Se vende o alquila; raz¨®n, Generalitat Valenciana
El Consell, que ya liquid¨® Terra M¨ªtica, salda todo su cat¨¢logo de grandes proyectos Desde la Ciudad de las Artes hasta el aeropuerto de Castell¨®n y la Ciudad de la Luz de Alicante
"Son las f¨¢bricas del siglo XXI al servicio de una industria estrat¨¦gica que es el turismo¡±. Eso es lo que proclam¨® en febrero de 2007 Francisco Camps sobre los grandes proyectos y grandes eventos relacionados con el ocio. Lo hizo desde el pabell¨®n que la trama G¨¹rtel hab¨ªa construido para la Generalitat valenciana en la feria tur¨ªstica Fitur, en Madrid. El entonces presidente valenciano emple¨® un tono triunfalista al defender que 41 millones de personas hab¨ªan disfrutado ya de unas iniciativas p¨²blicas que generaban riqueza. Solo cinco a?os despu¨¦s, en la edici¨®n de Fitur de 2012, el reclamo de los grandes proyectos se hab¨ªa diluido ya dentro de la oferta del pabell¨®n valenciano hasta quedar relegada a un plano muy secundario.
Hoy en d¨ªa, todas aquellas ¡°f¨¢bricas del siglo XXI¡± est¨¢n en liquidaci¨®n: se han vendido, se ponen a subasta o se ofrecen en alquiler. Las consecuencias de un proceso de euforia pol¨ªtica desbocada se han llevado por delante tambi¨¦n a la cadena auton¨®mica R¨¤dio Televisi¨® Valenciana (RTVV), cuya programaci¨®n se encuentra ahora en pleno proceso de externalizaci¨®n tras el despido de un millar de empleados y despu¨¦s de acumular 1.200 millones de euros de deuda. Para no vaciar el enorme edificio del Centre de Producci¨® de Burjassot, las productoras privadas usar¨¢n los plat¨®s de la cadena p¨²blica.
En unas semanas se har¨¢ p¨²blico el concurso para privatizar la gesti¨®n de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en Valencia, mientras se buscan compradores para la Ciudad de la Luz, en Alicante y el aeropuerto de Castell¨®n licita su gesti¨®n. Al mismo tiempo, el Consell aspira a no tener que pagar una indemnizaci¨®n al multimillonario Bernie Ecclestone, que en su d¨ªa hizo campa?a por Camps, para rescindir el contrato del gran premio de F¨®rmula 1 en Valencia, cuyo coste de celebraci¨®n ascendi¨® el a?o pasado a 40 millones de euros. Las carreras por la ciudad superan los 200 millones de coste desde su primera edici¨®n.
Toda la supuesta solidez de las grandes obras y los eventos de post¨ªn se disuelve en el aire del exceso y la recesi¨®n. Toda una l¨ªnea pol¨ªtica se resquebraja ante la incapacidad de la Generalitat de sostener financieramente el peso del entramado que ella misma puso en pie. La crisis ha acabado de hundir las arcas p¨²blicas hasta el abismo de los 29.000 millones de deuda (m¨¢s del doble del presupuesto anual del Consell). Adem¨¢s, el fen¨®meno ha servido de justificaci¨®n para acelerar la extensi¨®n del modelo de externalizaci¨®n, o privatizaci¨®n, de la gesti¨®n de bienes sufragados con dinero de todos.
El Consell aspira a no tener que pagar una indemnizaci¨®n al multimillonario Bernie Ecclestone para rescindir el contrato del gran premio de F-1
Terra M¨ªtica, mascar¨®n de proa de esa desenfadada pol¨ªtica tur¨ªstica y program¨¢tica del PP valenciano emprendida en tiempos de Eduardo Zaplana, fue tambi¨¦n la primera en caer. El parque de ocio de Benidorm, cuya construcci¨®n cost¨® m¨¢s de 400 millones de euros, la mitad procedentes de las arcas p¨²blicas, fue vendido en junio de 2012 por 65 millones a la empresa que gestionaba otros dos parques de atracciones en la ciudad, Aqualandia y Mundomar. De esa cantidad, los promotores de Terra M¨ªtica, la Generalitat, Bancaja y la Caja Mediterr¨¢neo (CAM), apenas se repartieron 20 millones porque hubo que destinar 45 a saldar la deuda que arrastraba el complejo l¨²dico, que nunca cumpli¨® las expectativas de explotaci¨®n y de visitantes con las que fue dise?ado.
La espectacular Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa), en Valencia, emblema de esa pol¨ªtica de grandes proyectos, y tambi¨¦n de los sobrecostes y el despilfarro ¡ªsu coste supera los 1.200 millones de euros, triplicando ampliamente el presupuesto inicial¡ª, se prepara estos d¨ªas para la gesti¨®n privada de todos sus edificios, a excepci¨®n del teatro de la ¨®pera del Palau de les Arts, que seguir¨¢ bajo las riendas de la Generalitat.
