¡°Estamos muertos y tenemos miedo a resucitar¡±
El psiquiatra Manuel G¨®mez-Beneyto explica los trastornos mentales asociados a la crisis
?C¨®mo es posible que la gente no reaccione con la que est¨¢ cayendo? Una pregunta de este tipo, que est¨¢ al cabo de la calle, le formul¨® una vez su amigo y tambi¨¦n psiquiatra Rafael Tabar¨¦s. Manuel G¨®mez-Beneyto le respondi¨® este mi¨¦rcoles: "Porque estamos muertos y tenemos miedo a resucitar. Es tanta la revoluci¨®n que tendr¨ªamos que hacer que nos inmoviliza". As¨ª concluy¨® su intervenci¨®n este maestro de psiquiatras y coordinador cient¨ªfico de la Estrategia Nacional de Salud Mental en el espacio de debate y reflexi¨®n Claustre Obert que, auspiciado por la Universitat de Val¨¨ncia y EL PA?S, se celebr¨® en la Nau de Valencia.
G¨®mez-Beneyto explic¨® las relaciones entre los trastornos mentales y la crisis econ¨®mica partir de los estudios y los datos disponibles y tambi¨¦n a trav¨¦s de algunas conjeturas. Se?al¨® que en la atenci¨®n primaria s¨ª que se ha detectado un importante aumento en la prevalencia de los trastornos entre 2006 y 2010. Las depresiones mayores casi se han duplicado, por ejemplo. Esto significa que la crisis "ha agravado los trastornos mentales ya existentes" en los ciudadanos, aunque la tasa de suicidios apenas ha aumentado, seg¨²n los datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica.
Seg¨²n el catedr¨¢tico honorario de la Universitat de Val¨¨ncia, si el impacto inmediato de la crisis no ha sido mayor en Espa?a es debido a "los ahorros, a las prestaciones" y sobre todo "al apoyo social" y familiar m¨¢s alto que en el resto de pa¨ªses de Europa.
Los estudios sobre la materia inciden en que los efectos de una notable reducci¨®n del PIB se dejan notar en la poblaci¨®n a? partir de los 10 a?os y 20 a?os. Son los "impactos diferidos" a los que son m¨¢s vulnerables los hombres, casados, con trabajos manuales (en la construcci¨®n, mayoritariamente, en el caso de Espa?a). El trastorno mental, la ansiedad, aumenta en la poblaci¨®n endeudada y? con riesgo de perder el trabajo y la casa, adem¨¢s de las personas endeudadas. La inestabilidad residencial conduce a la estigmatizaci¨®n social. La acusaci¨®n social de que algo habr¨¢ hecho o cu¨¢nto habr¨¢ derrochado el desahuciado, provoca trastornos como depresiones y aumento en el consumo de alcohol y tabaco.
Los datos reflejan una relaci¨®n directa entre las clases m¨¢s pobres y las mayores tasas de depresi¨®n y ansiedad. La estigmatizaci¨®n, a su vez, deriva en la exclusi¨®n social que facilita el desarrollo de trastornos, el d¨¦ficit de concentraci¨®n o la falta de sentido de la realidad (apragmatismo), siempre en la poblaci¨®n m¨¢s pobre, como se?alan todos los indicadores.? ?
G¨®mez-Beneyto pas¨® entonces a plantear su tesis de que "el mercado y la estigmatizaci¨®n acent¨²an la desigualdad social", especialmente en Espa?a. El conglomerado formado por el ultraconservadurismo y la desregulaci¨®n han influido tanto en la destrucci¨®n de empleo como en la generaci¨®n de trastornos mentales, cuando precisamente, en nombre del mercado y de la crisis, se recortan notablemente los recursos asignados a la sanidad y a la dependencia. Las consecuencias son mayores tasas de pobreza y exclusi¨®n social.?
En definitiva, dijo el psiquiatra valenciano de 76 a?os, "la crisis econ¨®mica cambiar¨¢ el modelo de atenci¨®n de los trastornos mentales". Ya se ha notado "una involuci¨®n".? En Valencia, en Espa?a, se est¨¢n construyendo centros de larga estancia para las personas con trastornos mentales y tambi¨¦n se est¨¢ incrementando el control judicial sobre los que no se medican. E incluso se est¨¢ restringiendo la libertad, como contempla la reforma del c¨®digo penal barajada por el Gobierno. La idea de peligrosidad asociada a los trastornos mentales vuelve a cobrar fuerza.
G¨®mez-Beneyto confirmo en su conferencia las palabras de presentaci¨®n del catedr¨¢tico de la Universitat de Val¨¨ncia Rafael Tabar¨¦s, quien le defini¨® como un hombre de "esp¨ªritu cr¨ªtico", que desprecia las situaciones de poder sobre las minor¨ªas".
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