Nadie se responsabiliza del error de contaminar con semen la camiseta

Es la mancha de la discordia. Nadie, de entre todos los profesionales que participaron en la investigaci¨®n del crimen de Asunta, asume el error garrafal de haber contaminado la prueba con una muestra de semen recogida anteriormente para resolver otro caso: Un asunto de agresi¨®n sexual con un supuesto violador que aparec¨ªa identificado en los archivos del Instituto Armado con nombre y apellidos, y localizado en un territorio muy lejano a Galicia, al sur de Madrid. No hay explicaci¨®n oficial de c¨®mo pudo llegar el esperma a la ropa de la ni?a, un hallazgo en falso que durante un tiempo desconcert¨® al magistrado y a la Guardia Civil y a?adi¨®, si cabe, m¨¢s sordidez al terrible suceso.

Hace medio mes, el Laboratorio de Criminal¨ªstica de la Guardia Civil en Madrid, departamento de ADN, neg¨® rotundamente en un escrito que dirigi¨® al cuartel de A Coru?a y al juez de Santiago que esa transferencia al tejido de la sudadera de la ni?a se hubiese producido en sus mesas de trabajo. Pero esto es lo que afirmaron en su d¨ªa y siguen afirmando a EL PA?S las fuentes de la investigaci¨®n consultadas.

En Galicia no fue, sostienen estas personas, molestas por que se dude de la eficacia con la que se llev¨® a cabo la recogida de pruebas y su traslado al laboratorio de Madrid. No pudo ser porque se comprob¨®, incluso con el rastreo de sus llamadas telef¨®nicas el fin de semana del asesinato, que el titular de ese ADN no estuvo en la comunidad aut¨®noma y no se relacion¨® con los padres de la cr¨ªa en ning¨²n momento. En la pista forestal donde se hall¨® el cad¨¢ver de Asunta, pr¨®xima a un prost¨ªbulo, tampoco se encontraron preservativos, pa?uelos sucios o restos de esperma en la tierra. Y adem¨¢s, seg¨²n confirm¨® la autopsia, la ni?a no hab¨ªa sufrido ninguna agresi¨®n sexual.

Se trata, explican distintas fuentes de la Guardia Civil, de un hombre joven con antecedentes que vive desde hace tiempo en Espa?a pero procede de Colombia. En su auto de levantamiento del secreto sumarial, el juez instructor, Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn, lo cita. Su nombre aparece en el tr¨ªo de personas que fueron investigadas e interrogadas para terminar descartando su participaci¨®n en el suceso. Este hombre, efectivamente, vive en Madrid, en 2011 fue detenido por la polic¨ªa nacional, involucrado en una reyerta callejera, y tambi¨¦n est¨¢ fichado por la Guardia Civil como presunto violador.

Tan delicada e inmanejable se volvi¨® la situaci¨®n en el ecuador de la instrucci¨®n a causa de la mancha de semen y las discrepancias que esta caus¨® que, aunque para un laboratorio es tan f¨¢cil identificar esperma, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia sali¨® al paso diciendo que no se sab¨ªa lo que era. Un portavoz oficial advirti¨® a los medios de que no se pod¨ªa hablar m¨¢s que de ¡°flujo¡± o ¡°l¨ªquido¡± porque, efectivamente, ¡°manchaba¡±, pero que los t¨¦cnicos no lograban saber de qu¨¦ se trataba. Seg¨²n esta fuente, ni se pod¨ªa hablar de ¡°fluido biol¨®gico¡±. Con el pasar de los d¨ªas ya nadie pudo negar que aquello que manchaba casualmente a la altura del seno derecho la camiseta de la v¨ªctima era semen. Pero sigue siendo un misterio su presencia en esa prenda.