Planificaci¨®n y movilidad
Aunque sea a rastras, los de arriba se han percatado de que ponerse la chapita de fomento de la movilidad sostenible renta
Es interesante comprobar c¨®mo, en s¨®lo diez a?os, han cambiado radicalmente las actitudes dominantes hacia la planificaci¨®n urbana en materia de movilidad. Las tradicionales, y conservadoras, ¨¦lites urbanas consideraban muy poco importante hasta hace no mucho la manera en que organiz¨¢bamos el espacio p¨²blico urbano. Colectivos como los comerciantes de los centros de nuestras ciudades pon¨ªan el grito en el cielo cada vez que se anunciaba una peatonalizaci¨®n, por m¨ªnima y recatada que fuera. Por no mencionar la legendaria oposici¨®n de un gremio como el de los taxistas frente a cualquier medida restrictiva del tr¨¢fico. En esos a?os, y no hace tanto de ello, quienes ped¨ªan carriles bici, o itinerarios peatonales c¨®modos y amplios, eran considerados gente marginal, hippies, perroflautas y dem¨¢s fauna extravagante que no ten¨ªa ni idea de lo que quer¨ªa en verdad la gente¡ y que por esa raz¨®n no pod¨ªan pretender imponer su visi¨®n minoritaria a todos los dem¨¢s.
Las cosas han cambiado mucho muy r¨¢pido. Y, como casi siempre, las Administraciones p¨²blicas valencianas han llegado tarde, instaladas en su natural tendencia a bloquear cualquier iniciativa de cambio y experimentaci¨®n, cuando incluso los comerciantes ya hace a?os que se han dado cuenta de que venden m¨¢s si sus clientes pueden pasear a gusto por las calles c¨¦ntricas y hasta los taxistas han procesado que las restricciones al tr¨¢fico privado no s¨®lo no les perjudican sino que les benefician. Mientras tanto, y a la espera de que quienes van en coche oficial a todas partes se percaten, las calles se nos han llenado de bicis, cualquier espacio apto de nuestro entramado urbano se ha plagado de paseantes o runners e infinidad de caminos rurales alrededor de nuestras ciudades son masivamente utilizados para un nuevo tipo de ocio que fomenta que ciertos negocios (horchater¨ªas, restauraci¨®n, peque?os hoteles, venta de productos de la huerta directamente desde el agricultor¡) florezcan poniendo en valor un patrimonio mucho m¨¢s rentable de lo que muchos cre¨ªan.
Ha llegado la cosa a un punto en que, aunque sea a rastras, los de arriba se han percatado de que, al menos, ponerse la chapita de fomento de la movilidad sostenible renta. Y por eso las Cortes aprobaron en 2011 una ley de movilidad con poco contenido obligatorio pero una orientaci¨®n general m¨¢s o menos civilizada y europea. Esa ley obligaba a las ciudades valencianas a elaborar planes de movilidad sostenible y, en estos momentos, en ello estamos en muchos sitios. Es un proceso interesante, donde se percibe con claridad hasta qu¨¦ punto la sociedad valenciana est¨¢ ya, muy mayoritariamente, en una onda muy diferente a la de nuestros Ayuntamientos, que penan, mal que bien, por adaptarse a lo que ya les pedimos casi todos, incluidos colectivos profesionales muy encorbatados de los que nuestros gobernantes nunca habr¨ªan pensado algo as¨ª.
Todav¨ªa queda un trecho, o un cambio de mayor¨ªas pol¨ªticas, para que desde arriba se apoyen gran cantidad de proyectos, ideas y magn¨ªficas ocurrencias que en esta materia surgen a borbotones desde abajo. Estos d¨ªas en la UIMP estamos pudiendo estudiar muchos de ellos y resulta impresionante comprobar la vitalidad de una sociedad que hace marcha m¨¢s all¨¢ de mun¨ªcipes instalados en el inmovilismo. Porque lo cierto es que la cosa, cada vez m¨¢s, se mueve.
@Andres_Boix blog en http://blogs.elpais.com/no-se-trata-de-hacer-leer/
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