De maletas y rutinas deshechas

La idea del viaje, por tierra, mar o aire, y del cambio, impregna tanto la imagen como los textos del primer ¨¢lbum de Marina Abad, la que fuera cantante e imagen de Ojos de Brujo. ¡°Siempre he sido muy lanzada para moverme, no me siento atrapada por los sitios¡±, comenta cuando se le pregunta qu¨¦ queda de su antiguo grupo en la compositora e int¨¦rprete que responde al nombre art¨ªstico de Marinah. Quedan ¡°un mont¨®n¡± de cosas, pero justamente porque aquella banda le dio ¡°la posibilidad de viajar, de conocer a much¨ªsima gente y palpar propuestas art¨ªsticas de cerca que de otra manera no hubiera conocido¡±.

Elige de hecho un espacio de paso para identificarse. Se trata del estudio de grabaci¨®n Millenia, tan pr¨®ximo a la huerta de Valencia como a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Es este solo uno de los diez estudios en los que se ha registrado El baile de las horas, su ¨¢lbum de debut en solitario, en el que le acompa?an m¨²sicos de dispares nacionalidades y residencias. Aqu¨ª puso las voces de las 13 canciones que recoge el disco. Como Pa volar, que no solo es un t¨ªtulo, sino tambi¨¦n una expresi¨®n reiterada en m¨¢s de una pieza. Canta algunas estrofas en medio de la conversaci¨®n y la sesi¨®n de fotos, y vuelve la idea: ¡°Viajar siempre a cualquier parte... o deshacer maletas y rutinas¡± son parte de la letra.

¡°Compongo en cualquier sitio menos en casa¡±, avisa. En un bar del barrio del Carmen de Valencia, donde ha vuelto a vivir desde hace dos a?os, con su hijo de cinco. En una terraza de Barcelona o en la cafeter¨ªa de un hotel, en cualquier rinc¨®n del mundo. Luego es en el estudio ¡°donde se hace el trabajo fino¡±, afirma. M¨ªnimo espacio para la cantante, un cuartito oscuro con grandes pantallas ac¨²sticas detr¨¢s; micr¨®fono, atril y auriculares delante; alcanzando con la mirada, al otro lado de un doble cristal, otra sala mucho m¨¢s amplia, con piano, donde ¡ªrecuerda¡ª le acompa?¨® un cuarteto ac¨²stico encabezado por el trompetista cubano Carlos Sarduy para grabar Menos mal, la canci¨®n m¨¢s jazzy de un conjunto que, puestos a definir, su autora califica de ¡°fronterizo¡±.

Canta tambi¨¦n esta canci¨®n en el estudio, a pelo. A su espalda tiene una banqueta de madera que ni usa ni aparta, hasta que aclara: ¡°Prefiero cantar de pie¡± y a?ade, mientras comienza a extender los brazos desde el abdomen: ¡°Es que as¨ª se abre todo m¨¢s¡±. No puede evitar recordar, sin embargo, c¨®mo cantaba sentado, abriendo las manos y tensando todo el cuerpo, su admirado Camar¨®n. Muestra un puntito aflamencado esa voz, pero puntualiza: ¡°Nunca he sido flamenca, aunque soy una amante entusiasta del flamenco y ese sentimiento siempre me va a acompa?ar¡±. Canta con voz dulce y c¨¢lida, pero, parad¨®jicamente, un tanto lejana, como si estuviera y¨¦ndose o viniendo, pero dif¨ªcilmente quieta. De hecho, los ensayos de la gira se hacen en Barcelona, que es donde hay un mayor porcentaje de Marinah y los Argonautas, que as¨ª se llamar¨¢ la banda de la gira. ¡°Mi tripulaci¨®n¡±. Lo dicho sobre el viaje y la aventura.?