Mujeres de Euskadi y Palestina cruzan en Gaza y Jerusal¨¦n sus experiencias
La delegaci¨®n vasca denuncia el fundamentalismo de Ham¨¢s contra el femenismo
Palestina tiene ya diez nuevas embajadoras en Euskadi. Diez vascas que han visitado Gaza, Cisjordania y Jerusal¨¦n Este para compartir con sus mujeres sus preocupaciones, retos y estrategias y superar, desde el feminismo, las dificultades diarias. Son representantes de ONG de Bizkaia, Gipuzkoa y ?lava apadrinadas por UNRWA-Euskadi, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos. Llegaron el pasado d¨ªa 23 y este domingo abandonan la zona dentro de la primera etapa de un proyecto denominado Retratos de empoderamiento. Tejiendo redes, financiado por el Gobierno vasco. ¡°Lo que intentamos es generar sinergias entre las mujeres vascas y las palestinas, aprender unas de otras y facilitar el conocimiento que de su causa tenemos en Euskadi¡±, explica Izaskun S¨¢nchez, la portavoz de la agencia de la ONU que lidera el grupo.
Habla en una enorme mesa que re¨²ne a la expedici¨®n en su hotel de Jerusal¨¦n oriental, que un d¨ªa aspira a ser capital de un Estado palestino. Hay cansancio en los rostros de estas mujeres. Y silencio. Est¨¢n noqueadas por lo que han visto. Acaban de llegar de Nabi Saleh, una villa cisjordana donde hay protestas semanales por la confiscaci¨®n de tierras y manantiales por parte de colonos israel¨ªes. Mucho que rumiar, ¡°mucho dolor¡±, reconoce S¨¢nchez. Tambi¨¦n ¡°mucho valor¡±, replican las representantes de entidades de Durango, Ondarroa o Basauri.
Como constatan en el diario de su web, han visitado Gaza y sus campos de refugiados, se han entrevistado con universitarias y maltratadas que pelean por un centro de acogida que Ham¨¢s, al frente del Gobierno en la franja, les niega. La presi¨®n que los islamistas ejercen sobre sus mujeres es uno de sus descubrimientos m¨¢s tristes de estos d¨ªas. ¡°El principal problema de los palestinos como pueblo es la ocupaci¨®n pero, en Gaza, estas mujeres no pueden ni hacer vida en la calle. Nosotras hemos tenido que meternos al hotel a las cuatro de la tarde para evitar problemas¡±, explica la representante de Pikara Magazine. ¡°Occidente tiene que boicotear a Ham¨¢s por su fundamentalismo contra las mujeres. Tienen que recuperar el espacio p¨²blico. Es terrible¡±, completa la activista de Amaru.
La visita ha servido, adem¨¢s, para reforzar su conciencia de la universalidad de los males de la mujer, resida donde resida. Demasiadas semejanzas entre Bilbao y Ramala, en la base: violencia dom¨¦stica o por raz¨®n de sexo, escasa participaci¨®n en la vida social, pol¨ªtica y econ¨®mica, su papel no reconocido, esencial, como cuidadora y sostenedora de la familia¡
Cuando regresen al Pa¨ªs Vasca ser¨¢n agentes de la sensibilizaci¨®n
Cuando regresen a casa, estas vascas tendr¨¢n la tarea de convertirse ahora en ¡°agentes de sensibilizaci¨®n¡± de la causa feminista palestina en sus municipios, a base de conferencias y de exposiciones y publicaciones conjuntas. Incluso aspiran a cerrar un festival de cine conjunto. Primero han venido a aprender y luego a difundir. Su deseo es tener pronto a su contraparte, a las mujeres palestinas, en el Pa¨ªs Vasco, explicando ellas mismas su labor. ¡°Porque estamos sorprendidas de lo que se las persigue pero tambi¨¦n de su enorme fuerza, de la que pueden dar lecciones. Para ellas reivindicar es sobrevivir. Su discurso es muy optimista y son un ejemplo de organizaci¨®n¡±, concluye S¨¢nchez.
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