Sinsabores euforizantes
El grupo de Estocolmo demuestra ser un destacado exponente de efervescencia y su capacidad para convertir historias agridulces en grandes himnos
Llegar¨¢ alg¨²n avispado ministro con teor¨ªa propia sobre los meridianos escandinavos. Nosotros nos limitaremos a constatar que las tierras suecas siguen constituyendo una cantera magn¨ªfica para la m¨²sica popular, con Shout Out Louds como destacado exponente de su efervescencia. La Sala But fue anoche testigo (como Arena hace un par de temporadas, igual que Moby Dick diez a?os atr¨¢s) del imparable efecto euforizante que propaga el quinteto de Adam Olenius. Un hombre hirsuto que canta con tono afectado a los sinsabores sentimentales, pero acaba expandiendo unas ganas de saltar casi irrefrenables.
La banda de Estocolmo abre con Sugar, el impoluto tema inaugural de su cuarto y m¨¢s reciente disco (Optica), y nos recuerda el instinto ultramel¨®dico de grupos vecinos como Billie The Vision o los magn¨ªficos estonios Ewert & The Two Dragons. El costumbrismo socarr¨®n de Your parents¡¯ living room puede evocar a Jens Lekman, otro sueco fabuloso. Pero Olenius, c¨®mo negarlo, siempre ha so?ado con ser Robert Smith, as¨ª que los gui?os a The Cure son recurrentes: la voz melodram¨¢tica, los bajos secos y cortantes, esa bater¨ªa que en Normandie parece prestada de Just like heaven.
De Smith tambi¨¦n proviene la clarividencia para convertir historias agridulces en grandes himnos. Impossible habla de un supuesto gran amor que ni logramos rememorar, mientras que Tonight I have to leave it es una oda a las relaciones cortadas a tiempo, antes de que el afecto se necrose. Y las dos le sirvieron a Adam para concederse un radiante ba?o de masas, el segundo paseando por mitad de la pista. Son sus t¨ªtulos m¨¢s relampagueantes, pero la espontaneidad juvenil de Very loud y el aire danzar¨ªn de Please, please, please, que trae a la memoria aquel viejo Nowhere girl, no le van a la zaga. Los Louds planeaban marcharse tras ese tema, pero el fervor fue tanto que hubieron de recular con su ¨²nica pieza ac¨²stica, Go sadness, saludada ?entre mecheros! y con un aire a Deacon Blue. La calidez n¨®rdica no nos da m¨¢s que sorpresas.
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