La estrategia silenciosa para reducir la afici¨®n taurina en el Pa¨ªs Vasco
La izquierda 'abertzale' mantiene su estrategia de reducir la presencia de la fiesta donde gobierna
La izquerda abertzale mantiene entre sus objetivos pol¨ªticos la eliminaci¨®n progresiva de los festejos taurinos all¨ª donde gobierna. Tras la negativa a permitir la tradicional feria de agosto en San Sebasti¨¢n, a la que se ha sumado la prohibici¨®n de espect¨¢culos con animales decretada en el municipio vizca¨ªno de Sopuerta, la din¨¢mica antitaurina va tomando cuerpo de una manera silenciosa mediante la reducci¨®n de festejos.
El fin no ha cambiado, pero s¨ª la estrategia. Bildu alarga su cruzada con el prop¨®sito de borrar todo aquello que se viste con tintes espa?olistas. Inicialmente eligi¨® la f¨®rmula de las consultas populares en municipios que controlaba y donde presumiblemente podr¨ªa sacar adelante sus aspiraciones. Sin embargo, primero la guipuzcoana Zestoa y despu¨¦s la vizca¨ªna Karrantza se convirtieron en un serio contratiempo y en ambas localidades la voluntad de las urnas apost¨® por la continuidad de los festejos y este verano seguir¨¢s las tradicionales novilladas.
Mientras en Francia contin¨²an los toros sin entrar en debates pol¨ªticos ya que nadie advierte pr¨¢cticas invasoras, en el Pa¨ªs Vasco el debate se ha acelerado sobre todo en la actual legislatura. No obstante, los partidarios de los toros en el Pa¨ªs Vasco prefieren ce?irse exclusivamente a la apuesta por la continuidad de la tradici¨®n que se sigue en muchos pueblos y evitando en todo momento debates de otro signo. Como prueba de este compromiso con la tradici¨®n secular recuerdan los ejemplos de las localidades guipuzcoanas de Azpeitia y Deba o la vizca¨ªna de Orozko, alejadas de tintes y simbolismos.
Donostia fue el primer lugar donde se anularon los festejos sin excesivo ruido. Antes de prohibir los toros, se opt¨® por utilizar la plaza de Illunbe para otras actividades y de esa forma impedir la celebraci¨®n de corridas. La pol¨¦mica s¨®lo tuvo cierto eco por la trascendencia de ser la feria de una capital.
Tras perder las consultas populares en Zestoa y Karrantza ahora recorta festejos
La localidad alavesa de Llodio, a su vez, es un nuevo ejemplo de esta pol¨ªtica de desgaste. Este a?o ver¨¢ reducida su tradicional feria de tres novilladas a dos: uno de recortadores y una novillada. La crisis no est¨¢ detr¨¢s de este recorte ya que el presupuesto es el mismo, pero s¨ª existe un indudable el inter¨¦s por reducir el n¨²mero de festejos. Ya en 2012, el Ayuntamiento en manos de Bildu propuso a los organizadores de la feria taurina de este municipio celebrar solamente dos novilladas con el mismo dinero con el que se pod¨ªan organizar tres, con la idea de reducir el protagonismo taurino. Para este a?o, la feria laudiotarra estar¨¢ en manos de un empresario en lugar del club taurino local Mazzantini que la ven¨ªan organizando durante d¨¦cadas sin ¨¢nimo de lucro.
La estrategia silenciosa tiene los antecedentes en Catalu?a. Se basa en el concepto de ?para qu¨¦ matar la fiesta si hay formas de dejarla morir? En lugar de luchar en una batalla pol¨ªtica que desgasta, es mejor elegir un camino interesado que vaya acabando con el espect¨¢culo. As¨ª, se fueron vaciando las plazas de Lloret de Mar, Sant Feliu, Olot, Girona¡, siempre en manos de los mismos empresarios dedicados a montar festejos de dudodos resultados.
Con la experiencia catalana de fondo, Bildu, que cuenta con la complicidad de los partidos que silencian su postura ¡ªv¨ªa abstenci¨®n¡ª, han seguido el camino de no matar la fiesta de los toros sino de incitar a que se vaya muriendo por su ineficacia. Con la p¨¦rdida de festejos, la respuesta de los aficionados ser¨¢ l¨®gicamente menor y es la imagen que se quiere proyectar para acabar con esta actividad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.