La pianista no ir¨¢ a la c¨¢rcel

La pianista de Puigcerd¨¤ no ir¨¢ a prisi¨®n. La fiscal ha rebajado su petici¨®n de siete a?os y medio de c¨¢rcel a 20 meses en la ¨²ltima sesi¨®n del juicio que se ha celebrado durante esta semana en la Audiencia de Girona. A Laia M. se la juzgaba por haber molestado a su vecina tocando el piano hasta ocho horas y cinco d¨ªas a la semana entre 2003 y 2007, a m¨¢s decibelios de los permitidos. Con una pena inferior a dos a?os y sin tener antecedentes penales no se ingresa en prisi¨®n. En su informe final, la fiscal invoc¨® el derecho de la denunciante y de todo el mundo, ¡°a ser dejado en paz¡±.

La fiscal, Emma Ruiz, pidi¨® para la pianista una pena de 16 meses por un delito contra el medio ambiente, por contaminaci¨®n ac¨²stica, y cuatro meses m¨¢s por las lesiones ps¨ªquicas causadas a su vecina, por las que antes demandaba un a?o y medio. Para llegar a esta rebaja de la pena, el ministerio p¨²blico ha tenido en cuenta que la familia no adopt¨® una actitud ¡°obstruccionista¡± frente a los requerimientos que hizo el Ayuntamiento de Puigcerd¨¤ (Cerdanya) tras las constantes quejas de la vecina. Adem¨¢s, la fiscal¨ªa reconoce que los retrasos en el proceso no son responsabilidad de los acusados, por lo que les ha aplicado un atenuante de dilaciones indebidas. Para sus padres, ha pedido la misma pena, por cooperadores necesarios. Asimismo, pidi¨® para los acusados una multa de 1.620 euros, m¨¢s 20.000 euros en concepto de responsabilidad, y una inhabilitaci¨®n que impida a la pianista tocar el instrumento medio a?o.

La fiscal ha mantenido que ha existido un delito de contaminaci¨®n ac¨²stica con riesgo grave para la salud

Por su parte la acusaci¨®n particular ha solicitado cinco a?os y medio de c¨¢rcel. Esto ha sido duramente criticado por el letrado de la defensa, Marc Molins, que ha asegurado que la acusaci¨®n particular ¡°ha actuado de forma temeraria manteniendo esta petici¨®n de c¨¢rcel y tambi¨¦n lo ha sido al utilizar la justicia para resolver problemas vecinales¡±. Molins ha solicitado la absoluci¨®n de su representada.

En su informe final, la fiscal ha mantenido que ha existido un delito de contaminaci¨®n ac¨²stica con riesgo grave para la salud de las personas y que se ha planteado por la v¨ªa penal ¡°porque ha superado el l¨ªmite tolerable de convivencia social¡±. El ministerio p¨²blico ha apuntado que aunque ¡°no sostiene que estuviera tocando los 365 d¨ªas del a?o, porque ser¨ªa imposible, tampoco se puede decir que el piano haya sido algo ocasional¡±. Tambi¨¦n ha subrayado la ¡°intensidad¡± del sonido, ya que en casa de la denunciante se lleg¨® a 36,8 decibelios, cuando el m¨¢ximo permitido era de 30.

A la petici¨®n de dejar que la gente viva ¡°en paz¡± que lanz¨® la fiscal¨ªa, el abogado de la defensa, indic¨®: ¡°Aqu¨ª la enorme perturbaci¨®n la han sufrido los acusados¡±. Para ¨¦l, ¡°vivir con la carga que representa una petici¨®n de siete a?os y medio de c¨¢rcel por unos hechos que son objetivamente falsos y jur¨ªdicamente irrelevantes justifica el llamamiento que se le hace al tribunal para que a trav¨¦s de una sentencia absolutoria deje en paz a la familia Mart¨ªn¡±. Molins ha mantenido que este caso no tendr¨ªa que haber llegado nunca a un tribunal penal.

Al final del proceso rein¨® el silencio. Ni la pianista ni sus padres quisieron hacer uso de su derecho a un ¨²ltimo turno de palabra y el juicio ha quedado visto para sentencia.