Una esperanza con nombre de AVE
La puesta en servicio de la l¨ªnea de Alta Velocidad entre Madrid y Alicante, rebasa la categor¨ªa de ¡°hito aislado¡±: es uno de los grandes logros conjuntos de un pueblo
A las seis y media de la tarde del d¨ªa 25 de mayo de 1858, Alicante presenci¨® la llegada del primer ferrocarril de su Historia. En aquel primitivo convoy, tan dispar de los actuales aunque igualmente innovador para su ¨¦poca, viajaba Su Majestad la Reina D?a. Isabel II. Algunas Cr¨®nicas dicen que la Estaci¨®n, esa misma Estaci¨®n que ma?ana dar¨¢ cobijo a la Alta Velocidad Espa?ola, ¡°presentaba un cuadro animado tan bello como ninguno de los asistentes hab¨ªa visto en su vida¡±, a pesar de que el trayecto inaugural entre la capital de Espa?a y lo que m¨¢s tarde se llamar¨ªa ¡°Puerto de Madrid y de Castilla¡±, Alicante, dur¨® ¡°bastante m¨¢s¡± de dos horas y cuarenta minutos..
En aquel ya lejano 25 de Mayo, a semejanza de ma?ana, se firmaba el sue?o de toda una ciudad y toda una Naci¨®n, la nuestra, que certific¨® con aquellos ¡°Caminos de Hierro¡± su mayor crecimiento econ¨®mico, comercial y tecnol¨®gico. Hasta ese momento, no se conceb¨ªa la idea de transportar personas o mercanc¨ªas m¨¢s all¨¢ de diez o doce leguas diarias a caballo, siempre entre posada y posada; ¨¦ramos como los ¨¢rboles: all¨ª donde nac¨ªamos, all¨ª mor¨ªamos. Entonces, como ahora, quedaron atr¨¢s muchos a?os de trabajo y esfuerzo, de obras, de pasos adelante y retrocesos, de sinsabores, de ordenar leyes y gestionar normativas que ve¨ªan efectiva la vertebraci¨®n ferroviaria como futuro pr¨®spero y floreciente. Ten¨ªamos un sue?o... y no quer¨ªamos despertamos de ese letargo hasta alcanzarlo: nunca m¨¢s echar la vista atr¨¢s; dejar en los libros de Historia las espinas del trayecto y mirar s¨®lo al futuro.
La inauguraci¨®n de una infraestructura de esta envergadura es siempre un acontecimiento imborrable para todos. Pero la puesta en servicio de la l¨ªnea de Alta Velocidad entre Madrid y Alicante, concretamente, rebasa esa categor¨ªa de ¡°hito aislado¡± para enmarcarse dentro de los grandes logros conjuntos de un pueblo y un pa¨ªs que desea ser garante de riqueza y oportunidades. Hoy, la Historia abre sus puertas a todos los pueblos de nuestra provincia, a todo el Mediterr¨¢neo y a toda Europa, y lo hace para tendernos una mano que hemos de asir juntos, sin fisuras ni resquemores.
Esta extraordinaria conexi¨®n concebida para dar el mejor, m¨¢s c¨®modo y r¨¢pido servicio a los pasajeros, es desde hoy una realidad. En la era de la globalizaci¨®n, estas v¨ªas van a favorecer nuestra cohesi¨®n social y territorial, y van a impulsar de nuevo numerosas y destacadas actividades que precisan hoy m¨¢s que nunca de un mayor desarrollo; no obstante, su mayor utilidad radica en servir de veh¨ªculo de transporte a un tren con nombre de esperanza: AVE.
Alicante ya tuvo el enorme privilegio de ser la primera ciudad costera conectada por ferrocarril gracias al creciente bagaje de su Puerto, su bonanza clim¨¢tica y su manifiesta prosperidad. Tenemos, por tanto, el ins¨®lito privilegio de ser una ciudad repleta de experiencia, de realidades vividas y, por supuesto, muy consciente de los pasos que han de darse y los enormes beneficios que podemos obtener de ellos. Nadie duda, apelando a la l¨®gica y a esa necesaria unidad, que el AVE acelerar¨¢ las pulsaciones de ese coraz¨®n que palpita en esta tierra, y que impulsa las piernas de un pueblo que nunca ha dejado de moverse.
En una ocasi¨®n, el tren fue la llave de nuestro crecimiento como pueblo. Con su llegada, se instalaron industrias, comercios, almacenes y talleres, que precisaron una ingente cantidad de trabajadores y servicios. Se duplic¨® nuestra poblaci¨®n, y se duplic¨® nuestra visibilidad con el mundo entero. Y as¨ª, poco a poco, posiblemente a la misma velocidad con la que arrib¨® el convoy inaugural de Su Majestad la Reina Do?a Isabel II un 25 de Mayo de 1858, naci¨® la actividad que a¨²n hoy es el gran motor econ¨®mico, social y familiar de toda la cuenca levantina: el Turismo.
S¨ª. Pudimos hacerlo una vez. Y con el AVE lo vamos a conseguir de nuevo.
Como alcaldesa de Alicante, quiero mostrar mi m¨¢s sincero agradecimiento a quienes han puesto su trabajo y dedicaci¨®n a este magno proyecto que hoy finaliza. A todas las Administraciones, a Ingenieros, T¨¦cnicos, Trabajadores, Usuarios... Todos ellos simbolizan el resultado feliz de a?os de trabajo, de f¨¦rrea voluntad y de encomiable unidad. Pero, en especial, hay que dar las gracias a los ciudadanos; nuestra gratitud y nuestra cordial felicitaci¨®n. Su espera y su paciencia tambi¨¦n han sido claves para que el AVE, el Tren de Alta Velocidad Madrid-Alicante est¨¦, por fin a nuestro lado.
Sonia Castedo Ramos es alcaldesa de Alicante
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