Flotats consigue su desagravio
Mas le ofrece una ¡°reparaci¨®n¡± y le califica de ¡°s¨ªmbolo de pa¨ªs¡± en un acto en el TNC
Josep Maria Flotats vivi¨® ayer una de sus mayores apoteosis fuera de los escenarios y tom¨® cumplida revancha de su fulminante cese como director del Teatre Nacional de Catalu?a (TNC) en 1997. En un acto ins¨®lito, lleno de gui?os y subtexto, Flotats consigui¨® el desagravio con el que so?aba desde su sonada marcha, y lo logr¨® de manos del propio presidente de la Generalitat, Artur Mas, en una ceremonia de homenaje y exaltaci¨®n personal que cont¨® adem¨¢s, para redondearla, con la presencia del expresidente Jordi Pujol. La ¡°reparaci¨®n¡±, en palabras de Mas, que le ofreci¨® el Gobierno catal¨¢n fue tan completa que solo falt¨® que el exconsejero Joan Maria Pujals, que fue el que ejecut¨® en su momento la defenstraci¨®n del artista por cuenta de Pujol, se quemara a lo bonzo en el vest¨ªbulo del TNC, lugar en que se celebr¨® el acto. ?A cambio de qu¨¦? Obviamente se le quiere recuperar para la causa. Mas lleg¨® a calificar a Flotats de ¡°s¨ªmbolo de pa¨ªs¡±, comparable al himno y a la bandera. En respuesta, el actor, que se hizo acompa?ar de una gran claque de amigos, se dej¨® querer sin hacer ni una m¨ªnima referencia catalanista y con manifiesta actitud de Je ne regrette rien.
?Flotats y Mas aparecieron juntos y sonrientes en el vest¨ªbulo del TNC, en el que se hab¨ªan congregado numerosas personas¡ªentre ellos una nutrid¨ªsima representaci¨®n de la profesi¨®n teatral¡ª invitadas por la Generalitat o personalmente por el propio Flotats. El actor, con indumentaria de pantal¨¢n, lanz¨® besos a los presentes antes de saludar afectuosamente a Pujol y su esposa, Marta Ferrusola, que pellizc¨® las mejillas del actor, y departir con ellos. Flotats fue recibido con una ovaci¨®n punteada de bravos.
La ceremonia de ¡°reconocimiento¡± la abri¨® el nuevo director del TNC Xavier Albert¨ª, que salud¨® a Flotats como ¡°incentivador, fundador y primer director¡± del Nacional y lo calific¨® de ¡°pr¨ªncipe del teatro¡± compar¨¢ndolo con Louis Jouvet. Empezaba a oler a incienso. El consejero de Cultura, Ferran Mascarell, a continuaci¨®n, revel¨® su encuentro en un restaurante de Madrid ¡°hace un a?o largo¡± con Flotats que le dej¨® con la ¡°intuici¨®n¡± de que las cosas se pod¨ªan arreglar con el actor. ¡°Nosotros dese¨¢bamos que volviera al TNC y ¨¦l parec¨ªa quererlo tambi¨¦n¡±. Mascarell afirm¨® que el acto de ayer estuvo a punto de vivirse el 11 de septiembre pasado, aunque las circunstancias ¡ªlas manifestaciones, dijo¡ª lo hicieron imposible. Se?al¨® que el TNC fue creaci¨®n de muchas personas y los enumer¨® por este orden: Flotats, cuyo papel fue ¡°absolutamente preminente¡±, Pujol y Max Cahner. A?adiendo que tuvo un papel ¡°no menor¡± Marta Ferrusola. Recalc¨® que el homenaje de ayer era ¡°un reconocimiento a ese trabajo¡± de Flotats, y ¡°un acto de amistad¡±. Mascarell expres¨® que la voluntad del Gobierno catal¨¢n es que esto sea solo un preludio del regreso de Flotats al TNC, que podr¨ªa actuar la pr¨®xima temporada o fichar para el tricentenario de 1714.
