Confirmada la condena a un polic¨ªa que peg¨® a un detenido esposado
El acto del agente de Alcorc¨®n es de ¡°una brutalidad singular¡±, seg¨²n el Tribunal Supremo
La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha confirmado la condena contra un mando de la Polic¨ªa Municipal, Mario M. del B., de seis meses de prisi¨®n y la inhabilitaci¨®n por dos a?os por haber abofeteado hasta en cinco ocasiones a un detenido que estaba esposado. Los magistrados califican el hecho como ¡°de una brutalidad singular¡± y consideran que la condena impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid ¡°ha sido muy favorable¡± para el acusado. Este fallo, de no mediar el indulto del Gobierno central, supone la expulsi¨®n del cuerpo.
La agresi¨®n se produjo la madrugada del 21 de febrero de 2009, cuando Mario M. del B. era el cabo responsable del turno de noche. Ahora es sargento. Unos compa?eros hab¨ªan detenido a Ernesto C. A por haber cometido supuestamente un delito contra la seguridad del tr¨¢fico por conducir ebrio. Fue trasladado a las dependencias de la calle de la Jaboner¨ªa esposado con las manos a la espalda. Cuando entr¨® en el edificio, empez¨® a chillar que los agentes que le escoltaban, le hab¨ªan pegado. Seg¨²n se oye en el v¨ªdeo, el cabo le contest¨®: ¡°Si le pego yo...¡±, a lo que Ernesto le ret¨®: ¡°P¨¦game, p¨¦game, p¨¦game¡±.
El mando le solt¨® en un primer momento tres bofetadas, tras lo cual le solt¨®: ¡°?Quieres m¨¢s, eh? ?Pero con qui¨¦n te crees que est¨¢s hablando?¡±, le increpa para terminar con un ¡°pintamonas¡±. Las im¨¢genes concluyen con una imagen de las botas del agente que grab¨® el v¨ªdeo con su tel¨¦fono m¨®vil.
El v¨ªdeo permaneci¨® 19 meses oculto hasta que lo difundi¨® Telemadrid. El Ayuntamiento de Alcorc¨®n, gobernado entonces por el PSOE, suspendi¨® cautelarmente al mando de empleo y sueldo. Los hechos se pasaron al juzgado de guardia, que abri¨® diligencias. La Secci¨®n S¨¦ptima de la Audiencia Provincial conden¨® a Mario el 6 de julio de 2012 al no apreciar ¡°ninguna manipulaci¨®n en la parte del v¨ªdeo aportada al procedimiento¡±. Le consider¨® autor de un delito contra la integridad moral de las personas, recogido en el art¨ªculo 175 del C¨®digo Penal.
El fallo del Tribunal Supremo, del que ha sido ponente el magistrado Francisco Monterde Ferrer, considera probado que el polic¨ªa dio ¡°hasta cinco fuertes bofetones acompa?ados de expresiones evidentemente ofensivas para la v¨ªctima¡±. Y recalca que la v¨ªctima estaba ¡°detenida, engrilletada y con las manos en la espalda¡±. Esto demostrar¨ªa, seg¨²n los jueces, que hubo un delito m¨¢s grave. ¡°Los hechos probados describen unos acontecimientos en los que no hab¨ªa necesidad de ejercer ninguna violencia sobre la v¨ªctima m¨¢s all¨¢ de la que ya se hab¨ªa aplicado al esposarle¡±, mantienen los jueces del Supremo. Estos recuerdan adem¨¢s que el arrestado estaba rodeado de polic¨ªas y que su peligrosidad era ¡°nula¡±.
¡°Le golpea reiteradamente, de manera cobarde, y falt¨¢ndole el respeto con las palabras que le dice: ¡®?quieres m¨¢s, quieres m¨¢s?¡¯ y ¡®pintamonas¡¯ en un momento de gran violencia¡±, argumenta el Tribunal Supremo. ¡°De ninguna manera hab¨ªa necesidad de hacer uso de ninguna violencia y, por tanto, cualquiera que se ejerciera sobre el detenido era desproporcionada¡±, concluye.
Los magistrados de la Sala Segunda tambi¨¦n mantienen que la grabaci¨®n realizada por un agente dentro de las dependencias policiales es legal: ¡°El material fotogr¨¢fico y videogr¨¢fico obtenido en el ¨¢mbito p¨²blico y sin intromisi¨®n indebida en la intimidad personal o familiar tiene un valor probatorio innegable¡±. Y abunda sobre este extremo en otro razonamiento jur¨ªdico: ¡°el contenido del v¨ªdeo responde a la realidad de lo ocurrido hasta el punto de confrontarse con las manifestaciones de los polic¨ªas presentes en aspectos esenciales de la acci¨®n delictiva¡±. Los jueces concluyen que la verdadera intenci¨®n de la persona que filtr¨® las im¨¢genes ¡°no son relevantes¡±.
El acusado manifest¨® durante el juicio en la Audiencia Provincial que su intenci¨®n era evitar un problema mayor, como que el detenido pegara a otros compa?eros.
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