Todo a cien
No todo puede estar en venta, no todo puede ser manoseado: la est¨¦tica de un nombre es parte de la memoria popular
En la tele que ameniza las estaciones de metro, que pertenece a TMB, anuncian una cr¨ªptica maniobra comercial con el objeto de reducir las aportaciones institucionales a la compa?¨ªa de transportes. Hay que tener informaci¨®n previa para entender que se trata de la privatizaci¨®n de los nombres de las estaciones. Privatizaci¨®n significa adosarle una marca publicitaria al nombre, una cosa que se ha hecho en otras ciudades, en Madrid sin ir m¨¢s lejos. Es una aberraci¨®n. Una violaci¨®n del patrimonio sutil de la ciudad, como es el nombre de cada cosa. No todo puede estar en venta, no todo puede ser manoseado: la est¨¦tica de un nombre es parte de la memoria popular, son los puntos cardinales de nuestros itinerarios. La medida ya est¨¢ decidida: como pertenece a TMB, no ha pasado por el pleno municipal. Veremos pronto el metro de Passeig de Gr¨¤cia con coletilla. Como si no hubiera suficiente publicidad en los transportes.
Tambi¨¦n se ha puesto, a modo de prueba, una m¨¢quina de vending en un autob¨²s de la l¨ªnia 7, creo, que es una l¨ªnea que, de mar a monta?a, tiene m¨¢s de una hora recorrido. Sin embargo, la idea es absurda, propia de alguien que no viaja en autob¨²s. La eficacia del bus se basa en que el viajero suba, pague y se instale en su parcela lo m¨¢s r¨¢pido posible, para facilitar el paso a los dem¨¢s. Imaginen una cola frente a la m¨¢quina. Y si no hay cola, ?para qu¨¦ ponerla? El d¨¨ficit de la compa?¨ªa no se arreglar¨¢ con cuatro c¨¦ntimos. Da la sensaci¨®n de que, con la excusa de la la reducci¨®n de aportaciones ¡ªm¨¢s de la mitad por parte del gobierno espa?ol¡ª hemos perdido los papeles. ?O es que a lo mejor no hab¨ªa papeles?
Lo digo por el tema, de m¨¢s enjundia, de los Juegos de Invierno del a?o 22 o de cualquier convocatoria futura. La idea, como se sabe, fue de un Jordi Hereu en pleno declive, como si un eco del pasado pudiera regenerar las ilusiones perdidas: perdidas precisamente porque est¨¢bamos en una ciudad sin proyecto. He dicho proyecto: todav¨ªa recuerdo, en una reuni¨®n muy preliminar de los Juegos, el desmayo de los responsables municipales cuando el experto que guiaba la discusi¨®n les avis¨® de que el relato iba de marca Catalunya, no de marca Barcelona. Hubo mareo general. Quiero decir que la idea no era, en esa primera fase, llevar colaboraci¨®n y prosperidad al Pirineo ¡ªeso podr¨ªa encabezarlo mucho mejor Lleida¡ª, sino revender Barcelona. ?Pero puede manipular Barcelona el bienestar del Pirineo, sus conexiones viarias, su ilusi¨®n y su necesidad, y de golpe decir me lo voy a pensar mejor para volver a tomar en solitario la decisi¨®n? ?Eso es una capital?
Nadie puede asegurar hoy que el ministerio de turno har¨¢ las infrastructuras que faltan entre Barcelona y la monta?a. Y chalets ya sobran. Pero la pregunta es para qu¨¦ quiere Barcelona unos juegos ol¨ªmpicos. ?No hay otro tema? No estoy, como quiere ICV, pensando en los gastos sociales que hacen falta: los est¨ªmulos tambi¨¦n sirven para recaudar y reinvertir. El problema es el de siempre: el modelo. Seguimos queriendo m¨¢s turistas. Se sigue queriendo m¨¢s Barcelona y no m¨¢s equilibrio territorial. Ahora mismo se est¨¢ discutiendo si las floristas de la Rambla pueden vender imanes tur¨ªsticos. La pregunta real es si alguien cree que pueden vender flores, teniendo en cuenta que la poblaci¨®n ramblista es de turistas. ?Qu¨¦ hace entonces el Ayuntamiento? Una pirueta: imanes no, que son cutres; que se vendan suvenires de dise?o, hechos por la Escola Massana.
?Pero si el tema es devolver la Rambla a los ciudadanos! ?No era para eso que se pon¨ªa en marcha el Cor Rambla, un proyecto vacilante, confuso, intermitente y cobarde? Se est¨¢ apostando por una Rambla tur¨ªstica pero, ay s¨ª, ¡°de calidad¡±; y se plantean unos Juegos en nombre del deporte y de las conexiones viarias, pero en el fondo tambi¨¦n se hacen para reforzar la marca Barcelona como marca tur¨ªstica. El turismo es la burbuja: no hemos aprendido gran cosa. Y es en nombre de las marcas de lujo, nutridas por el turismo, que se venden las estaciones de metro, la memoria, los puntos cardinales, las se?as de identidad urbana. Pedimos una ciudad con proyecto y el Ayuntamiento nos da publicidad y turismo. Con Juegos o sin ellos.
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