Seguidamente Mas y Flotats procedieron a descubrir la placa junto al acceso a la Sala Gran, placa que luce un largo texto cuidadosamente consensuado con el artista y en el que tras unas frases de Flotats sobre el arte del teatro, Mas deja para la posteridad (aunque una placa siempre se puede quitar) que el TNC ¡°ha sido posible gracias al impulso inestimable y la perseverancia de Josep Maria Flotats, hombre de teatro excepcional, fundador y primer director de este teatro nacional¡±.
Y entonces, s¨ª, lleg¨® la hora del discurso de Flotats y m¨¢s de uno, vi¨¦ndole relamerse pens¨® ¡°?ay Josep Maria que te pierdes otra vez!¡±.
Suspir¨®, resopl¨®, se emocion¨®, record¨® a sus padres, hizo guardar un minuto de silencio por ¡°las queridas sombras que marc¨¢is el camino¡±
De poco fue, pero es que los pr¨®ceres no estaban ayer para guerras. Se mostr¨® Flotats muy feliz ¡°por este acto reparador, con el que hac¨¦is justicia¡±. Dijo haberse sentido muy dolido por su cese ¡ª¡±un esfuerzo abortado de manera brutal y traum¨¢tica¡±¡ª y enumer¨® pacientemente sus ¨¦xitos. En ning¨²n momento hizo ni amago de autocr¨ªtica, ¨¦l, que se salt¨® a la torera a un consejero de Cultura y se olvid¨® de la saludable m¨¢xima de Kipling de que hay que conservar la cordura cuando andas con reyes (y pol¨ªticos). Asegur¨® que tiene una ¡°salud de hierro¡±, as¨ª que ¡°nadie confunda la placa con una l¨¢pida¡±. Y volvi¨® a insistir: ¡°Se trata hoy de memoria y de justicia¡±. Suspir¨®, resopl¨®, se emocion¨®, record¨® a sus padres, hizo guardar un minuto de silencio por ¡°las queridas sombras que marc¨¢is el camino¡± ¡ªamigos y compa?eros de profesi¨®n fallecidos¡ª y hasta tuvo tiempo para dar su visto bueno al nombramiento de Albert¨ª, al que calific¨® (graciosamente dado c¨®mo iba ¨¦l vestido) de ¡°acertado capit¨¢n al tim¨®n del TNC¡±. Agradeci¨® ¡°la llamada de Albert¨ª¡±, que, recalc¨®, ¡°me ha abierto la puertas del TNC por primera vez en estos 15 a?os¡±. Y acab¨® con una baladronada (precisamente): ¡°Pienso seguir dando guerra mucho tiempo, a¨²n no se ha forjado el plomo de la bala que me ha de matar, y los locos que disparan lo hacen p¨¦simamente¡±, para rematar con un ¡°?larga vida al TNC!¡±. Sorprendi¨® que el hijo pr¨®digo, tan masajeado, no tuviera ni una palabra de apoyo para los planes soberanistas de Mas.
Mas se tom¨® con divertida resignaci¨®n las tiradas del artista y hasta brome¨® con lo de la l¨¢pida y lo de la bala. Dijo que al acto era ¡°sobre todo de agradecimiento, de reconocimiento, de reencuentro y, probablemente, de reparaci¨®n¡±, para admitir luego que ¡°efectivamente, de reparaci¨®n¡± y despu¨¦s a?adir que ¡°si hace falta y supongo que hace falta, de reparaci¨®n¡±. Declar¨® que el TNC es ¡°una estructura de Estado¡±, que ¡°toda estructura de Estado necesita s¨ªmbolos de pa¨ªs¡± y que no s¨®lo lo son los himnos y las banderas sino tambi¨¦n algunas personas¡±. Al respecto cit¨® a Casald¨¤liga en Brasil y a ¡°Flotats aqu¨ª¡±. ¡°Todos los s¨ªmbolos son discutidos en alg¨²n momento¡±, medit¨®.
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