¡°Los festivales no deber¨ªan existir, al final siempre tocan los mismos¡±
Albert Sanz es un profesor de conservatorio que recibi¨® a los 20 a?os el Premio Tete Montoliu al mejor pianista revelaci¨®n
Albert Sanz (Valencia, 1978) vive entre Valencia y Barcelona. Profesor de conservatorio. En su ¨²ltimo trabajo como protagonista (O qu¨¦ ser¨¢, 2012) tuvo de sideman al m¨ªtico Al Foster, el bater¨ªa preferido de grandes del jazz como Miles Davis. A los 20 a?os le dieron el Premio Tete Montoliu al mejor pianista revelaci¨®n y acab¨® pate¨¢ndose los garitos de Nueva York tocando las teclas de un piano. T¨ªmido, menos cuando sale un tema que le apasiona, Sanz habla bajito y pausado pero tampoco se muerde la lengua.
Pregunta. La SGAE le dio un premio al mejor pianista de jazz con solo 20 a?os. ?Le han dado algo m¨¢s?
Con los festivales grandes est¨¢ todo el pescado vendido desde hace mucho
Respuesta. (Risas) Hice un musical y algo me llega, pero la SGAE es un marronazo. Hay que hacer un reset como en muchas cosas en este pa¨ªs. Hice un musical con la compa?¨ªa Bambalina y algo me cae por eso.
P. El ¨²nico musical que debe existir en valenciano si no me equivoco. Usted fue m¨²sico tard¨ªo.
R. S¨ª. Ya ten¨ªa cierto inter¨¦s por la m¨²sica. A veces me sentaba a tocar al piano algo, pero fue un poco la m¨²sica brasile?a que empez¨® a escuchar mi madre. Luego vinieron los boleros, en la adolescencia temprana, a los 13 o 14 a?os. Por ah¨ª entr¨¦ en la m¨²sica.
P. Y entonces, ?al conservatorio y en seis a?os mejor pianista revelaci¨®n?
R. Mi padre me dijo de apuntarme. Lo hice y me toc¨® un profesor, Carles Gimeno, que si me hubiera tocado con cualquier otro probablemente me lo hubiera dejado. Un buen maestro te puede cambiar la vida. No recomiendo el conservatorio de por s¨ª, sino a quien te ense?a.
P. Pero usted da clase en uno.
R. S¨¦ que es echar tierra sobre mi propio tejado pero la ense?anza musical en este pa¨ªs est¨¢ muy podrida. Es un sistema burocr¨¢tico desde lo elemental. Sistemas como el ingl¨¦s son m¨¢s pr¨¢cticos. Estudias en privado con alguien y si realmente tienes vocaci¨®n te preparan para un grado superior. Ir a un conservatorio aqu¨ª es cursos, cursos, cursos. As¨ª se pierde el amor a la m¨²sica. Est¨¢ pensado para el mediocre no para el que tiene vocaci¨®n.
P. Es una mar¨ªa.
R. Aqu¨ª el amor a la m¨²sica est¨¢ muy separado de la ense?anza. En otros pa¨ªses, m¨¢s en el norte de Europa, se ve. Por ejemplo: los bomberos de tal ciudad se juntan a tocar porque en el instituto todos han tocado algo y es perfectamente normal. Cient¨ªficamente, la m¨²sica es saludable para el cerebro, socializa, ayuda a la convivencia¡ Saca todo, hasta la personalidad.
Hijo de pianistas
Albert Sanz, hijo del compositor Josep Sanz y la actriz, Mamen Garc¨ªa, ambos pianistas. Fue el primer valenciano en asistir a la academia de Berklee (EEUU). Premio Tete Montoliu tiene 5 discos en solitario y 30 colaboraciones en su haber.
P. Al Foster, el bater¨ªa de Miles Davis, no sabe ni leer una partitura. ?C¨®mo se conocieron?
R. Llevaba tiempo buscando la oportunidad. De hecho, habl¨¦ con un representante que lo hab¨ªa tra¨ªdo a Espa?a: ?Al Foster? Va a ser muy complicado, me dijo. Me enter¨¦ que estaba en Valencia, ven¨ªa a tocar un tributo a Miles Davis en el Palau de la M¨²sica. Sab¨ªa el hotel en el que estaba y le llam¨¦. Le habl¨¦ de gente de su entorno con los que hab¨ªa tocado en Nueva York. Me fui a verle con un disco m¨ªo y estuve yendo cada d¨ªa a visitarle. ?Y el t¨ªo cont¨¢ndome historias de Miles, de Sonny Rollins, Joe Henderson, Monk! Ha tocado con todos los grandes de la generaci¨®n posterior al bebop excepto con Coltrane y Charlie Parker. Ha sido el bater¨ªa favorito de muchos.
