Osuna acusa a los abogados del Estado de ¡°encabezar su linchamiento¡±
El PP aboga por cambiar a los letrados p¨²blicos que asesoran a la Zona Franca de C¨¢diz
Miguel Osuna, exdelegado de la Zona Franca de C¨¢diz, ha defendido en la Audiencia que nunca fue advertido de irregularidad alguna en la gesti¨®n del portal de comercio electr¨®nico Rilco. Es su principal argumento para arremeter contra los abogados del Estado que, durante a?os le asesoraron en su cargo, y ahora le acusan de malversaci¨®n, fraude y encubrimiento. ¡°Si aqu¨ª ha fallado alguien, han sido ellos. Y, en vez de dar el mea culpa, se han puesto a la cabeza del linchamiento¡±.
Este ataque a la Abogac¨ªa del Estado se suma a declaraciones de dirigentes del PP instando a la Zona Franca a cancelar el actual contrato con esos letrados. ¡°Creo que hay que cambiar a los abogados del Estado¡±, dijo el concejal Juan Jos¨¦ Ortiz. ¡°Cobran cantidades importantes para hacer su trabajo y velar por los intereses legales de la Zona Franca. No digo que se prescinda de ellos, sino que est¨¦n y hagan su labor¡±, a?adi¨® el miembro del comit¨¦ ejecutivo del Consorcio Jos¨¦ Blas Fern¨¢ndez.
La declaraci¨®n de Osuna era una de las m¨¢s esperadas en el juicio por el conocido como caso Rilco, que investiga el presunto desv¨ªo de dinero p¨²blico de la Zona Franca hacia un portal de comercio electr¨®nico con Am¨¦rica. La idea fue del antecesor de Osuna, Manuel Rodr¨ªguez de Castro, del PP, quien adjudic¨® el millonario contrato a una empresa de Miami, que, al recibir la concesi¨®n, subcontrat¨® esos servicios a otras compa?¨ªas.
Osuna lleg¨® al cargo tras la abrupta dimisi¨®n de Rodr¨ªguez de Castro, envuelto en denuncias de gastos injustificados. ¡°Su gesti¨®n fue alegre y discrecional¡±, resumi¨®. Tras el juicio, admiti¨® que no quiso ahondar en m¨¢s cr¨ªticas contra su antecesor. ¡°Yo fui duro con ¨¦l en su momento y pag¨® su precio¡±, admiti¨®. ¡°Cuando llegu¨¦ me encontr¨¦ numerosos problemas y muy urgentes. Y mi labor fue la de intentar poner orden¡±. Pero, seg¨²n explic¨®, nadie se?al¨® como un problema urgente la existencia de, por aquel entonces, incipiente portal inform¨¢tico Rilco. ¡°Encargu¨¦ un informe a un t¨¦cnico (Jos¨¦ David S¨¢nchez, tambi¨¦n acusado) y advirti¨® de que el proyecto no hab¨ªa sido recepcionado, pod¨ªa ser un plagio y estaba incompleto¡±.
Admite que tambi¨¦n dud¨® de la viabilidad econ¨®mica de los adjudicatarios, el matrimonio de Miami formado por Germ¨¢n y Camila Leiva, con los que ahora comparte banquillo. ¡°Me fui a Miami, en un coche VIP y comprob¨¦ que eran conocidos en el puerto y el aeropuerto¡±. Osuna dice que se fue fiando de Rilco a medida de que los t¨¦cnicos le informaban que se iban compensando los errores encontrados. Y por eso orden¨® los pagos de m¨¢s de dos millones de euros que faltaban. Por eso, y porque ninguno de los dos abogados del Estado de C¨¢diz, Manuel Ponce y Jos¨¦ Aurelio Ruiz, le advirtieron de irregularidad alguna. Su testimonio contra ellos fue especialmente duro, sobre todo, contra Ruiz, presente como acusaci¨®n en el juicio. Atribuy¨® la querella presentada contra ¨¦l por estos abogados a cuestiones pol¨ªticas. ¡°Yo present¨¦ una demanda en defensa de mi honor contra Rafael Rom¨¢n [entonces portavoz municipal del PSOE de C¨¢diz, y al poco ten¨ªa esa denuncia contra m¨ª". Tambi¨¦n revel¨® que la mujer de Jos¨¦ Aurelio Ruiz, jefa de Aduanas, estaba presente en el comit¨¦ ejecutivo de la Zona Franca que aprob¨® querellarse contra ¨¦l. ¡°Ella fue la que reparti¨® entre mis 200 compa?eros en la inspecci¨®n de Hacienda el escrito de acusaci¨®n del PSOE contra m¨ª¡±.
Su declaraci¨®n termin¨® haciendo un leve favor al resto de acusados defendiendo el negocio de Rilco: ¡°Yo me volqu¨¦ con ¨¦l y trat¨¦ de que fuera un ¨¦xito. Cuando me march¨¦ estaba valorado en 5'5 millones de euros hasta que los que llegaron lo tiraron a la basura¡±.
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