El juicio a Fabra llega al cl¨ªmax con la irrupci¨®n de los inspectores de Hacienda

El juicio al expresidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, Carlos Fabra, entra esta semana en su etapa crucial. Los inspectores de Hacienda que investigaron sus m¨²ltiples cuentas y hallaron ingresos no declarados de 1,9 millones, por los que se le acusa de defraudar casi 700.000 euros entre 1999 y 2004, llegan ma?ana a la Audiencia. Su intervenci¨®n es clave en el juicio en el que el dirigente del PP se enfrenta a penas de 13 a?os de prisi¨®n (ocho por las cuatro acusaciones de delito fiscal, cuatro por cohecho y un a?o por tr¨¢fico de influencias). La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, la Abogac¨ªa del Estado y la acusaci¨®n popular de la Uni¨®n de Consumidores (UCE) han llamado a declarar como peritos a los dos inspectores de finanzas designados en su d¨ªa por el juez de instrucci¨®n para desmenuzar los ingresos de Fabra y su exmujer, a quien se le imputan otros 1,5 millones de euros sin declarar y un fraude de otros 400.000 euros. ¡°Las cuentas de mi mujer las mov¨ªa yo, ella del tema de cuentas no se enteraba de nada¡±, dijo Fabra en su declaraci¨®n para exculpar a Mar¨ªa Amparo Fern¨¢ndez de los tres delitos fiscales de los que se le acusa y asumiendo as¨ª toda responsabilidad del total del dinero presuntamente defraudado.

Hasta ahora, Fabra no ha aclarado el origen de estos ingresos. Ni siquiera en su declaraci¨®n ante el tribunal de la Audiencia porque el fiscal solo le interrog¨® sobre ello durante diez minutos. ¡°Est¨¢ en mis declaraciones, proceden de mi retribuci¨®n como presidente de la Diputaci¨®n, de mi cartera de seguros [sostiene que ten¨ªa ingresos como agente de seguros y por asesor¨ªas aunque en el juicio testigos y amigos negaron conocer otra labor m¨¢s que la de pol¨ªtico] y de ventas de enajenaciones de patrimonio¡±, dijo. El temor a los informes y las declaraciones que los dos peritos puedan desgranar ma?ana es tal que su abogado, Javier Boix, ha pedido que no sean considerados como peritos porque no son ¡°imparciales¡± y est¨¢n ¡°contaminados¡± al trabajar para la misma Administraci¨®n que acusa. Y la decisi¨®n todav¨ªa no est¨¢ tomada. El magistrado de la Audiencia no resolvi¨® la petici¨®n en el acto, lo har¨¢ cuando dicte sentencia.

Lo que pretende Fabra, despu¨¦s de intentar en vano que se declararan prescritos todos los presuntos delitos fiscales salvo el de 1999, es desacreditar la investigaci¨®n de sus cuentas que ha llevado a Anticorrupci¨®n a pedir la pena m¨¢s cuantiosa. Y para ello llev¨® en la ¨²ltima sesi¨®n a un exinspector de la Agencia Tributaria regional de Valencia que realiz¨® otra investigaci¨®n paralela en la que solo se elev¨® al fiscal sus cuentas de ese a?o y no de los posteriores, que tambi¨¦n fueron analizados. La declaraci¨®n se volvi¨® en contra cuando admiti¨® la ¡°m¨ªnima¡± colaboraci¨®n de Fabra para aportar datos y cuando asegur¨® que no se hall¨® ¡°una explicaci¨®n razonable¡± de los m¨²ltiples ingresos en efectivo. La defensa contrarrestar¨¢ los informes de los inspectores con otros dos peritos.

M¨¢s de cincuenta testigos han pasado ya por la Audiencia. Entre ellos, altos cargos de la Administraci¨®n y pol¨ªticos que han evitado hablar de presiones de Fabra para favorecer a quien fuera su amigo, incluso quienes as¨ª lo manifestaron en instrucci¨®n y lo plasmaron en documentos. Algunos, como un ex subdirector general de Agricultura, s¨ª han ratificado su ¡°inter¨¦s¡± (solo tras la lectura de declaraciones anteriores) y otros no han sabido se?alar o han negado reuniones similares en la Administraci¨®n, con la presencia de Fabra, donde se abordaran asuntos de otro empresario. La acusaci¨®n de cohecho es dif¨ªcil de acreditar con las declaraciones realizadas hasta ahora. Depender¨¢ de c¨®mo el tribunal, el mismo que trat¨® de retirar este delito, estime la prueba documental.