Veredicto: culpable
El jurado considera que Jos¨¦ Bret¨®n suministr¨® barbit¨²ricos a sus hijos, Ruth y Jos¨¦, y los quem¨® en una hoguera para vengarse de su esposa, que quer¨ªa separarse
Culpable. Las siete mujeres y los dos hombres del jurado emitieron ayer un veredicto sin grietas contra Jos¨¦ Bret¨®n (C¨®rdoba, 1972). Por unanimidad, le declararon culpable de la muerte de sus dos hijos, Ruth y Jos¨¦, de seis y dos a?os de edad, un horrible crimen que persegu¨ªa la venganza contra su mujer y madre de los ni?os, que hab¨ªa iniciado el divorcio. La fiscal¨ªa pedir¨¢ 40 a?os de c¨¢rcel para este hombre que escuch¨® su veredicto sin pesta?ear, con esa mirada al acecho que ha sido mil veces retratada estos d¨ªas del juicio. Inm¨®vil, ni un gesto.
En la abarrotada sala de vistas de la Audiencia de C¨®rdoba, donde durante 15 jornadas se ha desarrollado uno de los juicios m¨¢s seguidos de los ¨²ltimos tiempos, no cab¨ªa ayer un alfiler. En la tercera bancada, Ruth Ortiz, la madre de los ni?os, que en su declaraci¨®n, d¨ªas atr¨¢s, pidi¨® un biombo para quedar separada del acusado, vio de nuevo su cara y escuch¨®, a solo unos pasos de ¨¦l, el veredicto: culpable de las muertes y culpable de la simulaci¨®n de un delito de detenci¨®n ilegal o secuestro de menores.
El jurado, despu¨¦s de casi tres d¨ªas de deliberaci¨®n, considera probado que ¡°dada su negativa a aceptar pac¨ªficamente la ruptura matrimonial, su personalidad refractaria a la frustraci¨®n y su car¨¢cter rencoroso¡±, Bret¨®n comenz¨® a urdir su plan el 15 de septiembre de 2011, cuando su esposa le anunci¨® la separaci¨®n. La intenci¨®n de Bret¨®n era hacerle el m¨¢ximo da?o posible a la madre matando a sus hijos y tratando de hacer pasar su doble crimen por una desaparici¨®n de menores.
El tribunal popular tambi¨¦n acepta que ¡°aprovechando que un m¨¦dico psiquiatra que ya lo hab¨ªa tratado a?os antes y con quien hab¨ªa consultado recientemente, le hab¨ªa recetado unos medicamentos tranquilizantes ¡ªun ansiol¨ªtico y un antidepresivo¡ª, denominados Orfidal y Motiv¨¢n, que Jos¨¦ Bret¨®n compr¨® el 29 de septiembre de 2011 en una farmacia de C¨®rdoba para, una vez llegado el momento, poder adormecer e incluso matar a sus hijos con toda facilidad¡±.
El envenenamiento pudo ocurrir, afirma el jurado, pasadas las dos menos cuarto de la tarde del 8 de octubre, cuando ¡°al salir de la casa de sus padres, el acusado, con el que iban sus dos hijos (¡), se dirigi¨® con su veh¨ªculo a la finca de Las Quemadillas, suministr¨¢ndole el acusado a los ni?os durante el trayecto, o al llegar a la misma, un n¨²mero indeterminado de pastillas¡±. ¡°Prevali¨¦ndose de su condici¨®n de padre y de su mayor fortaleza f¨ªsica, confianza de los ni?os y autoridad sobre ellos, acab¨® con la vida de sus hijos Ruth y Jos¨¦ Bret¨®n Ortiz¡±, ley¨® el portavoz del tribunal.
La finca que los padres de Bret¨®n tienen en el paraje de Las Quemadillas, a las afueras de C¨®rdoba, se convirti¨® en el escenario principal de un crimen horroroso. All¨ª, el acusado prendi¨® una gran hoguera con caracter¨ªsticas de pira funeraria en la que carboniz¨® los cuerpos de sus hijos, entre las dos y las cinco y media de la tarde. El jurado considera cierto que entre el 15 de septiembre y el 7 de octubre de 2011, Bret¨®n hizo acopio de le?a en la parcela ¡ªque visit¨® en diversas ocasiones y en la que incluso lleg¨® a dormir alguna noche¡ª y adquiri¨® 271,11itros de combustible (gas¨®leo) que us¨® como acelerante para las llamas y facilitar la desaparici¨®n casi completa de los cuerpos de los ni?os. Para su calcinaci¨®n utiliz¨® una mesa de hierro volcada que hizo el efecto de un horno.
En su veredicto, el jurado ha zanjado una de las grandes pol¨¦micas de este caso: la naturaleza de los huesos encontrados por la polic¨ªa en la hoguera de Las Quemadillas. En un primer an¨¢lisis, firmado en noviembre de 2011, una perito policial concluy¨® err¨®neamente que eran de origen animal. Aquello lastr¨® la resoluci¨®n del caso hasta que, 10 meses despu¨¦s, tres informes dictaminaron que los restos no solo eran humanos, sino que pertenec¨ªan a dos ni?os de las mismas edades que Ruth y Jos¨¦. El jurado se aferra a estas evidencias para considerar probado que los restos ¨®seos analizados, al ser de dos ni?os de seis y dos a?os, proceden de los cuerpos sin vida de Ruth y Jos¨¦. Hab¨ªa, pues, en aquella hoguera m¨¢s que unas pocas pertenencias de Ruth Ortiz, tal y como declar¨® Bret¨®n.
