¡°No fui manejable, mantuve mi criterio¡±

Rebasa la mediana edad y encadena m¨¢s de veinte a?os en la Administraci¨®n. Juan (nombre figurado) aterriz¨® hace una d¨¦cada en el Ayuntamiento de Alicante. Entr¨® con el exalcalde Luis D¨ªaz Alperi. Y su sucesora, Sonia Castedo, le rebaj¨® de categor¨ªa. Las decisiones de este funcionario resultaban clave en el engranaje municipal. En ocasiones, chocaban con la hoja de ruta que se trazaba en el despacho de la regidora, seg¨²n varias fuentes. Su tarea fiscalizadora, de vig¨ªa en el anonimato, le convirti¨® en un funcionario inc¨®modo. Aunque entre sus compa?eros acumula fama de riguroso, profesional e imparcial. Fue degradado, relata, sin justificaci¨®n. Desde entonces, ha engordado cuatro kilos, sufre insomnio y toma tranquilizantes. Accede a hablar bajo anonimato. No quiere problemas. Padece ansiedad.

¡°A m¨ª me degradaron por el decreto 33. Sin explicaci¨®n. No se dieron cuenta del da?o que me hicieron. Tengo familia, hijos, una hipoteca. El Ayuntamiento aplic¨® conmigo la pol¨ªtica del perro del hortelano¡±, recuerda descompuesto. ¡°Lo he pasado muy mal¡±, prosigue este t¨¦cnico que se lleg¨® a cuestionar su solvencia profesional, avalada por dur¨ªsimas oposiciones. ¡°Cuando me rebajaron, me pregunt¨¦, ?por qu¨¦? No encuentras el motivo. S¨¦ que hice bien mi trabajo, que tengo el respeto de mis compa?eros, y que siempre me he guiado por criterios t¨¦cnicos¡±, alega.

S¨¦ que hice bien mi trabajo, que tengo el respeto de mis compa?eros"

El funcionario declina detallar la decisi¨®n que desencaden¨® su rebaja de categor¨ªa. El cambio conllev¨® un tijeretazo de m¨¢s de 400 euros mensuales en su n¨®mina. Una fuente enmarca su movimiento en el organigrama en la elaboraci¨®n de informes t¨¦cnicos que cuestionaban decisiones del equipo de gobierno del PP.

¡°Siempre fui una persona de confianza, pero mantuve mi criterio. No fui manejable, como si son otros que solo dicen al pol¨ªtico lo que quiere o¨ªr¡±, responde cuando se le pregunta por las sustituciones realizadas en departamentos como la extinta Gerencia Municipal de Urbanismo, sometida a la investigaci¨®n del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano en el caso Brugal, que es como se denomina el supuesto ama?o del PGOU para beneficiar al constructor Enrique Ortiz.

Pese a su tono diplom¨¢tico y el respeto con el que se dirige a los concejales, el empleado se muestra cr¨ªtico con los nuevos nombramientos en el Consistorio. ¡°Se ha sustituido a trabajadores muy competentes por personal sin experiencia¡±. En su opini¨®n, la plaza de funcionario es un blindaje para mantener la independencia ante el poder: ¡°Los ciudadanos deben saber que los empleados p¨²blicos somos una garant¨ªa. Cuando cuestionamos a un dirigente pol¨ªtico, un cargo que est¨¢ de paso, no nos jugamos el puesto. Solo nos pueden degradar¡±.