La Audiencia de A Coru?a libera a un hombre condenado por violar a sus hijas

Un hombre condenado a 96 a?os de prisi¨®n por seis delitos de violaci¨®n a sus hijas ser¨¢ puesto en libertad en aplicaci¨®n de la derogaci¨®n de la doctrina Parot, han informado hoy fuentes judiciales. La Audiencia Provincial de A Coru?a ha acordado el "licenciamiento definitivo" de Arturo Abal Iglesias que fue condenado en 1999 por haber superado el tiempo de reclusi¨®n.

La decisi¨®n de la Audiencia establece que Iglesias ha tenido una pena de privaci¨®n de libertad "de duraci¨®n superior a la que debi¨® haber cumplido de acuerdo con el derecho vigente en el momento de los hechos y de las condenas, por lo que el Tribunal concluye que ha sufrido, y sufre, una detenci¨®n irregular desde el 3 de julio de 2008". El auto indica que la defensa del recluso pidi¨® su excarcelaci¨®n en aplicaci¨®n de la decisi¨®n del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que el pasado 21 de octubre consider¨® que la doctrina Parot, que se aplica con car¨¢cter retroactivo para tratar de mantener en prisi¨®n a algunos reclusos, vulnera el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

El recluso, natural de Ribeira, fue condenado en marzo de 1999 por la Audiencia Provincial de A Coru?a a una pena de 96 a?os de c¨¢rcel y a una multa de 200.000 pesetas por tres delitos continuados de estupro. Por cada uno de los delitos de violaci¨®n se le conden¨® a 16 a?os de reclusi¨®n menor, adem¨¢s de a la indemnizaci¨®n por da?os y perjuicios a sus hijos por un total de 11 millones de pesetas. El tribunal consider¨® entonces probado que desde 1989, cuando una de sus hijas ten¨ªa 9 a?os y hasta que esta cumpli¨® 13, abus¨® sexualmente de ella "dici¨¦ndole que lo hac¨ªa todo el mundo y era para hacerla mujer". Seg¨²n la ni?a, antes de cumplir 12 a?os hab¨ªa sufrido estas pr¨¢cticas "al menos 3 veces".

Entre enero de 1995 y mayo de 1997 tambi¨¦n abus¨® sexualmente de su hijo de 12 a?os al menos en tres ocasiones, y se masturb¨® delante de sus hijas en esas mismas fechas, seg¨²n el tribunal, que consider¨® que el agravante de parentesco "tiene mayor peso" que la atenuante de que el procesado ten¨ªa afectadas las facultades mentales.