La menor hallada muerta en una playa de Barcelona no sab¨ªa nadar

La joven Ana Castro, de 15 a?os, no sab¨ªa nadar. Su cuerpo fue hallado el lunes en un espig¨®n de la playa de la Mar Bella en Barcelona. Por ahora la polic¨ªa mantiene abiertas todas las hip¨®tesis, pero su hermano Jes¨²s est¨¢ convencido de que la mataron. ¡°Alguien la ha matado y tiene que pagarlo¡±, asegur¨® este jueves a este diario, aunque dijo no tener sospechosos. No quiere ni o¨ªr hablar de la posibilidad de que se quitase la vida por voluntad propia. ¡°Suicido, nunca¡±, zanja. E incluso pone en duda que bajase hasta la playa libremente. ¡°No va a ir ella sola a la playa en un d¨ªa de lluvia¡±, a?adi¨®.

La menor desapareci¨® de su casa el pasado 27 de abril. Aquella noche de s¨¢bado hab¨ªa ido a una fiesta en la casa de su amiga Brenda. La madre de Ana, Gloria, la autoriz¨® para quedarse hasta las once de la noche. La fiesta, adem¨¢s, estaba cerca de donde vive Ana, junto a la estaci¨®n de metro de Vilapicina. A las 11.30 horas la menor habl¨® con su madre por tel¨¦fono, le dijo que estaba ya de camino a su casa.

En ese punto se pierde la pista a la menor. Un amigo de la joven explic¨® a sus familiares que la acompa?¨® hasta el metro de Virrei Amat. La estaci¨®n est¨¢ a escasos 200 metros del piso donde viv¨ªa Ana. Luego ¨¦l se meti¨® en el suburbano y se fue a la Feria de Abril ¡ªseg¨²n cont¨® a este diario Jes¨²s¡ª que se celebra en la explanada del F¨®rum, en la primera l¨ªnea mar¨ªtima de Barcelona.

La familia de Ana empez¨® entonces una b¨²squeda exhaustiva. El cad¨¢ver apareci¨® 10 d¨ªas despu¨¦s, encajado en un espig¨®n, entre las rocas. La autopsia hasta el momento no ha alumbrado de manera definitiva si a la adolescente la mataron, si se suicid¨® o si fue un accidente. El cad¨¢ver presentaba un fuerte golpe en la cabeza, pero podr¨ªa deberse tambi¨¦n al impacto con las rocas.

La polic¨ªa catalana guarda silencio sobre el caso, pero varios agentes se pasaron buena parte del mi¨¦rcoles en casa de la menor, hablando con los familiares. ¡°Solo sabemos que el mismo d¨ªa que desapareci¨®, muri¨®. Es lo que nos ha dicho la polic¨ªa¡±, dijo ayer su hermano.

Ana llevaba cuatro a?os en Espa?a y era una joven muy querida en su barrio. Seg¨²n su entorno, ten¨ªa buena relaci¨®n con la familia, aunque su hermano asegur¨® que en los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªa discutido con su madre ¡°por las notas¡±. En las primeras horas incluso no se descart¨® que su huida de casa fuese voluntaria. Y esa era la esperanza de la familia que, hasta que supo de la muerte el s¨¢bado por la noche (hizo falta realizar la autopsia al cad¨¢ver para poder identificarla porque estaba en muy mal estado), segu¨ªa busc¨¢ndola y con la ilusi¨®n de volver a verla.

Hac¨ªa unas tres semanas que la menor hab¨ªa roto con su exnovio, aunque ambos manten¨ªan buena relaci¨®n, seg¨²n su hermano. El joven que explic¨® que la hab¨ªa acompa?ado hasta el metro aquella noche tras la fiesta era amigo de ambos. La menor ten¨ªa un amplio grupo de amigos en el instituto Aloma, donde estudiaba, y tambi¨¦n frecuentaba con asiduidad la iglesia protestante Cosecha Mundial. Un amigo de este grupo de creyentes le escribi¨® un emotivo mensaje en Facebook, donde explicaba sus gustos por los chistes raros, el juego de Guitar Hero y los videojuegos de la X-Box. Tambi¨¦n se refiri¨® a sus ¡°problemas de adolescente¡±, que solo necesitaban un ¡°empujoncito de ¨¢nimo y decisi¨®n¡± para solucionarse.