P. Y del hotel a un estudio de Nueva York. Foster contaba que muchos j¨®venes salidos de conservatorio le ped¨ªan grabar con ¨¦l. Buen¨ªsimos, pero sin alma. Y en cambio, de usted dijo que sab¨ªa contar una historia.
R. Que te diga eso Al es la hostia. Se me cae la baba. La conexi¨®n fue inmediata. Le hab¨ªa mandado por correo unas tomas. Al d¨ªa siguiente de llegar a Nueva York, quedamos y el t¨ªo apareci¨® con todo memorizado. Como un ni?o, porque no lee partituras. Me encontr¨¦ un bajista en medio de Manhattan que me dijo: ?Has conseguido que Al Foster venga a ensayar? Era como un ¡°qu¨¦ suerte tienes, a ese tipo no le hace falta ensayar¡±. Es muy humilde. Tocar con ¨¦l fue un sue?o. Y me lo financi¨¦ yo todo.
P. O qu¨¦ ser¨¢ son¨® en Barcelona y Madrid y las cr¨ªticas fueron buen¨ªsimas. Sin embargo¡
R. S¨ª, se qued¨® ah¨ª el disco. Ni el de Valencia, ni el de San Sebasti¨¢n o el de Vitoria llamaron. Con los festivales grandes est¨¢ todo el pescado vendido desde hace tiempo. Igual con el pop, el rock, todo. Son mafias de m¨¢nagers y distribuidores.
P. La verdad es que muchos repiten cartel, s¨ª.
R. Los festivales no tendr¨ªan que existir. Que la pasta que se da al patrocinio de la m¨²sica vaya a la cultura del d¨ªa a d¨ªa, no a ocasiones contadas en las que vienen peces gordos a llev¨¢rsela siempre. No tiene sentido una cosa como el festival de Valencia. No s¨¦ c¨®mo los m¨²sicos no nos reunimos y decimos: ?Pero qu¨¦ co?o es esto? ?Siempre tocan los mismos!
P. Y luego Valencia presume de m¨²sicos.
Tocar con Al Foster, el bater¨ªa
de Miles Davis,
fue un sue?o
R. El jazz lo quieren poner como si fuera al nivel del pop-rock, con estrellas. Y no es eso. Hubo una ¨¦poca en la que hab¨ªa trabajo para los m¨²sicos hasta que irrumpieron el rock y los grandes eventos. Me acuerdo una entrevista con Pete La Roca, un bater¨ªa muy grande que muri¨® este a?o y que prefiri¨® conducir un taxi a comprometer sus valores musicales. Dijo: cuando crearon los videoclips eso fue el fin, ?la imagen desbancando a la m¨²sica en s¨ª! Lo de las masas, para quien le guste est¨¢ bien, es parte de la humanidad. A m¨ª no me va. Pero el videoclip, pi¨¦nsalo, ?eso qu¨¦ es?
P. ?C¨®mo deber¨ªan ser los festivales?
R. Todo el a?o. ?Quieres invertir 100.000 euros? No te los gastes de una vez y ten a gente currando todo el a?o. Que el p¨²blico local disfrute y los m¨²sicos puedan vivir de esto tambi¨¦n. Es m¨¢s sano. Yo no me puedo quejar porque trabajo, pero es aberrante que se siga haciendo el festival de Valencia ahora mismo. Hay a?os que coinciden los carteles. Siempre son los mismos circuitos. Y en Espa?a m¨¢s. Pero eso es igual para todo. Es la mediocridad burocratizada. Hay gente tomando decisiones de cosas que no sabe.
P. ?D¨®nde ha sido el sitio m¨¢s raro que ha tocado?
R. En Nueva York, dos veces por semana tocaba un piano blanco en un restaurante coreano sobre una monta?a de cart¨®n piedra, dentro de una cueva. Y me acuerdo un bolo en Barcelona. Me llam¨® un bater¨ªa noruego que tocaba para empresas de mucho dinero. Iba a las ciudades y te dec¨ªa que acudieras a tal hora sin ensayar, simplemente a tocar. Y ¨¦l hablaba de c¨®mo a trav¨¦s del jazz uno puede ser m¨¢s productivo y feliz. Me pagaron 1.000 euros solo por tocar media hora.
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