La memoria colectiva en el Espai 13

Herm¨¦tica, donde las haya y tambi¨¦n un poco demag¨®gica, Ella corrige las costumbres riendo, la propuesta de Oriol Vilanova, que da inicio al nuevo ciclo del Espai 13, el espacio dedicado a la creaci¨®n emergente de la Fundaci¨®n Mir¨®, es la t¨ªpica exposici¨®n para leer m¨¢s que para mirar. La muestra, que ocupa la sala grande s¨®lo con una especie de pared divisoria roja, se compone de un p¨®ster, una obra sonora (los silbidos de Jacques Tati en Monsieur Hulot, reinterpretados por el propio artista) y una decena de fotograf¨ªas de im¨¢genes originales de 1929 del Poble Espanyol y el Pabell¨®n Mies van der Rohe, sumidos en la negrura, pr¨¢cticamente imposible de dentificar.

A trav¨¦s de estas piezas es muy dif¨ªcil descubrir el planteamiento insinuado por el sugerente t¨ªtulo, as¨ª como la visi¨®n del artista sobre la memoria colectiva a partir de la contraposici¨®n de dos iconos arquitect¨®nicos: el Pabell¨®n, s¨ªmbolo de la modernidad y el Poble Espanyol, referente del folklore popular. De ah¨ª la necesidad de leer la hoja de sala, donde se detallan los elementos conceptuales que caracterizan las dos construcciones, ¡°s¨ªmbolos de ideolog¨ªas aparentemente opuestas, que se necesitan la una a la otra¡± y los relatos que justifican las obras.

La muestra ¡ªabierta hasta el 8 de diciembre¡ª inaugura el ciclo que el comisario Oriol Fontdevila, ha titulado Arqueolog¨ªa preventiva, una definici¨®n que se utiliza para indicar los estudios previos para decidir si hay que emprender o no una excavaci¨®n. El ciclo, que se suma a los eventos conmemorativos del Tricentenario de 1714, se realiza en colaboraci¨®n con el colectivo laFundici¨®, que gestiona el Espai 14-15, ubicado en un bajo de los bloques de viviendas de Bellvitge en L'Hospitalet de Llobregat. El objetivo es establecer una nueva relaci¨®n rec¨ªproca entre el entorno cultural y art¨ªstico de Montju?c y el ambiente proletario del barrio de Bellvitge, que en 2015 celebrar¨¢ su 50? aniversario. ¡°Ambos ambientes pueden aprender el uno del otro¡±, asegura Francisco Rubio, uno de los creadores de laFundici¨®, hace menos de un a?o.