Encapuchados organizados apalearon e hirieron a los ¡®ertzainas¡¯, seg¨²n los testigos
Comienza el juicio por las agresiones contra dos agentes durante la huelga general del 29 de marzo de 2012
Dos ertzainas que custodiaban el Palacio de Justicia de Bilbao durante la huelga general del 29 de marzo de 2012 fueron atacados por un grupo de encapuchados que les rodearon, les arrojaron piedras y les propinaron pu?etazos y patadas, seg¨²n han relatado los testigos en juicio a tres j¨®venes acusados de participar en esa agresi¨®n.
En la vista oral celebrada este mi¨¦rcoles, participantes en la manifestaci¨®n que hab¨ªan convocado los sindicatos ELA y LAB y agentes que vigilaban la seguridad en esa jornada de movilizaci¨®n han coincidido en relatar que los ertzainas sufrieron el ataque de un grupo organizado de personas que vest¨ªan de negro, ocultaban su rostro con capuchas y otras prendas, llevaban guantes y que hab¨ªan estado realizado pintadas en varias fachadas.
As¨ª, cuando la marcha lleg¨® a la altura del Palacio de Justicia varias de esas personas arrojaron en la entrada del edificio objetos como petardos y botes de humo. Uno de los agentes que custodiaba el edificio sali¨® tras ellos y logr¨® interceptar a un joven, momento en que el resto del grupo de encapuchados le rodearon y comenzaron a golpearle y tirarle piedras "a bocajarro" con la intenci¨®n de liberar al joven retenido, han contado los testigos.
Un segundo ertzaina que vigilaba los juzgados acudi¨® a ayudar a su compa?ero y comprob¨® que ¨¦ste hab¨ªa ca¨ªdo al suelo, que estaba "convulsionando" y que sangraba abundantemente de la cabeza, mientras los j¨®venes segu¨ªan apale¨¢ndole, por lo que trat¨® de auxiliarle y entonces, tambi¨¦n ¨¦ste segundo agente recibi¨® el impacto de varios objetos y numerosas patadas.
En la agresi¨®n, uno de los ertzainas sufri¨® hundimiento craneal que requiri¨® cinco d¨ªas de hospitalizaci¨®n y a¨²n hoy padece cefaleas por esa lesi¨®n. Adem¨¢s, sigue necesitando ayuda psicol¨®gica por lo sucedido. El otro agente herido que recibi¨® el impacto de un objeto en la sien, sufre trastornos en la visi¨®n de un ojo.
El fiscal y la acusaci¨®n particular entendieron esos hechos como sendos delitos de lesiones y des¨®rdenes p¨²blicos, por lo que han pedido una pena de 14 a?os de prisi¨®n para los acusados, U.M., J.T. y A.F., mientras la defensa reclama su absoluci¨®n por falta de pruebas. Los tres procesados, que se han negado a contestar a las preguntas de las acusaciones, han dicho que no cometieron ese d¨ªa ning¨²n tipo de ataque ni causaron destrozos.
Uno de los heridos ha asegurado que al menos tres de los j¨®venes que les agredieron eran los mismos que hab¨ªan atacado el Palacio de Justicia ya que no les perdi¨® de vista, uno de ellos destacaba porque "era muy alto y fornido" y porque, adem¨¢s, el resto de personas que discurr¨ªan en la manifestaci¨®n "no estabas embozadas".
La juez ha escuchado tambi¨¦n a un hombre que particip¨® en esa movilizaci¨®n sindical y que marchaba con su hijo en hombros, cuando vio la agresi¨®n a los agentes que estaban aguantando "una lluvia de piedras" y patadas en la cabeza, por lo que llam¨® a emergencias, momento en el que un encapuchado le zarande¨® y le arrebat¨® el tel¨¦fono.
El hombre ha destacado la agresividad de esos j¨®venes y ha contado que tuvo que proteger con su cuerpo a su hijo mientras varias piedras alcanzaron a otros de sus acompa?antes y ha asegurado que, "sin ning¨²n g¨¦nero de duda" los autores de ese ataque actuaban de forma organizada. Esa misma tesis han sostenido otros testigos que vieron llegar a la zona a la totalidad del grupo, unas 20 o 30 personas, todas ataviadas de la misma manera para ocultar sus rasgos y que se prepararon con mochilas en las que vieron que portaban piedras y pintura.
Varios agentes de paisano que vigilaban la seguridad en la manifestaci¨®n han asegurado que los encapuchados que participaron m¨¢s activamente en la agresi¨®n, aparecen en las im¨¢genes que ellos mismos grabaron en la manifestaci¨®n con una c¨¢mara oculta y tambi¨¦n en otro v¨ªdeo que tom¨® una persona que presenci¨® el ataque y que se incluye en la prueba contra los tres acusados.
La defensa ha tratado dejar en evidencia la custodia de esos v¨ªdeos y por tanto su validez como prueba de cargo, al tiempo que ha aducido que no hay evidencias para imputar a esos delitos a sus patrocinados.
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