Pr¨®ximamente saldr¨¢ a concurso un paquete integral formado por l¡¯Oceanogr¨¤fic (parque marino), l¡¯Hemisf¨¨ric (cine Imax), el Museu de les Ci¨¨ncies, l¡¯Umbracle (espacio ajardinado), l¡¯?gora (sin contenido definido) y los espacios comunes. Un operador privado deber¨¢ aumentar los beneficios y los turistas en los pr¨®ximos 15 a?os. La previsi¨®n es que el nuevo gestor entre ya en Cacsa el pr¨®ximo verano.
La previsi¨®n es que el nuevo gestor entre ya en Cacsa el pr¨®ximo verano
La Generalitat pretende obtener as¨ª ingresos para cubrir la totalidad de gastos que no supongan la amortizaci¨®n e intereses de los edificios. Mientras ultima su externalizaci¨®n, sigue reiterando que el complejo dise?ado principalmente por Santiago Calatrava, que sin duda ha contribuido a proyectar internacionalmente la ciudad, ha generado 478 millones de euros y ha tenido 50 millones de visitantes desde 1998.
Tambi¨¦n se elogia, lanzando una catarata de impactos econ¨®micos, la Ciudad de la Luz, el impresionante complejo de estudios cinematogr¨¢ficos construido por la Generalitat en Alicante. Su gesti¨®n ya estaba privatizada. Ahora est¨¢n en venta todas las instalaciones. Un largo pleito para resolver el contrato con Aguamarga, concesionaria del complejo, ha desembocado hace unos d¨ªas en una sentencia que condena a los gestores a pagar 1,2 millones al Gobierno auton¨®mico. Mientras despeja definitivamente a los concesionarios de la gesti¨®n, Alberto Fabra, el actual presidente valenciano, tambi¨¦n del PP, est¨¢ obligado a vender la Ciudad de la Luz al mejor postor, no solo porque los estudios pierden unos 20 millones de euros al a?o, sino porque la Uni¨®n Europea ha ordenado desinvertir todo el dinero p¨²blico empleado en el proyecto, que ha calculado en unos 265 millones de euros. La cifra incluye unos costes de construcci¨®n en los que no se escatim¨® nada, ni el mill¨®n de euros de la garita de entrada ni los 2,3 millones que volaron en una rotonda que se llev¨® el viento un d¨ªa de temporal.
Con motivo de una denuncia de los estudios Pinewood, de Londres, la Comisi¨®n Europea estim¨® en 2012 que los fondos invertidos en la Ciudad de la Luz ¡°no se facilitaron en condiciones de mercado¡± y vulneran las normas de la libre competencia.
En una respuesta a senadores socialistas valencianos que se interesaron por el tema, el Gobierno de Espa?a ha explicado que en las reuniones mantenidas por los servicios de la CE, la representaci¨®n permanente de Espa?a ante la UE y la Generalitat Valenciana, se persigue el objetivo de ¡°conseguir el cumplimiento de la obligaci¨®n de recuperaci¨®n, valorando posibles escenarios ante la imposibilidad de recuperar la ayuda de la sociedad p¨²blica¡±. Unos escenarios que pasan, inexorablemente, por ¡°el proceso de venta de los activos para maximizar el precio¡±. Tras una ¨²ltima reuni¨®n el pasado mayo, la ¡°licitaci¨®n abierta¡± del complejo est¨¢ pendiente de autorizaci¨®n desde Bruselas.
120 millones de euros por el aeropuerto de Castell¨®n
La Administraci¨®n valenciana prepara otro pliego de licitaci¨®n para el aeropuerto de Castell¨®n, una instalaci¨®n que Camps inaugur¨® junto a su principal impulsor, el entonces presidente de la Diputaci¨®n, Carlos Fabra, en marzo de 2011 pese a que, ni en aquel momento ni ahora, aterrizan o despegan aviones en su pista.
La Generalitat justific¨® el proyecto por la afluencia de turistas que generar¨ªa la frustrada creaci¨®n de una macrourbanizaci¨®n con parque tem¨¢tico junto a la actual Marina d¡¯Or. Ahora pretende adjudicar por 10 a?os una gesti¨®n que implica hacerse cargo de los tr¨¢mites de apertura del aeropuerto. Hace solo unos d¨ªas, un juez de Castell¨®n fall¨® que la Generalitat ha de pagar m¨¢s de 120 millones de euros por las obras del aeropuerto para resolver el contrato con la concesionaria que lo construy¨®.
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