Todos quieren el cartel del conejo blanco ilustrado por Paula Bonet

Los han arrancado de paredes y muros. Se pegaron unos 3.000 y apenas pueden verse por las calles de Valencia. Anuncian la pr¨®xima edici¨®n de La Cabina, pero no parece que el objeto de deseo sea de ¨ªndole cinematogr¨¢fica, pese al inter¨¦s del ¨²nico festival dedicado al mediometraje. No. Lo que ha desatado el furor coleccionista es el cartel de Paula Bonet (Vila-real, 1980), una de las j¨®venes ilustradoras m¨¢s pujantes del panorama espa?ol. Hasta lleg¨® a pedir por Facebook a sus m¨¢s de 100.000 seguidores que no se llevaran a una de sus fant¨¢sticas ninfas que avisan de la celebraci¨®n del certamen.

Bonet es reticente a hablar. ¡°Lo que m¨¢s lamento es que se hable tanto del cartel y tan poco del contenido del festival, por el que fue dise?ado¡±, admite ante la insistencia del periodista y el visto bueno del director del certamen, Carlos Madrid (¡°preferir¨ªamos que no se los hubieran llevado, pero al menos que se hable del festival¡±, apostilla). ¡°La idea del cartel es muy sencilla¡±, explica la artista, ¡°ten¨ªamos que condensar el tiempo, comprimir historias que no pod¨ªan durar m¨¢s de sesenta minutos, as¨ª que decidimos remitirnos a la imagen del Conejo Blanco de Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas, un personaje pendiente del reloj que forma ya parte de la cultura popular¡±.

La ilustradora quita hierro al asunto: ¡°Todos hemos arrancado el cartel del concierto al que nos mor¨ªamos por ir o de la exposici¨®n que nos cal¨® tan hondo. Yo misma, en Londres, despu¨¦s de ver por primera vez la obra de Julia Margaret Cameron¡±. No le extra?¨®, por tanto, que se llevaran algunos de sus carteles; otra cosa es que desapareciera la mayor¨ªa, dejando en nada el voluntarioso trabajo de La Cabina, certamen que se celebrar¨¢ del 8 al 17 de noviembre en el IVAM y otros enclaves de Valencia. ¡°Tengo entendido que volver¨¢ a hacerse una pegada, conf¨ªo en que esta vez la gente espere a que termine el festival para llev¨¢rselos¡±, apunta.

Ilustradora de libros y locales, pintora de murales urbanos, Bonet reconoce que pasa m¨¢s hora en librer¨ªas que en salas de arte: ¡°La literatura es el arte que m¨¢s placer me ha proporcionado nunca, as¨ª que seguramente es mi referente principal. Tambi¨¦n el cine, pero en menor medida. Me interesa unir varias disciplinas, experimentar c¨®mo una puede alimentar a otra¡±. Entre sus cada vez m¨¢s numerosos encargos, la artista prepara un libro ficci¨®n con ilustraciones y textos propios, intentando que ¡°sean indispensables para entender la historia que se cuenta¡±.

"Nunca he planificado nada", prosigue Bonet, "siempre he sido de vivir el presente; si me dedico a la ilustraci¨®n o si he pintado durante tantos a?os es porque tanto la pintura como el dibujo han sido siempre indispensables en mi vida. Aunque no pudiera vivir de ilustrar o de pintar, seguir¨ªa haci¨¦ndolo, como siempre hice".

Tras estudiar Bellas Artes y? diversas t¨¦cnicas de grabado, xilograf¨ªa, litograf¨ªa y serigraf¨ªa, en Valencia, Chile, Nueva York e Italia, Bonet se ha ido consolidando hasta que ahora comienza a notar el peso de los encargos y de la popularidad. "S¨ª, empiezo a sentirlos. Ambos. Cada vez el grueso de encargos y propuestas es mayor y cada vez m¨¢s tengo que renunciar a trabajos que hace unos a?os me habr¨ªa encantado hacer. Pero no lo lamento, porque hay algo a lo que es obvio que no puedo renunciar: a la calidad de mi trabajo, y soy consciente de que eso significa no embarcarme en todo lo que me gustar¨ªa hacer para poner la totalidad de mi energ¨ªa y todo el tiempo necesario en los trabajos que tengo entre manos".