26 extrabajadores afectados por el amianto exigen 2,2 millones a Uralita
La mayor¨ªa de los demandantes sufre una enfermedad pulmonar o c¨¢ncer Es el primer juicio colectivo por la v¨ªa civil contra la empresa
Les sirve de ejemplo no solo para criticar la escasa formaci¨®n que ten¨ªan los empleados para manipular el amianto, sino tambi¨¦n para denunciar la falta de seguridad con la que trabajaban. ¡°A veces, durante el proceso de elaboraci¨®n, se formaban nubes de polvo que se extend¨ªan por la f¨¢brica o sal¨ªan a la calle. Ca¨ªan las part¨ªculas del amianto y nosotros nos lo tom¨¢bamos como si estuviera nevando, incluso, brome¨¢bamos con ello¡±. Lo recuerda Alberto Mart¨ªnez (71 a?os) junto a varios de sus compa?eros de la antigua f¨¢brica de Uralita de Dos Hermanas (Sevilla). Lo hacen en un corrillo formado a las puertas de los juzgados de lo Social de Sevilla, donde este lunes ha comenzado el juicio en el que 26 extrabajadores de Uralita reclaman a la empresa 2,2 millones de euros por las enfermedades contra¨ªdas por el contacto con este mineral.
Es el caso de Amalia Morales (79 a?os), quien durante dos a?os trabaj¨® en esta f¨¢brica sevillana. ¡°Cuando entr¨¦, acababa de cumplir los 18¡±, recuerda. Primero trabaj¨® manipulando el amianto; despu¨¦s, como limpiadora. ¡°Me cambiaron de puesto porque comenzaron a salirme eccemas¡±, apunta. ¡°M¨¢s adelante, not¨¦ que me ahogaba, que me faltaba el aire¡±, a?ade. Los m¨¦dicos le diagnosticaron asbestosis ¡ªenfermedad pulmonar cr¨®nica por la inhalaci¨®n repetida de amianto¡ª. En la misma situaci¨®n se encuentra Miguel ?ngel Rey (73), quien trabaj¨® en la f¨¢brica durante 31 a?os. ¡°Se ahoga al poco de empezar a andar, tiene que tener cerca su inhalador, apenas sale de casa...¡±, explica su mujer, Carmen Aguilar, quien asegura que lo peor es en invierno. ¡°Con el fr¨ªo puede coger una bronquitis muy seria y muy peligrosa¡±, apunta tras afirmar que conf¨ªa en que se haga justicia.
A la espera del registro
Desde 2005 est¨¢ prohibido en Andaluc¨ªa el uso del amianto. A?os antes, se regul¨® el protocolo para su prevenci¨®n. A pesar de estos avances, lo que a¨²n no se ha logrado ha sido cuantificar el n¨²mero de enfermos en Andaluc¨ªa. ¡°Dar una cifra es muy aventurado. No lo han hecho ni las Administraciones. No solo se han visto afectados los trabajadores, sino tambi¨¦n sus familias y las personas que han vivido cerca de una de estas f¨¢bricas¡±, explica el presidente de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Amianto de Andaluc¨ªa, Antonio Delgado, quien asegura que es responsabilidad de la Junta el cuantificar las v¨ªctimas.
¡°A nivel estatal, se elabor¨® un mapa en el que aparec¨ªan las zonas con afectados por amianto. En el caso de Andaluc¨ªa, sin cifras¡±, apunta. Por esta raz¨®n, la plataforma de trabajadores reclama a la Administraci¨®n que elabore un registro de afectados a nivel andaluz. Asimismo, solicita al Gobierno central que ponga en marcha un fondo econ¨®mico para las v¨ªctimas.
Al juicio, el primero colectivo por la v¨ªa civil contra esta empresa, han acudido 22 trabajadores y las viudas e hijos de otros cuatro empleados fallecidos. Como Morales y Rey, la mayor¨ªa de los demandantes sufre asbestosis o un c¨¢ncer conocido como mesotelioma. ¡°Estas enfermedades tienen una latencia de a?os entre la exposici¨®n al amianto y su desarrollo. Pueden transcurrir hasta 40 a?os¡±, explica el presidente de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Amianto de Andaluc¨ªa, Antonio Delgado. ¡°De ah¨ª que se den muchos casos como preinscritos¡±, apunta.
Como argumentos, la defensa de los empleados asegura que la empresa ¡°no adopt¨® suficientes medidas de seguridad para proteger a los trabajadores de esa sustancia y las que se adoptaron fueron absolutamente ineficaces y muy tard¨ªas¡±. En respuesta, a trav¨¦s de un comunicado, Uralita se?ala que ¡°siempre cumpli¨® en su f¨¢brica de Sevilla con la legislaci¨®n sobre utilizaci¨®n de amianto¡± e incluso, en 1977, ¡°adopt¨® voluntariamente diversas medidas, cinco a?os antes de que entrara en vigor la ley espa?ola de 1982 y seis a?os antes de las recomendaciones de organismos como la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo¡±. ¡°La empresa dice que efectu¨® un estricto cumplimiento de la legalidad vigente y hace una valoraci¨®n interesada, mientras que los informes de nuestros m¨¦dicos est¨¢n efectuados por profesionales de centros p¨²blicos de la sanidad y han mostrado el da?o corporal que ocasionaba el amianto¡±, explican los abogados, informa Europa Press.
Pese a las explicaciones, los exempleados aseguran que Uralita conoc¨ªa ¡°perfectamente¡± cu¨¢les eran las consecuencias de trabajar con este tipo de sustancias. ¡°La formaci¨®n que ten¨ªamos era nula. Nadie nos explic¨® lo peligroso que era trabajar con esta sustancia. Nosotros lo ¨²nico que quer¨ªamos era un sueldo fijo que llevar a casa¡±, apunta Juan Carlos Atienza (73), cuyo caso se juzgar¨¢ en octubre. ¡°F¨ªjese lo poco que sab¨ªamos que cuando empez¨® todo el l¨ªo, un compa?ero se comi¨® una barra de amianto para demostrarnos que no era perjudicial. Ahora, ¨¦l tambi¨¦n est¨¢ enfermo¡±, apunta Mart¨ªnez.
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