto el PP y Ciutadans, que, por cierto, suman m¨¢s diputados ¡ª28¡ª que el n¨²mero de familias que cuestionaron la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica ¡ª17¡ª) se unen para apoyar sin fisuras el modelo educativo catal¨¢n, marcan l¨ªneas rojas y encienden juntos las luces de alarma en defensa de la lengua propia de Catalu?a. L¨¢stima que s¨®lo lo hagan de manera reactiva y que no sean suficientemente proactivos, gobierno incluido, en la exigencia de una inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica efectiva en todas las escuelas de Catalu?a, porque de todos es sabido que todav¨ªa hay escuelas catalanas que no cumplen la Ley de Educaci¨®n de Catalu?a y que no aplican la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica.
Por desgracia, la inquebrantable unidad de los partidos en la defensa de la lengua catalana en el sistema educativo de Catalu?a desaparece cuando se trata de defender esa misma lengua en otras actividades sociales donde su presencia es a¨²n insignificante. ?Por qu¨¦ la normativa ling¨¹¨ªstica sigue teniendo un nivel de aplicaci¨®n tan irrisorio? ?Por qu¨¦ cuando los pol¨ªticos apelan al Estado de Derecho y exigen aplicar y acatar la normativa vigente siempre se olvidan de aquella que regula el fomento y la normalizaci¨®n de la lengua catalana?
Las graves consecuencias sociales de la crisis econ¨®mica y la desorientaci¨®n pol¨ªtica de la sociedad inciden en la aceptaci¨®n resignada de un ir tirando decadente de la lengua propia
Sin dejar el ¨¢mbito educativo, es sorprendente que la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica universitaria se ocupe de crear titulares medi¨¢ticos sobre la exigencia del conocimiento de terceras lenguas por parte de los estudiantes (?a qu¨¦ coste?) en un contexto de asfixia econ¨®mica de las universidades, cuando ni tan solo garantiza que los alumnos (y tambi¨¦n los profesores) se expresen correctamente por escrito y oralmente en catal¨¢n, ni fomenta (por no decir que perjudica) la investigaci¨®n y la publicaci¨®n cient¨ªficas en catal¨¢n. ?Se imaginan un ministro de universidades franc¨¦s, brit¨¢nico o alem¨¢n que no proteja la investigaci¨®n en sus idiomas, que no garantice que sus graduados dominen sus respectivas lenguas o que tenga una expresi¨®n oral y escrita deficiente en su lengua propia? Pues as¨ª nos va.
M¨¢s all¨¢ del terreno educativo, resulta deplorable comprobar que treinta a?os despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la Ley de Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica y tras tres lustros de vigencia de la Ley de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica, la presencia de la lengua catalana sigue siendo minoritaria en los medios de comunicaci¨®n y testimonial en las industrias culturales, en las relaciones econ¨®micas y en la actividad comercial, que son los ¨¢mbitos que pretend¨ªa normalizar la ley de 1998. Y si a ¨¦stos sumamos otros, como el judicial, donde el catal¨¢n es lengua hostil, la realidad nos ofrece un panorama ling¨¹¨ªstico desolador que tiene como m¨¢ximos culpables a los pol¨ªticos y, en particular, a los que nos gobiernan.
En estas circunstancias, ?qu¨¦ podemos hacer los ciudadanos? Ir a contracorriente y a ¡°contragobierno¡± y poca cosa m¨¢s. Las graves consecuencias sociales de la crisis econ¨®mica y la desorientaci¨®n pol¨ªtica de la sociedad inciden en la aceptaci¨®n resignada de un ir tirando decadente de la lengua propia. Y, para mayor desgracia, las principales asociaciones de defensa de la lengua catalana, como ?mnium Cultural o Plataforma per la Llengua, han dependido en exceso de las subvenciones p¨²blicas, se han limitado a promover t¨ªmidas campa?as de sensibilizaci¨®n y son incapaces de radicalizar sus demandas y de dirigirlas a los grandes responsables de las pol¨ªticas ling¨¹¨ªsticas inoperantes que se impulsan en Catalu?a. Vilipendiada e indefensa lengua catalana.
Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB
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