Por decir que no quede

?En La Fe. El otro d¨ªa, un pariente muy pr¨®ximo que se desplaza en silla de ruedas hubo de acudir al hospital La Fe para hacerse unas pruebas de densimetr¨ªa ¨®sea debido a un grave problema de columna. La cita era a hora temprana, y al llegar al lugar indicado la sala de espera bull¨ªa como un invernadero de esas esperas prolongadas a las que no se ve el final de su fastidio. De las cuatro cabinas disponibles para atender a los pacientes solo funcionaba una, de modo que la espera se iba calentando de ese mal humor apenas contenido con esa incertidumbre nerviosa del que no acaba de ver la conclusi¨®n de la visita. Otro de los pacientes estaba all¨ª desde las ocho de la ma?ana, por una anal¨ªtica en ayunas a la que deb¨ªa seguir esta prueba esquel¨¦tica. Hacia las once, los pacientes observaron que no solo de las cuatro cabinas disponibles solamente una estaba en servicio, sino que el ¨²nico especialista del asunto all¨ª presente hab¨ªa tenido que desplazarse a otra sala para no se sabe bien qu¨¦ asunto, tardando m¨¢s de una hora en regresar. El cabreo entre los pacientes era ya notable, hasta que una enfermera intent¨® calmar los ¨¢nimos aduciendo que dispon¨ªan solo de una cabina para esas pruebas debido a que a los especialistas jubilados y a otros no se les sustitu¨ªa para nada y que llevaban padeciendo esa precariedad desde hace ya alg¨²n tiempo. Casi a la una de la tarde llamaron por fin a mi pariente, y en total la prueba dur¨® una media hora, redacci¨®n del informe correspondiente informe incluida. Sali¨® de all¨ª m¨¢s contento de lo que lleg¨®, montado en su flamante silla de ruedas casi reci¨¦n estrenada y murmurando por lo bajo ¡°lo que es por mi, nunca m¨¢s, nunca m¨¢s¡±. Pues eso y mucho m¨¢s, hermano.

?El Papa demosc¨®pico. Parece que el Papa Francisco se propone poner en marcha una demoscopia gigantesca a fin de saber de una vez qu¨¦ diablos opinan sus seguidores de la gesti¨®n de la Iglesia Ca¨®tica. M¨¢s que de un simulador democr¨¢tico, bien podr¨ªa tratarse de uno de esos episodios chuscos en los que al final el enredo de las cifras impiden ver los cielos. Pero no importa. Por una vez la Iglesia quiere saber, lo que ya supone una cierta novedad en s¨ª mismo, y lo que no acaba de estar claro es a santo de qu¨¦ no se dirige a esas empresas de inform¨¢tica centradas en el espionaje que lo saben casi todo sobre casi todas las personas de este mundo en lugar de enredarse en esa parafernalia de preguntas y respuestas, tantas veces desatendidas que solo el prop¨®sito de embarcarse en ello produce cierta admiraci¨®n por venir de donde viene. Desconozco en este momento los detalles exactos de la consulta, pero si el Papa y sus empleados estuvieran algo m¨¢s atentos a lo que en realidad sucede que a la parte de esa realidad que les concierne de manera tan directa, quiz¨¢s no ser¨ªa exagerado que esa demoscopia incluyera preguntas acerca de un fen¨®meno muy observado, a saber: que las parejas divorciadas eligen nuevas parejas muy parecidas en casi todo a las anteriores. Tendr¨ªamos as¨ª un material precioso sobre la conducta de la conducta humana que prescinde de los avatares religiosos.

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