Convendr¨ªa estar preparados
Los desequilibrios demogr¨¢ficos ya est¨¢n aqu¨ª y est¨¢n haciendo saltar las alarmas
Existe un amplio consenso acerca de la importancia de la demograf¨ªa a la hora de entender y prever fen¨®menos que tienen relaci¨®n con la econom¨ªa, la pol¨ªtica, la cultura y el bienestar de un pa¨ªs. Hay tambi¨¦n consenso, quiz¨¢ no tan amplio, pero s¨ª importante, a la hora de analizar las implicaciones que tiene la composici¨®n de la poblaci¨®n. No es lo mismo tener una poblaci¨®n joven que una madura o envejecida, tener un equilibrio de g¨¦nero que no tenerlo, y no es lo mismo que el n¨²mero de defunciones sea superior al de nacimientos o viceversa. De ah¨ª que las estad¨ªsticas de poblaci¨®n y el an¨¢lisis demogr¨¢fico sean cruciales a la hora de tomar muchas decisiones. Decisiones sobre el dise?o del sistema de pensiones, sobre el tipo de productos que deben fabricarse y comercializarse, sobre las nuevas actividades que se pronostica tendr¨¢n ¨¦xito y deber¨ªan ser apoyadas, sobre las previsiones para las pol¨ªticas educativas, sociales y alguna m¨¢s que mencionar¨¦ a continuaci¨®n.
Es bien sabido, por ejemplo, que el consumo y el ahorro tienen un componente de ciclo vital. Los modelos econ¨®micos, al estudiar el comportamiento de los consumidores, concluyen que, en situaciones normales, ahorramos mientras somos j¨®venes y desahorramos cuando llegamos a mayores. Por eso, la tasa de ahorro agregada de una sociedad con un alto porcentaje de gente mayor no ser¨¢ la misma que esa misma sociedad, pero con caracter¨ªsticas demogr¨¢ficas diferentes (una mayor proporci¨®n de gente joven). En el primer caso, el ahorro agregado ser¨¢ menor y esto tiene consecuencias sobre el crecimiento econ¨®mico.
Es curioso, sin embargo, que apenas discutamos acerca de pol¨ªticas demogr¨¢ficas y que, en general, demos importancia a los datos de poblaci¨®n solo cuando plantean un problema serio, aun sabiendo que los cambios demogr¨¢ficos son procesos que ocurren en el medio y largo plazo, lo que permite anticipar medidas que pueden aminorarlos. Veamos algunos datos.
En Euskadi, seg¨²n el Instituto Vasco de Estad¨ªstica-Eustat, la poblaci¨®n en 1900 era de 603.596 habitantes. Experimentamos una ¨¦poca de crecimiento y en 1983 alcanzamos lo que se crey¨® era un m¨¢ximo poblacional de 2.148.370 habitantes; en el per¨ªodo posterior la poblaci¨®n fue descendiendo. En 2006, los residentes en Euskadi sumamos 2.130.996 personas.
A principios de la d¨¦cada 2000-2010, las previsiones anticipaban que el n¨²mero de personas residentes en Euskadi al final de la misma ser¨ªa inferior en 8.370 personas a las de 1983 Los pron¨®sticos no se cumplieron: en 2010 el n¨²mero de habitantes fue de 2.174.033. La ¨²ltima cifra disponible, la de 2012, es de 2.190.230 residentes.
Estos cambios de poblaci¨®n en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas no permiten hablar de alteraciones sustanciales en t¨¦rminos agregados. M¨¢s bien parecer¨ªa que Euskadi hab¨ªa alcanzado un cierto equilibrio demogr¨¢fico basado en una baja mortalidad y una baja fecundidad. El Instituto Vasco de Estad¨ªstica alertaba, sin embargo, de que este equilibrio era fruto de un proceso muy r¨¢pido que pod¨ªa ser origen de desequilibrios importantes. Pues bien, los desequilibrios ya est¨¢n aqu¨ª y est¨¢n haciendo saltar las alarmas. Tanto el Consejo Econ¨®mico y Social (CES) como el Eustat nos han comunicado que en 2020 habr¨¢ en Euskadi m¨¢s de 500.000 personas cuya edad sobrepasar¨¢ los 65 a?os, mientras que la poblaci¨®n entre 14 y 64 se reducir¨¢ ligeramente. Sufriremos, adem¨¢s, la p¨¦rdida de unos 50.000 habitantes en edades comprendidas entre los 25 y los 34 a?os.
Cambiar este estado de cosas precisa de una pol¨ªtica espec¨ªfica que, como en otros pa¨ªses europeos, consiga aumentar la tasa de natalidad de los residentes. El primer ministro Cameron acaba de anunciar una medida de esta naturaleza para el Reino Unido. Soy consciente de que en Euskadi precisamos disminuir la tasa de paro de los j¨®venes para que las pol¨ªticas de natalidad, que parecen imprescindibles, tengan efecto. Pero el momento llegar¨¢ y deber¨ªamos estar preparados.
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