Lirismo y sensibilidad
John Grant hace de sus conciertos un canto a la emoci¨®n pura
John Grant es un hombre que tiene problemas. Y adem¨¢s es sensible. Y rom¨¢ntico. Y vulnerable. Y tiene una voz c¨¢lida y potente con la que contar todo eso. Y lo hace. Y sus seguidores evocan la intensidad de sus problemas y de su voz para alcanzar cotas inimaginables de placer escuchando a este artista de maneras dulces cuya forma de tocar el piano desprende un lirismo que habr¨ªa encantado a Chopin. Grant apela tambi¨¦n a una tensi¨®n con toques de dramatismo que hace de sus conciertos un canto a la emoci¨®n pura. La emoci¨®n pura de un hombre impresionable.
POP
John Grant
Barts
27 Noviembre 2013
Barts no se llen¨® por poco en la presentaci¨®n de su segundo disco, pero el silencio, recatamiento y atenci¨®n de la platea indic¨® hasta que punto los conciertos del artista ahora afincado en Islandia se acercan a una ceremonia. Y eso que en sus parlamentos, John baja la intensidad de sus tribulaciones como quien recuerda una pataleta infantil que durante a?os le traumatiz¨®. Hay humor en Grant, un humor que hace m¨¢s llevadera una reflexi¨®n de la Enciclopedia ?lvarez que en ocasiones parece sustentar su discurso: en este mundo se sufre. Pues s¨ª, cierto, as¨ª es. Claro que el dolido artista norteamericano explica estos sufrimientos no en un s¨®lo registro, lo que abre su paleta estil¨ªstica y marca un territorio no tan acotado como el mostrado en su primer disco. Porque ahora, y en la otra noche estas piezas funcionaron perfectamente, hay un barniz electr¨®nico que cubre su segundo disco, alguna de cuyas piezas, caso de ¡°Black belt¡±, se acercaban a la m¨²sica disco con su pulsi¨®n bailable.
Pero hubo tambi¨¦n electr¨®nica que evoc¨® a David Sylvian, pianos a lo Elton John, pop a lo Rufus Wainwright, ¨¦pica, crescendos reiterativos ¡ªcasi todas las piezas marcaban este patr¨®n, haci¨¦ndolas m¨¢s largas de lo que la concreci¨®n solicitar¨ªa¡ª y baladones salvados por una voz extraordinaria, la de John. Fue as¨ª un concierto impecable marcado por un lirismo y un romanticismo que, seg¨²n los gustos, podr¨ªa resultar hasta par¨®dico. Nunca mejor dicho, trat¨¢ndose de Grant todo es una cuesti¨®n de sensibilidades. Lo inapelable es su esencia de propuesta autosuficiente, autoreferenciada y t¨¦cnicamente bien ejecutada. Adem¨¢s, con el giro electr¨®nico, Grant mata la reiteraci¨®n. Un paso adelante.
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