Adi¨®s del Primavera en las salas
La fiesta diurna en la Ciutadella, Barts y los dos Apolos despiden el festival
S¨ª, quedamos en que el festival se hab¨ªa acabado, pero el Primavera Sound ya tiene tanta entidad que solo se hab¨ªa finiquitado el que se celebra en el Parque del F¨®rum. All¨ª no volver¨¢n los amaneceres con m¨²sica hasta el a?o que viene, cuando vuelva a sus fechas tradicionales, m¨¢s avanzado mayo. Puede que as¨ª se eluda el fr¨ªo, uno de los protagonistas ambientales de esta edici¨®n que ayer acab¨® definitivamente. De la misma manera que el pasado a?o tuvo lugar una fiesta de clausura al aire libre, en el Arco del Triunfo, en esta ocasi¨®n le toc¨® a las salas Apolo, Apolo 2 y Barts recoger la despedida, ya definitiva, del Primavera Sound 2.013.
Si a eso sumamos la fiesta, ¨¦sta s¨ª al aire libre, que hab¨ªa tenido lugar a mediod¨ªa del domingo y primeras horas de la tarde en el parque de la Ciutadella, nos encontraremos ante un festival que en cierto modo vuelve a sus or¨ªgenes, al escampar sus actividades por toda la ciudad. Parece que el Primavera no cabe ni en el mism¨ªsimo F¨®rum.
Al atardecer de ayer, Alberto Guijarro, director del Primavera, sal¨ªa de la sala Barts, donde hab¨ªa comenzado el primer concierto de la noche, el de los escoceses The Orchids. ¡°Habr¨¢ ya unas trescientas personas dentro¡±, dec¨ªa satisfecho, para a?adir ¡°es que el p¨²blico no se cansa de festival, no se cansa de conciertos y los extranjeros cada vez vienen antes¡±. Seg¨²n datos de Guijarro, el lunes ya se notaba la llegada de extranjeros en la ciudad para asistir al festival, el mi¨¦rcoles, en la fiesta de apertura del F¨®rum, ya hab¨ªa unos 7.000. Y los que ayer noche estaban en Barts, son unos cuantos que alargan un poco m¨¢s su estancia en Barcelona.
Tras la experiencia del mi¨¦rcoles, cuando acabada la sesi¨®n en el F¨®rum una multitud quiso seguir con la m¨²sica en Apolo, la sala se demostr¨® incapaz de absorber tal demanda, ¡°las colas llegaban hasta la gasolinera del Paral¡¤lel y vete a saber, igual tenemos que pensar programar en m¨¢s salas para dar cabida a todos aquellos que el mi¨¦rcoles se quedaron sin entrar¡±, a?adi¨® el promotor antes de dirigirse a comer un bocadillo: ¡°es que aun no he comido¡±, dijo a modo de despedida.
El ¨¦xito del festival
Mientras tanto en el interior de Barts, frente del Apolo, en ese Paral¡¤lel que revive con el festival, los escoceses The Orchids ofrec¨ªan su asead¨ªsimo concierto. Bien, es un t¨®pico, pero los escoceses parecen sudar melod¨ªas, y se antojan incapaces de explicar una buena historia de amor sin cantarla. Tienen adem¨¢s un leve toque melanc¨®lico, el t¨®pico lo atribuir¨ªa a la lluvia y a los prados siempre h¨²medos, de suerte que hacer canciones estimables no les cuesta esfuerzo alguno. Y eso es lo que mostraron, con unos cuantos estribillos estupendos, interpretados con ese aspecto propio de un se?or mayor que parece estarse todo el d¨ªa cantando en un pub. Y por encima de todo, lo que qued¨® claro es que tienen un oficio tremendo que les permite sonar como relojes. Un concierto francamente estimable.
Tras una corta pausa de tiempo para realizar los preceptivos cambios de escenario, la desnudez de Julie Doiron tom¨® el relevo de los escoceses. La afluencia de p¨²blico se hab¨ªa incrementado, especialmente las butacas del anfiteatro, en una prueba m¨¢s de que tres d¨ªas de F¨®rum cansan al m¨¢s atl¨¦tico de los espectadores. Tambi¨¦n se ha de reconocer que la m¨²sica de la canadiense se acomoda a la escucha en butaca, un folk rock relajado que de tanto en tanto se torna abrupto pero que siempre mantiene el tono dulce servido por la voz. Julie, guitarra, compareci¨® con un segundo guitarra, dejando sus canciones sostenidas por doce cuerdas, sin ritmo y mucha voz. Una peque?a delicia con cierto deje sombr¨ªo que record¨®, en m¨¢s peque?o, los celebrados conciertos del Auditori del F¨®rum, all¨ª donde el Primavera se hace grande.
M¨¢s tarde, es ese mismo escenario se esperaba a Sr Chinarro, quien ten¨ªa previsto realizar una actuaci¨®n ac¨²stica que esta vez s¨ª se podr¨ªa ver, y no como en la v¨ªspera, cuando tuvo lugar en un escenario ac¨²stico del F¨®rum celebrado en una especie de caja impenetrable para m¨¢s de 30 personas. Como final de fiesta, en Barts, Come cerrar¨ªa una noche que seguir¨ªa en Apolo. El a?o que viene m¨¢s, mucho m¨¢s.
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