Detenidos 10 presuntos ¡®cazatesoros¡¯ de barcos hundidos en Girona y Barcelona

El barco Bon Pigall ya no puede navegar. Al menos por un tiempo. La Guardia Civil lo ha intervenido porque considera que sus 24 metros de eslora y su robot Rov Seaye Linx 1.500 serv¨ªan para expoliar el fondo marino de las costas de Barcelona, Girona y Mallorca, seg¨²n han confirmado a EL PA?S fuentes policiales. Diez personas relacionadas con la Fundaci¨®n Argo Maris han sido detenidas, acusadas de formar parte de un grupo de cazatesoros que se dedicaba al robo de barcos hundidos de forma organizada. Entre los arrestados por la Guardia Civil se encuentra el presidente de la fundaci¨®n, Josep Quera.

El caso arranca en 2010, cuando llega una denuncia al Grupo Especial de Actividades Subacu¨¢ticas (GEA) de la Guardia Civil en L'Estartit (Baix Empord¨¤). Tras las primeras investigaciones, un juzgado de La Bisbal asumi¨® la instrucci¨®n de lo que ocurr¨ªa con el Bon Pigall. Durante ese tiempo, los agentes han investigado en profundidad a la Fundaci¨®n Argo Maris, e incluso han intervenido sus tel¨¦fonos.

La Guardia Civil les acusa de un delito contra el patrimonio hist¨®rico. Los detenidos presuntamente, con la excusa de inspeccionar los barcos hundidos, se llevaban objetos de valor de su interior, como ¨¢nforas o vasijas, que luego vend¨ªan en el mercado negro. Como su actividad afectaba a diversas comunidades, las detenciones las practic¨® el grupo de patrimonio hist¨®rico de la Unidad Central Operativa (UCO) del cuerpo el pasado martes 17 de septiembre. Tambi¨¦n registraron empresas y domicilios de Barcelona y de Girona, donde encontraron diversas piezas arqueol¨®gicas presuntamente robadas de los pecios.

La Fundaci¨®n Argo Maris est¨¢ especializada en el desarrollo de proyectos de arqueolog¨ªa subacu¨¢tica de profundidad. Tiene dos barcos, el Bon Pigall i el Bon Geni. Los agentes han intervenido ¨²nicamente el ¨²ltimo, que es el que cuenta con el material m¨¢s avanzado. Su robot integrado puede sumergirse hasta 400 metros de profundidad, tomar im¨¢genes y recoger muestras, con una capacidad de carga de hasta 35 kilos.

¡°Tienen tecnolog¨ªa de ¨²ltima generaci¨®n¡±, aseguran fuentes judiciales. ¡°Su inversi¨®n en tecnolog¨ªa es impresionante¡±, abunda otra fuente, relacionada con el sector submarino. Ayer este diario trat¨® de obtener, sin ¨¦xito, la versi¨®n de la Fundaci¨®n Argo Maris.

La entidad goza de cierto prestigio en el sector. Adem¨¢s de la arqueolog¨ªa subacu¨¢tica, se dedica a ¡°fomentar la protecci¨®n y el uso sostenible de los ecosistemas marinos¡±, seg¨²n recoge en su p¨¢gina web. Fuentes policiales aseguran que la entidad ten¨ªa protocolos solo para trabajar con ¡°una comunidad aut¨®noma¡±, pero que incluso estos fueron revocados porque sus pr¨¢cticas no eran las adecuadas. Esas mismas fuentes no precisaron a qu¨¦ comunidad se refer¨ªan.

En el a?o 2007, la Fundaci¨®n trabaj¨® con el Consejo Insular de Eivissa y Formentera, en el hallazgo de un pecio hundido, que dataron en el siglo IV. En el interior hab¨ªa ¨¢nforas de diferentes estilos. Es lo que normalmente cargaban muchos de estos pecios, y su valor en el mercado puede alcanzar altas cifras (el precio de salida en una subasta de una ¨¢nfora griega puede llegar a los 50.000 euros).

Tambi¨¦n son habituales los trabajos de la Fundaci¨®n con diferentes organismos, por ejemplo, la Universidad de Girona (UdG). Argo Maris junto a los cient¨ªficos del Centro de Investigaci¨®n en Rob¨®tica Submarina de la UdG filmaron el a?o pasado en Francia el barco La Lune, de la marina francesa de Lu¨ªs XIV. Se hundi¨® en la costa francesa de Tol¨®, en 1664, con 800 personas a bordo. La universidad, seg¨²n fuentes policiales, alquilaba los servicios del Bon Pigall que les serv¨ªa para sumergir sus propios robots.

Hasta el momento el caso se encuentra bajo secreto de sumario, seg¨²n fuentes policiales, que no han especificado el valor de las piezas intervenidas la Fundaci¨®n. Aunque han matizado que entre los tesoros no se encuentran monedas de oro. Todos los detenidos se encuentran en libertad con cargos.

En el mundo de los cazatesoros ocultos en los barcos hundidos hubo un antes y un despu¨¦s del caso Odyssey. En mayo de 2007, la empresa estadounidense de cazatesoros encontr¨® frente a la costa del Algarve un yacimiento. Pero no uno cualquiera. All¨ª se encontraban los restos de Nuestra Se?ora de la Mercedes, que se hundi¨® el 5 de octubre de 1804, despu¨¦s de recibir un ca?onazo de la flota inglesa. En su interior, el Odyssey encontr¨® 595.000 monedas de oro y plata. La compa?¨ªa tiene un robot que puede sumergirse a 1.000 metros de profundidad.

Tras el hallazgo, Espa?a inici¨® una batalla legal que acab¨® ganando, cinco a?os despu¨¦s. La explotaci¨®n de los fondos marinos es una tarea ardua. ¡°Es casi una misi¨®n imposible la de la arqueolog¨ªa marina¡±, asegura una fuente del sector. Seg¨²n la ley, los barcos hundidos y su contenido forman parte del patrimonio hist¨®rico, y no de quienes los encuentran. Se entiende que sus tesoros hablan de la historia de un pa¨ªs.