El fuego del Albaic¨ªn llega al Auditorio

Forj¨® su garganta en las callejuelas estrechas del Albaic¨ªn grana¨ªno, aprendiendo de los grandes en la Pe?a La Plater¨ªa, una de las m¨¢s antiguas de Europa. Entre paredes blancas de cal y con la Alhambra como testigo, construy¨® su voz potente y gitana e hizo de los palos del flamenco su credo. Marina Heredia llega a Madrid para imponer su presencia en el Auditorio Nacional, donde clausura el ciclo Andaluc¨ªa Flamenca.

¡°Tengo muy buenos recuerdos del p¨²blico de Madrid. Es un p¨²blico muy justo, que sabe reconocer tus ¨¦xitos y ense?arte tus errores. No sirve de nada que te doren la p¨ªldora todos los d¨ªas, porque entonces no avanzas¡±, dice la cantaora, que llega al coliseo de Pr¨ªncipe de Vergara con un repertorio de corte cl¨¢sico. Desplegar¨¢ con ese intimismo que caracteriza su cante sole¨¢s, malague?as, tangos y buler¨ªas; aunque no descarta hacer alg¨²n gui?o a ese disco que presenta la semana que viene. A mi tempo es una grabaci¨®n hecha en diferentes escenarios tras la presentaci¨®n del espect¨¢culo en la Bienal de Flamenco de Sevilla, que supone para Heredia un reto personal en el que le mete ¡°mano¡± a cantaores o cantes a los que no hab¨ªa prestado ¡°la atenci¨®n que merecen¡±.

Marina Heredia pertenece a una generaci¨®n de flamencos brillantes integrada por nombres como Arc¨¢ngel, Estrella Morente o Manuel Lombo. ¡°Lo bueno de este abanico de artistas es que cada uno tiene una personalidad muy bien marcada. Esta generaci¨®n de identidad va sobrada, y eso siempre da variedad al panorama actual¡±, explica Heredia. Ella, por su parte, no para. Adem¨¢s de presentar disco la semana que viene, actu¨® el mi¨¦rcoles en Almer¨ªa y antes estuvo cantando con la Orquesta Ciudad de Granada en su tierra y en Chicago cantando El amor brujo. ¡°Estoy acostumbrada a hacer y deshacer sobre el escenario porque s¨¦ que mi equipo siempre est¨¢ ah¨ª. Pero cuando te subes a las tablas de un teatro con una gran orquesta, no puedes estar vagando por la obra¡±, dice sobre su experiencia estadounidense con la obra de Falla, que considera ¡°una de las grandes obras de la historia de la m¨²sica cl¨¢sica¡±.

Vive una ¨¦poca en la que los flamencos buscan nuevas v¨ªas, abren di¨¢logos con otras m¨²sicas y se empapan de nuevas influencias. Tomatito lleva a?os de lazos con el pianista Michel Camilo, Dorantes adapta al piano los quiebros del flamenco, Arc¨¢ngel coquetea con la m¨²sica antigua de la mano de la Accademia del Piacere, Enrique Morente sent¨® c¨¢tedra con 'Omega', Estrella Morente colabora con el compositor Michael Nyman, Carmen Linares se acerca al jazz con Uri Caine¡­ Y Heredia le ha ense?ado a M¨®nica Naranjo las grandezas del flamenco en A mi tempo y se ha vuelto devota de la m¨²sica de Falla. ¡°La gran parte del trabajo de los flamencos es el cante cl¨¢sico, como el que se va a escuchar en mi recital de Madrid, aunque de vez en cuando lo actualices o lo pongas en valor. Los dem¨¢s experimentos sirven para refrescarte, pero siempre vuelves a la esencia¡±, comenta la cantaora.

Es su estilo, es franca. Respeta lo que aprendi¨® de los grandes en La Plater¨ªa, recuerda cada tarde al calor de la chimenea de la pe?a e intenta hablarle al flamenco como el que le habla a un rito ancestral que no debe ser mancillado. ¡°A la hora de ponerme sobre el escenario o aclarar la garganta, busco la exclusividad personal. Los que vengan al concierto de esta noche se van a encontrar a una cantaora muy honesta, intentando hacer las cosas bien y que no escatima en esfuerzo ni en sentimiento¡±, concluye.

Marina Heredia. Esta tarde a las 19.30 en el Auditorio Nacional (Pr¨ªncipe de Vergara). Entradas: a partir de cuatro euros.