Las llamas y los 1.200 grados de temperatura, dejaron los cad¨¢veres reducidos a centenares de peque?as esquirlas de hueso. Despu¨¦s de tres horas de incineraci¨®n, Bret¨®n abandon¨® la finca y se desplaz¨® en su coche hasta un parque situado en la otra punta de la ciudad. All¨ª denunci¨® haber extraviado a los peque?os mientras paseaba con ellos. El acusado siempre ha mantenido esa versi¨®n, con ligeras alteraciones. Y abund¨® en ello en su alegato final: ¡°Me parece incre¨ªble que no se sepa d¨®nde est¨¢n mis hijos¡±. Pero el jurado ha sido taxativo. Los ni?os nunca llegaron a ese parque y cuando ¨¦l denunci¨® su desaparici¨®n, ya los hab¨ªa asesinado.
Bret¨®n no dej¨® de mirar fijamente al jurado, mientras escuchaba c¨®mo el tribunal consideraba probado que hab¨ªa intentado fingir la desaparici¨®n de sus hijos en un parque a fin de crear una coartada falsa. Una maniobra que hab¨ªa estudiado d¨ªas antes con sus sobrinos, de las mimas edades de Ruth y Jos¨¦, a los que dej¨® solos en una placita de C¨®rdoba a fin de estudiar sus reacciones, algo que pod¨ªa proporcionarle despu¨¦s un relato veros¨ªmil.
Con este veredicto, el magistrado Pedro Vela calificar¨¢ jur¨ªdicamente el crimen como homicidio o asesinato, dependiendo de si se aprecia o no alevos¨ªa en el comportamiento acusado. De ello depender¨¢ si el juez aplica a Jos¨¦ Bret¨®n la condena de 40 a?os de c¨¢rcel que solicita la fiscal¨ªa y la acusaci¨®n particular que representa a Ruth Ortiz.
Para la fiscal no cabe duda del car¨¢cter alevoso del delito. ¡°Bret¨®n mat¨® a sus hijos de una manera miserable (¡)¡±. Ha quedado probado ¡°la falta absoluta de sentimientos hacia sus hijos (¡) Entendemos que los hechos son de extrema gravedad, concurre la alevos¨ªa (¡). A¨²n hoy estamos todos horrorizados por el vil asesinato de estos ni?os¡±, dijo ayer en su ¨²ltimo turno de palabra.
Antes de finalizar la lectura del veredicto, el jurado solicit¨® que se niegue a Bret¨®n cualquier tipo de indulto por parte del Gobierno, as¨ª como cualquier otro beneficio procesal como la concesi¨®n de la libertad provisional. Cuando el juez dej¨® el caso visto para sentencia, Ruth Ortiz, la madre de los ni?os, se levant¨® emocionada entre besos y abrazos del p¨²blico. Cerca de ella, Bret¨®n abandonaba velozmente la sala, esposado y escoltado por dos polic¨ªas, rumbo a prisi¨®n, desde donde esperar¨¢ a conocer su condena.
Padres y asesinos
Manzanares (Ciudad Real), 12 de abril de 2013. Miguel ?ngel Carrero Alarc¨®n, de 45 a?os, mat¨® con una escopeta de caza a sus dos hijos, de cinco y 13 a?os, y a su suegra de 69. Luego se quit¨® la vida. Carrero se estaba separando de la madre de los ni?os, quien hab¨ªa decidido marcharse de la vivienda que compart¨ªa con Carrero por presuntos maltratos y amenazas.
Girona, 10 de noviembre de 2011. Marcelo Ruiz, de entonces 34 a?os, decapit¨® a su hija de 18 meses con un cuchillo de cocina y luego llam¨® a los servicios de emergencia. La madre de la peque?a que tambi¨¦n viv¨ªa en el piso, no estaba en casa cuando ocurrieron los hechos. Ruiz explic¨® a los Mossos que hab¨ªa cometido el crimen porque se lo ped¨ªa "el diablo", y que si no hubiesen llegado a tiempo iba a matar tambi¨¦n su otra hija de ocho a?os. El hombre estaba en paro y era quien cuidaba de las dos ni?as.
Tarragona, 10-11 de octubre de 2010. Abdeslam Brada apu?al¨® y degoll¨® a su mujer, Saida el Fas, de quien ten¨ªa una orden de alejamiento, y a sus dos hijos de siete y dos a?os. Despu¨¦s los sepult¨® bajo cal en la ba?era del domicilio de la mujer en El Fas. La pareja se hab¨ªa separado seis meses antes, y en 2009 la mujer hab¨ªa denunciado a Brada por amenazarla con un cuchillo. Los cad¨¢veres fueron hallados cuando una vecina, dos d¨ªas despu¨¦s, empez¨® a quejarse del fuerte hedor que emanaba el piso.
Elche (Alicante), 13 de abril de 2005. Jos¨¦ Mar¨ªa Maci¨¤, de 36 a?os, ebrio y bajo los efectos de estupefacientes, mat¨® a martillazos a su mujer y a sus dos hijos de seis y dos a?os en su vivienda mientras dorm¨ªan. Maci¨¤ no ten¨ªa denuncias por malos tratos.
Arroyomolinos (Madrid), 24 de abril de 2003. Felipe Rasc¨®n, de 40 a?os, mat¨® de dos disparos en la cabeza a su hija de siete a?os. El hombre acab¨® con la vida de su perro de otro tiro y despu¨¦s se suicid¨®. Estaba divorciado de su mujer, quien le hab¨ªa denunciado varias veces por malos tratos, amenazas y por intento de rapto de la hija.
Valencia, 30 de abril de 2003. Ismael Pablo Rodr¨ªguez mat¨® a su expareja Jenny Lara, y a sus dos hijos de siete y cinco a?os provocando un incendio tras haber vertido gasolina por debajo de la puerta de entrada de la casa de la mujer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.