Un enigma del siglo VI a. C.

"Aqu¨ª se encuentra mi sucesor". As¨ª arranca la novela El asesinato de Pit¨¢goras (Duomo Ediciones), en la que Marcos Chicot (Madrid, 1971) incide en la tendencia de situar a personajes hist¨®ricos en tramas criminales.

Corre el a?o 510 a. C. en Crotona, una de las colonias de la Magna Grecia en el J¨®nico. El matem¨¢tico y fil¨®sofo, de 70 a?os, en ese momento uno de los personajes con m¨¢s poder pol¨ªtico de la Grecia de su ¨¦poca, est¨¢ a punto de elegir a su sucesor entre los grandes maestros y sus disc¨ªpulos mejor preparados cuando estos comienzan a caer asesinados.

Tras los cr¨ªmenes se atisba una mente tan poderosa como la de Pit¨¢goras. Para resolver el caso, el fil¨®sofo contrata a un egipcio Aken¨®n, quien tratar¨¢ de descubrir al asesino con ayuda de Ariadna, una de las hijas de Pit¨¢goras. Al tiempo que investigan, deber¨¢n resolver sus propios sentimientos.

Chicot, quien ma?ana promocionar¨¢ el libro en Bilbao, ha dedicado cerca de tres a?os a documentarse y escribir la obra, de la que ya est¨¢ escribiendo una continuaci¨®n, La hermandad. Como ha recordado, Pit¨¢goras fue "un gigante intelectual" cuyo influjo ha llegado hasta nuestros d¨ªas, adem¨¢s de un hombre misterioso y de gran carisma.