El MNAC conf¨ªa en los pabellones de Montju?c para su relanzamiento
Los siglos XIX y XX, hasta Dau al Set, se explicar¨¢n en el primer piso del museo
En enero de 2012, cuando Pepe Serra lleg¨® a la direcci¨®n del Museo Nacional de Arte de Catalu?a, MNAC, dej¨® claro que uno de sus prop¨®sitos era el de devolverlo a la hegemon¨ªa dentro del sistema muse¨ªstico catal¨¢n. Despu¨¦s de darse de bruces con la situaci¨®n econ¨®mica adversa que ha hecho que su museo fuera disminuyendo poco a poco los recursos a gestionar y obligara a recortar actividades, Serra y su equipo dan un golpe sobre la mesa y lanzan una estrategia ¡°que no un plan estrat¨¦gico¡± para los pr¨®ximos a?os, hasta 2017, que ha de permitir que el MNAC vuelva a ser un referente cultural.
El Palau Nacional es un edificio que puede parecer grande, pero sus m¨¢s de 45.000 metros cuadrados nunca fueron pensados como museo y son muchas las zonas impracticables para fines muse¨ªsticos. Por eso, el museo ha de crecer. Y lo har¨¢ en los dos pabellones que hasta ahora eran de Fira de Barcelona que est¨¢n m¨¢s pr¨®ximos al museo: el de Alfonso XIII y el de Victoria Eugenia. Seg¨²n explic¨® ayer Serra, acompa?ado del consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, estos espacios son indispensables para ¡°que la colecci¨®n crezca, para acoger exposiciones temporales, expandir la programaci¨®n y aumentar el espacio de reserva y crear un auditorio que no tenemos¡±. Cuando Maite Oca?a dej¨® la direcci¨®n del museo en julio de 2011, la ampliaci¨®n ¡°era una utop¨ªa¡±. En enero de 2012, un anhelo. Tras el acuerdo firmado en abril de este a?o entre los diferentes agentes implicados: Generalitat de Catalu?a, Ayuntamiento de Barcelona, Fira de Barcelona, La Caixa y MNAC, en la que se impuls¨® ¡°la explanada de los museos¡±, la idea tom¨® forma y solo queda por definir los usos concretos de los dos pabellones. ¡°Con ellos se podr¨¢ ganar centralidad y acercarnos a la ciudad¡±, asegur¨®.
Serra: ¡°Para qu¨¦ quiero yo un ¡®hopper¡±
La baronesa Carmen Thyssen siempre es la que habla del proyecto de exponer parte de su colecci¨®n privada en uno de los pabellones de Montju?c, obligando a pol¨ªticos y los otros agentes implicados a ir a remolque de sus declaraciones.
La ¨²ltima vez que habl¨® fue el viernes pasado en la inauguraci¨®n de una exposici¨®n con 54 de sus pinturas en Sant Feliu de Gu¨ªxols. Durante el acto, la coleccionista asegur¨® que le gustar¨ªa que el cuadro estrella de la muestra, un tema marino de Edward Hopper, pudiera verse en su centro de Barcelona. "Me lo puedo llevar de Madrid porque es m¨ªo", asegur¨®. Ayer, Serra, tras la presentaci¨®n de la estrategia del MNAC, explic¨® que la obra del americano no encaja en el proyecto de museo que ¨¦l quiere conseguir donde se explique el arte catal¨¢n hasta el siglo XX: "Para qu¨¦ quiero yo un hopper", dijo. En cuanto al nombre del futuro centro que ella asegur¨® que ser¨¢ Museo Carmen Thyssen Barcelona, tanto Serra como Mascarell explicaron que no estaba claro que sea as¨ª, ya que son muchos los detalles que todav¨ªa faltan por acabar de perfilar. "Todav¨ªa se est¨¢ madurando", dijeron. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que "el tutor art¨ªstico ser¨¢ el MNAC", asegur¨® Mascarell.
La estrategia para los pr¨®ximos a?os, explic¨® Serra, est¨¢ basada en varios ejes: el primero es el social, en el que el museo intentar¨¢ llegar a todos los p¨²blicos, en especial al de proximidad, ¡°una de las asignaturas pendientes del MNAC¡±. El a?o pasado pasaron por el museo 806.000 personas, y solo el 6% turismo espa?ol. Otro de los ejes es potenciar la colecci¨®n en todas sus vertientes: cient¨ªfica, expositiva y comunicativa, que ofrezca un relato del arte catal¨¢n sin l¨ªmites cronol¨®gicos.
Uno de los aspectos m¨¢s destacados del nuevo MNAC ser¨¢ la presentaci¨®n de los siglos XIX y XX, hasta Dau al Set ¡ªaproximadamente 1949¡ª, que a partir de mitad de 2014 ocupar¨¢ la primera planta del Palau Nacional y en la que el modernismo y la Guerra Civil tendr¨¢n un especial protagonismo. ¡°No puede ser que la referencia del modernismo sea una galer¨ªa de la calle de Balmes¡±, dijo el director, en referencia al Museo del Modernismo Catal¨¢n que la familia Pin¨®s abri¨® en 2010. ¡°Y lo conseguir¨¢ gracias a los fondos del MNAC y los acuerdos con la C¨¢tedra Gaud¨ª, La Pedrera, la Sagrada Familia, el Colegio de Arquitectos y la Escuela de Arquitectos de Barcelona, e integrando en el discurso disciplinas hasta ahora poco presentes como el cine, la fotograf¨ªa, los carteles, el c¨®mic, la arquitectura o el arte digital¡±, ha especificado.
Serra ha anunciado que, de forma paralela a esta nueva presentaci¨®n, se inaugurar¨¢ una exposici¨®n de prefiguraci¨®n del futuro museo que llegar¨¢ hasta el arte de los a?os setenta del siglo XX.
La creaci¨®n de un centro de estudios e investigaci¨®n ser¨¢ uno de los aspectos m¨¢s destacados del eje del conocimiento y la investigaci¨®n que el MNAC quiere potenciar. Lo mismo que el convertirse en un museo articulador de los museos de arte de Catalu?a, despleg¨¢ndose en el territorio, como cabeza de una red, que se ¡°ha de ver como una suma, no como una imposici¨®n o fagotizaci¨®n¡±, explic¨® Serra.
En cuanto a la b¨²squeda de recursos, Serra dijo que era necesario presentar las colecciones fuera. ¡°No podemos llevar los ¨¢bsides, pero s¨ª la colecci¨®n de objetos medievales¡±. Y explic¨® que se est¨¢n ultimando convenios con tres museos de China y otros centros de Jap¨®n para llevar all¨ª obras de arte g¨®tico.
Para m¨¢s adelante, Serra deja la remodelaci¨®n de la colecci¨®n de Renacimiento y barroco, a los que se incorporar¨¢n el legado Camb¨® y la Colecci¨®n Thyssen, actualmente separados del discurso muse¨ªstico y que, seg¨²n Serra, ¡°con la integraci¨®n tendr¨¢n mayor visibilidad que ahora¡±.
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