Las entidades exigen el alquiler forzoso de los 120.000 pisos vac¨ªos de los bancos
Sindicatos, Justicia i Pau y los consumidores cifran en 220.000 las viviendas necesarias La Generalitat insiste en convertir en alquieres sociales los pisos de la Sareb en Catalu?a
Los sindicatos CC OO y UGT, Just¨ªcia i Pau y la Organitzaci¨®n de Consumidores y Usuarios de Catalu?a (OCUC) han presentado hoy una campa?a para reclamar a la Generalitat la creaci¨®n de un Fondo Social de Viviendas de Catalu?a y exigir el alquiler forzoso de los pisos vac¨ªos nuevos y de segunda mano que est¨¢n en manos de las entidades financieras. La iniciativa, impulsada por la Plataforma por el Derecho a una Vivienda Digna, pretende aglutinar el mayor n¨²mero de entidades, asociaciones y plataformas sociales para conseguir un parque social de viviendas a partir de los pisos desocupados que hay en Catalu?a. Viviendas que proponen que salgan al mercado por una renta que no supere un tercio de los ingresos de las familias que lo necesiten.
Sumando los pisos procedentes de ejecuciones hipotecarias (que cifran en 50.000), personas inscritas en el registro de solicitantes de viviendas protegidas (69.000), familias en riesgo de exclusi¨®n residencial (65.000) y personas mal alojadas (37.000), la Plataforma asegura que las necesidades de vivienda en Catalu?a son superiores a 220.000 viviendas. Por otro lado, han cuantificado en 120.000 los pisos vac¨ªos propiedad de entidades financieras. Seg¨²n Arcadi Oliveres, economista y presidente de Just¨ªcia i Pau, estas cifras suponen ¡°una gran contradicci¨®n¡±. Se trata, a?ade el activista, de una cuesti¨®n de l¨®gica: ¡°por un lado, hay miles de pisos vac¨ªos y, por el otro, personas que no tienen d¨®nde vivir¡±.
El objetivo de la campa?a a corto plazo es hacer un llamamiento a todas aquellas entidades y asociaciones que deseen adherirse a la iniciativa y conseguir as¨ª una amplia mayor¨ªa social para emplazar al Parlament y a la Generalitat a crear el Fondo Social de Viviendas de Catalu?a.
El Ministerio de Fomento constituy¨®, el pasado mes de enero, el Fondo Social de Viviendas, que actualmente dispone de cerca de 6.000 pisos vac¨ªos propiedad de entidades financieras, de los cuales 900 est¨¢n en Catalu?a. Desde la Plataforma ven esta cifra muy insuficiente, por lo que creen imprescindible tanto la creaci¨®n de un Fondo Social de Viviendas catal¨¢n gestionado por la Generalitat, las administraciones locales y las entidades sociales como el alquiler forzoso de las viviendas desocupadas.
La Generalitat tambi¨¦n ha solicitado en varias ocasiones que las entidades cedan pisos que tienen vac¨ªos para ponerlos en manos de familias en riesgo de exclusi¨®n. Concretamente, el pasado oto?o, durante la celebraci¨®n del sal¨®n inmobiliario de Barcelona el secretario de Vivienda, Carles Sala, pidi¨® que sea el banco malo -la Sareb, que tiene 15 a?os para comercializar los activos t¨®xicos de las entidades rescatadas-- quien ceda pisos para poderlos destinar al alquiler social. La petici¨®n ha sido reiterada esta misma ma?ana durante el pleno del Parlament por parte del presidente de la Generalitat, Artur Mas, que se ha mostrado partidario de destinar a uso social los pisos vac¨ªos que tiene en Catalunya la Sociedad de Gesti¨®n de Activos Inmobiliarios procedentes de la Reestructuraci¨®n Bancaria.
Desde la Plataforma, CC OO y UGT? han defendido que los ciudadanos "ya han pagado" por estos pisos con el rescate de los bancos, por lo que han afirmado que la implementaci¨®n del alquiler forzoso supondr¨ªa el retorno a la sociedad de un bien que existe y est¨¢ pagado desde el sector p¨²blico. El l¨ªder de UGT, Josep Maria ?lvarez, ha emplazado a impulsar un alquiler eficiente para combatir la "cultura de la propiedad" instaurada en el pa¨ªs, en unos momentos en que las entidades casi no conceden hipotecas: "Hay que entender que no tener un piso en propiedad no es un drama, a veces incluso es mejor". Por su parte, su hom¨®logo en CC OO, Joan Carles Gallego ha detallado que el proceso para que esta iniciativa llegue a debate en la c¨¢mara pasar¨¢ por una primera fase de sumar fuerzas, mediante la adhesi¨®n de otras entidades sociales a la propuesta, as¨ª como de conversaci¨®n con los diferentes grupos parlamentarios.
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